Alcances del acuerdo en reforma tributaria

Si bien en el Senado se mejoró lo aprobado por la Cámara de Diputados, la magnitud del alza de impuestos igualmente impactará la economía.

LA COMISION de Hacienda del Senado acordó una profunda revisión al proyecto de reforma tributaria que había aprobado la Cámara de Diputados. El proyecto, según se va a reformular,  sigue representando una enorme alza tributaria, que va a afectar la inversión, el empleo, las remuneraciones y el crecimiento del país. 

Si hasta 2010 el impuesto a la renta aplicable a las utilidades empresariales devengadas alcanzaba al 17%, lo que se ha puesto en marcha es un ajuste a dicha tasa para llevarla al 27% en el nuevo estado de régimen. Asimismo, la tasa máxima aplicable a utilidades retiradas va a subir desde el 40% que considera actualmente el Impuesto Global Complementario, hasta un 44% efectivo en el nuevo régimen básico, al no poder utilizarse la totalidad de los impuestos pagados al nivel de las empresas como crédito contra el pago de los impuestos de las personas. Se pondrá en marcha, con todas sus consecuencias, un cambio significativo en la estrategia de desarrollo seguida por nuestro país por varias décadas, y que llevó el ingreso per cápita de Chile desde un 20% bajo el promedio en América Latina, hasta el primer lugar en el ranking de la región. 

Con todo, el acuerdo representa un mejoramiento importante respecto de lo que la Cámara de Diputados aprobó desaprensivamente. Desde luego, hay nuevos mecanismos de estímulo al desarrollo de medianas y pequeñas empresas, una suavización de los costos tributarios que se imponían a la construcción de viviendas, indicaciones importantes en el sentido de restringir las amplias facultades que en el proyecto original se daban al Servicio de Impuestos Internos y que habrían creado una situación de incerteza jurídica en el país, además de dejar como una opción voluntaria el régimen de renta atribuida, que era la base del proyecto en tramitación. Más allá de esto, el acuerdo restituye una diferencia sustantiva entre el tratamiento tributario a utilidades reinvertidas y utilidades retiradas, con lo que preserva, si bien debilitado, el estímulo al ahorro que ha estado presente, con resultados exitosos, por 30 años en nuestra economía. 

Debe valorarse la disposición de los miembros oficialistas de la Comisión de Hacienda del Senado a escuchar a los expertos, emprendedores y empresarios, que manifestaron su convicción de estar yendo hacia un retroceso mayor para el país, y su esfuerzo para restablecer en el proyecto un mínimo de consideración por criterios tan básicos como la importancia de los incentivos económicos para generar ahorro. Sigue siendo grave, sin embargo, que haya podido tomar cuerpo una iniciativa tributaria como la aprobada por la Cámara de Diputados, tan contraria al enfoque que ha probado ser conveniente para el país, así como la magnitud del alza de impuestos en la versión definitiva. Esta alza en los impuestos va a afectar la inversión -cuando nuestra economía,  con un potencial decreciente de aumento del empleo, ha estado experimentando un crecimiento de la productividad muy magro- y hace altamente probable que durante el período de este gobierno, y posiblemente el próximo, empleos y remuneraciones crezcan a tasas muy inferiores a las que se lograron mientras la actual estructura tributaria estuvo vigente.