Una vez, cuenta Roberto Merino,
la Totó Romero le preguntó
si veía Tolerancia Cero,
y Merino le contestó que
«sí, pero sin volumen».
No estaba haciendo un chiste,
Merino hablaba en serio.
La Totó no podía parar de reír.
Era verdad, el cronista
miraba los gestos,
lo que hacían con las manos.
Según él, sería un político desastroso,
se equivocaría en todo; confiesa que
no tiene sensibilidad ni capacidad para eso.
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