FANTASIAS DE LOS VIEJOS VERANOS


Fantasías de los viejos veranos
por Roberto Merino
Diario Las Últimas Noticias,
Lunes 28 de febrero de 2011

La dorada y polvorienta melancolía del fin del verano
siempre es perturbada por una angustia sorda
que se nos instala en el pecho: una presencia insistente,
un recordatorio borroso de la inminente vuelta a la vida civil.

Por uno o dos meses vivimos la ficción
de la irresponsabilidad, del ocio de la libertad,
pero ya empezamos a sentir las vibraciones
del timbrazo que nos anuncia que se acaba el recreo.

El símil es adecuado: no me cabe duda
de que los orígenes profundos de estos síntomas
vienen de nuestros años escolares.

El verano era para nosotros una promesa cumplida.

La ocasión para ser dejados por una vez en paz
y escudriñar la vida al arbitrio de la curiosidad natural.

Trajinando en los desvanes,
corriendo por una pradera amarilla,
dejándonos llevar por la resaca del mar,
tomando once con mermelada de damasco
bajo un parrón cargado,
viendo películas hasta tarde en la televisión,
así pasábamos los días, saturados de tiempo.

Pobretones y ricachones,
ignorantes y sabelotodos,
provincianos o metropolitanos,
daba lo mismo, todos disfrutábamos
de las prerrogativas de la edad.

Claro, había algunos desdichados
-progiene de padres anales y domésticos-
que en estas circunstancias eran obligados
a cumplir obligaciones de cualquier especie:
trabajar en cuestiones domésticas
para ejercitar la disciplina, adelantar estudios
("a ver, hábleme de los pronombres personales
y después me recita las preposiciones").

Los veíamos a la distancia,
con el pelo corto y la camisa planchada,
con el dolor precoz evidenciado en la mirada,
sentados frente a un libro, mientras nosotros,
los pelusones tirados en un montón de arena,
le dábamos ritmo a nuestra conversación insustancial
mediante los hondazos que lanzábamos
contra los vidrios de una casucha abandonada.

En fin, el hecho es que hacia comienzos de marzo
la distensión se convertía en tensión.

Con la vuelta al colegio el desayuno adquiría
un regusto de acidez en la garganta
en las mañanas de guata apretada.

Como autómatas cantábamos
la canción nacional en un patio de cemento,
tras el discurso de algún funcionario
del Ministerio de Educación
que realzaba -precisamente- la importancia
de la educación y el rol que nosotros cumplíamos
en relación a ella y el futuro del país,
que era a la vez nuestro propio futuro,
que además hundía sus raíces en el pasado,
de donde había emergido alguna vez,
con espíritu libertario, la gloriosa institución
a la que pertenecíamos.

Algunos de nosotros escuchábamos
tiesos bajo el sol, con el pelo fijado
por la gomina Brancato; otros,
los de las filas de atrás,
se daban  manotazos, coscachos,
chirlitos o se tiraban peos asquerosos.

Como fuera, en esos días tempranos
aprendimos que los discursos no sirven para nada.

La única realidad era que el verano
nos había devuelto crecidos y cambiados
a los patibularios patios escolares
y que al menos habíamos
bordeado la felicidad por algún tiempo.

El hombre del discurso nos sugería
un futuro pleno de responsabilidades.

Nosotros nos imaginábamos
otro muy distinto,
en un Ford Mustang, quizás,
rechinando las ruedas
por un camino costero,
y mujeres bonitas y alegres
en el asiento de atrás,
las minifaldas anaranjadas
del delgado algodón
y el castaño pelo al viento...

Cartas Misterios de Chile por Armen Kouyoumdjian


Cartas
Misterios de Chile
por Armen Kouyoumdjian
Analista Internacional
Diario El Mercurio, Viernes 18 de Febrero de 2011
http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/18/misterios-de-chile.asp

Señor Director:

Hoy cumplo 20 años viviendo en Chile.

Hay muchas cosas que no entendía a mi llegada,
pero que ahora me quedan más claras.

No obstante, otras cosas siguen siendo
un misterio después de dos décadas,
como los siguientes aspectos:

-¿Por qué los "esquinazos" siempre se bailan
en el centro de un recinto, y nunca en una esquina?

-¿Por qué Santiago Morning,
a pesar de su nombre,
siempre juega por las tardes?

-¿Por qué la mayoría de la gente
con apellido "Izquierdo" son de la derecha?

-¿Por qué se saluda al conductor al entrar en un colectivo,
pero no se hace lo mismo al subir a una micro?
(por si a caso, la costumbre predata el Transantiago).

-¿Por qué todos se refieren a edificios
bajo el nombre de su antiguo destino,
y no el de su uso actual
(ejemplo, la "ex Penitenciaría"
o el "ex Palacio de los Tribunales")?

-¿Por qué los chilenos solamente "comen" por la noche?

AGUDEZA ANGLOSAJONA


En una sesión del Parlamento británico,
Lady Astor exasperada con Winston Churchill le espeta:
'Winston, si fueras mi marido, envenenaría tu té.'
A lo que Churchill responde a reglón seguido:
'Nancy, si yo fuera su marido, me lo tomaría.'

....

Otras de Churchill:

Al éxito se llega, de fracaso en fracaso,
sin perder el entusiasmo...

La conversación debe agotar el tema,
no a los interlocutores.

El fanático es alguien que
no está dispuesto a cambiar de opinión
ni tampoco de tema...

.....

El dramaturgo
George Bernard Shaw
le envió dos invitaciones
a Winston Churchill
al estreno de una de sus obras
con una nota en que le dice
que le envía el par de entradas,
en caso de que aún conserve algún amigo.

Churchill le envió una nota
de respuesta en la que junto
con agradecer las invitaciones,
se excusó por no poder
asistir al estreno, debido
a compromisos ineludibles
anteriores, pero que gustoso
irá a una segunda presentación...
si es que la hay.

...

Y a propósito de Shaw,
éste que era muy delgado
se encuentra en la calle
con el grueso Chesterton
produciéndose el siguiente diálogo:

G.K. Ch: 'Shaw, si alguien te viera
pensaría que hay hambruna en Inglaterra.'

G.B. Sh: 'Y si alguien te viera Chesterton,
pensaría que tú eres la causa de dicha hambruna'.

----

En una oportunidad, Shaw recibió
una carta conteniendo una sola palabra: 'Imbécil'.

La reacción del dramaturgo fue la siguiente:

'He recibido muchas cartas sin firma en mi vida,
pero ésta es la primera vez que recibo una firma sin carta'.

---

Y una última,
de dos políticos norteamericanos,
enemigos acérrimos, al parecer
de principios del siglo XX.

Se encuentran en un pasadizo estrecho,
y uno de ellos le dice al otro:
'Jamás dejo pasar a un imbécil'.

El otro, haciendo un ademán
cediendo el paso a su adversario,
contesta: 'Yo, sí'.

Los mundos de Krahn por Rodrigo Pinto


Los mundos de Krahn
por Rodrigo Pinto
Diario El Mercurio, Revista Sábado, 26/02/2011
http://diario.elmercurio.com/2011/02/26/el_sabado/leer/noticias/7984FD00-FE9C-49B2-955D-727FE2E45605.htm?id={7984FD00-FE9C-49B2-955D-727FE2E45605}

Fernando Krahn es uno de los dibujantes humorísticos más talentosos
que ha habido en Chile, sin lugar a dudas. Este libro de Andrés
Borlone le rinde un cálido homenaje, tanto a través de la biografía
inicial (unas 25 páginas, felizmente acompañadas por fotografías y
dibujos de Krahn) como por medio de la excelente selección de
trabajos, que abarca desde dibujos de su infancia (nació en 1935)
hasta sus últimas obras fechadas en 2010, año de su muerte.

Krahn fue también escenógrafo y fotógrafo, facetas menos conocidas,
pero donde obtuvo los primeros reconocimientos; con su escenografía de
El rinoceronte, de Eugenio Ionesco, ganó el segundo premio en la
Bienal de París, en 1961; y por la misma época, retrató a Nemesio
Antúnez, Carmen Barros y Violeta Parra, entre otros artistas.

Pero no solía firmar sus retratos, de manera que por mucho tiempo se
ignoró que él era el autor de las mejores fotografías de la genial
cantautora, que le dedicó un poema inédito hasta hoy: "Viva la noble
compañía / dulce cascarita de higo / este versito lo canto / lo
escribo lo pienso y digo / porque hoy somos dos amigos / que van
enyuntando el tiempo / y vamos sacando el viento / de tu fuerza y de
la mía / felices fotografías / con todo mi sentimiento".

Pero es sobre todo su obra como dibujante e ilustrador la que ha
quedado en la retina de tantos lectores en Chile, en Estados Unidos y
en España, los países en que vivió. Su dibujo adulto, casi siempre sin
palabras, buscaba abrir el espacio y situar, en el mismo nivel
narrativo, el sueño y la realidad, el absurdo y la lógica, lo extraño
y lo cotidiano. Pudo haber sido un abogado, pudo haber tenido una vida
tradicional, pero la temprana muerte de su padre y sobre todo el fatal
accidente que le costó la vida a su hermano mayor, cuando ambos
regresaban a Santiago luego de recorrer varios países latinoamericanos
en un viejo auto, precipitaron la toma de decisiones radicales
respecto de su vida.

Krahn, en una entrevista de 2008, contó que su hermano, agonizante, le
dijo, entre otras cosas: "Abandona la carrera de Derecho y dedícate a
lo que tú quieres". Y así fue: Krahn dejó la universidad y, tras
probar suerte en trabajos más aventureros que rentables, logró
orientar su talento hacia las artes visuales que practicó todo el
resto de su vida.

Este libro permite seguir esa historia visual, un recorrido
impresionante por la obra de un artista genial que deberíamos conocer
mejor, tanto por su talento como por lo que revela su mirada: el humor
de Krahn es más inquietante que risueño, desconcertante y
descolocador, pero también, por eso mismo, profundamente revelador de
lo que hay más allá de las apariencias.

Los Mundos de Krahn
Andrés Borlone.
Lom Editores,
Santiago, 2010. 203 páginas.


Imágenes de Krahn
http://www.google.com/images?hl=es&q=fernando+krahn&um=1&ie=UTF-8&source=univ&sa=X&ei=iEBpTc28JonDgQeqlJXLCg&ved=0CC4QsAQ&biw=989&bih=663

Atención con Bolivia por Hernán Felipe Errázuriz


Atención con Bolivia
por Hernán Felipe Errázuriz
Diario El Mercurio, Sábado 26 de Febrero de 2011
http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/26/atencion-con-bolivia.asp

La situación de Bolivia es preocupante para Chile y el vecindario. o
agravará las divisiones internas, será un retroceso para la economía,
aumentará la pobreza e impulsará la emigración masiva a países
vecinos. Sobre el 35 por ciento de los bolivianos vive en indigencia;
más del 60 por ciento, en condiciones de pobreza, mayormente los
indígenas, que representan más del 80 por ciento de la población. El
10 por ciento vive fuera de su país.

La aspiración marítima boliviana es un instrumento político
catalizador para los gobiernos del Altiplano que Evo dijo no
utilizaría. Pero, en medio de su desgaste, ha recurrido al
nacionalismo: en enero señaló a su Congreso que esperaba recuperar
Atacama, y este mes emplazó a Chile a que le hiciera una propuesta
marítima concreta, hasta el 23 de marzo, el Día del Mar. Antes logró
que su Constitución Política exigiera denunciar el Tratado de Paz con
Chile si no se satisface su pretensión, y conocemos de presiones para
que Bolivia recurra a la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Difícilmente podrá alterarse ese curso de los acontecimientos mediante
la racionalidad, con ofertas de integración económica o mediante
propuestas de conceder enclaves sin soberanía para actividades
bolivianas en nuestro territorio. La aspiración marítima boliviana es
precisa, demanda acceso soberano al mar y requiere cesiones y
renuncias de soberanía que son inaceptables, con implicancias en las
relaciones con Perú, para el juicio sobre delimitación marítima en La
Haya y para la seguridad nacional.

Si bien las tensiones diplomáticas con Chile son más que probables,
por el momento parecería que no hay peligro inminente de rebeliones en
Bolivia como las del Oriente Medio. Por ahora el Presidente Morales,
al igual que Cristina Kirchner, carece de una oposición organizada y
unida, cuenta con las Fuerzas Armadas y la economía no está en crisis
todavía. Para adelante, en cambio, los factores que lo favorecen
pueden revertirse y no son descartables violentas convulsiones
marcadas por un componente étnico más fuerte y agresivo que nunca.

LA DONNA

Lo mejor de la mujer ocurre
cuando desconoce el poder
del encanto y fascinación
que genera a su alrededor
cada vez que es ella misma.
 
La larga cola de la novia
es la vereda que conduce
hasta ella al novio desorientado.
 
No hay nada más conmovedor
que una mujer de carácter fuerte
que se muestra vulnerable.
 
El llanto de una mujer,
la mayor fuerza hidromotriz del planeta.
 
Cuando una mujer
te plancha la solapa con la mano
ya estás perdido.
 
Cuando la mujer
pide ensalada de frutas para dos
perfecciona el pecado original.
 
En la manera
de matar la colilla
contra el cenicero
se reconoce a la mujer cruel.
 
La novia que le regala una billetera al novio,
comienza ya a administrar su patrimonio.
 
Aquella mujer me miró como a un taxi desocupado.
 
Cuando la mujer al despertar es más bella que el amanecer,
el día está completo y el ocaso no le hará sombra.
 
 
DON & DNA
 
El sutil equilibrio
que logra mantener
una mujer enamorada
entre su independencia natural
y su estado emocional,
es lo que va engrandecer a la pareja
unidos por el precioso e invisible vínculo
de doble espiral del amor entrelazado con la libertad.
 
_________________________________________________
RGDLS + another

El origen, el gran diseño, Dios y el azar...[Conjunto de artículos y cartas publicados

en el diario El Mercurio a lo largo de febrero de 2011.
(Hasta el vi 25/02/2011, por el momento;
una columna y algo así como 25 cartas)
en que participan, entre otros,
Agustín Squella, Álvaro Fischer, Francisco Claro,
Alfonso Gómez y Sergio Melnick...
 
Se agregó la dirección en internet
que incluye la discusión en los blogs respectivos.
No están en orden cronológico.
No todas las cartas tienen la misma relevancia en el debate,
pero cada uno puede escoger el orden y jerarquía que prefiera.]
 
El gran diseño
por Agustín Squella
Viernes 04 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/04/el-gran-diseno.asp
 
A propósito del universo, de nuestra galaxia, del sistema solar del
que formamos parte, del planeta Tierra en particular, y de la
existencia en éste de condiciones para la vida, es posible constatar
algo así como un diseño. Incluso -como titula Stephen Hawking su
último libro- es razonable hablar de "El gran diseño". Sin embargo, la
tesis del físico británico es que ese diseño no requirió de la
intervención de ninguna divinidad.
Hombres y mujeres podrán seguir creyendo que en el origen, desarrollo
y término de todo cuanto nos rodea están la presencia e intervención
de un Dios que los creó como seres excepcionales dentro del ámbito más
vasto de lo que llamamos universo. Es probable que al exhalar su
postrer suspiro el último hombre pronuncie un solo nombre, el de Dios.
La fe en un ser superior es indestructible y nadie está tampoco por
destruirla, al menos no Hawking ni su colaborador en este libro, el
doctor en física y guionista de cine Leonard Mlodinow. Lo que ambos
sostienen es que la creación del universo y las propiedades
afortunadas de nuestro sistema solar que permitieron el desarrollo de
formas sofisticadas de vida -entre ellas la humana-, y que otros toman
como pruebas de la existencia de Dios, son hechos y circunstancias en
parte azarosos y en parte gobernados por leyes, y nada evidencia que
tengan que ver con veleidades y caprichos de dioses o de demonios. El
diseño aparentemente milagroso de formas vivas pudo resultar sin la
intervención de un Ser Supremo, tal como en su hora explicaron Darwin
y Wallace, y la astrofísica actual está mirando incluso más allá de
nuestro universo, así como antes fue capaz de mirar más allá de la
Tierra, más allá del sistema solar del que ella forma parte y más allá
de la galaxia en que ese sistema se encuentra, para darse ahora de
narices con la existencia de múltiples universos. Cientos de millones
de estrellas en una misma galaxia, cientos de millones de galaxias en
nuestro universo y, ahora, probablemente, cientos de millones de
universos, todo lo cual da cuenta del insignificante y afortunado
punto que ocupamos como residentes de un pequeño planeta ubicado en
los suburbios de una modesta galaxia, hasta el punto de que bien
podríamos ser unos simples convidados de piedra en la vastedad
inconmensurable del cosmos.
 
La hipótesis del multiverso, si bien aún no verificada, transformaría
en un islote apartado no sólo a la Tierra, al sistema solar del que
forma parte y a la galaxia en que este último se encuentra, sino a
nuestro propio y completo universo. Un islote en medio de un conjunto
hasta ahora insospechado de universos paralelos, gobernados
posiblemente por leyes distintas, aunque el término "multiverso" fuera
utilizado ya en el siglo XIX por William James y resulte frecuente
hallarlo también en el frío género literario de la ciencia ficción.
Hawking suscribe la hipótesis del multiverso y considera que ella pone
contra las cuerdas a las creencias religiosas. El cardenal arzobispo
de Viena, Christoph Schönborn, cree que se trata sólo de una perversa
invención para eludir las evidencias a favor de un diseño inteligente,
de origen divino, inmanente a la naturaleza. Y hay también
astrofísicos creyentes que no sólo admiten la plausibilidad de la
hipótesis, sino que declaran que ella fortalece la prueba de la
existencia de Dios.
 
Por lo mismo, tienen razón quienes sostienen que la idea del
multiverso alienta tanto la imaginación científica como la de tipo
religioso, puesto que ambas encuentran ahora un campo mucho más amplio
donde elucubrar y disputar, prolongando de ese modo la antigua,
inevitable y beneficiosa tensión entre el pensamiento y los hallazgos
de la ciencia y el anhelo y los dogmas de las religiones.
 
Cartas
Fernando Ugarte Vial
Domingo 06 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/06/dios-o-azar.asp

Señor Director:
 
Agustín Squella intenta disuadirnos, una vez más, de que el origen del
Universo es obra del azar, y no de Dios. Cabe señalar que el concepto
de azar no es propiamente el de una causa, sino que alude a la
producción de un efecto o al surgimiento de alguna realidad que no se
explica por el orden causal que se está considerando, pero esa
realidad no carece de causa, porque nada puede pasar del no ser al ser
por sí mismo; la coincidencia se debe a otro orden causal, que no
estaba en nuestra mira, y que viene a conectarse con el primero.
Ahora bien, ¿qué causa la coincidencia o conexión de ambos órdenes
causales?, porque también eso ha de tener una causa. Es la causa
primera, la independiente, Dios Creador, que se compara a sus
creaturas como un artífice a sus artefactos —según el decir de santo
Tomás—, y que tiene en su mente el plan del gobierno del universo: la
Ley eterna. Ella dirige todos los actos y movimientos al bien común de
éste, que es la participación de todas las creaturas en la bondad de
Dios y la manifestación de su gloria. La aplicación de la Ley eterna a
un caso particular en el gobierno del mundo se llama Divina
Providencia. Como dice Aristóteles, no existe el azar en sí, sino que
es algo que depende de la inteligencia que rige el universo: no se
podría hablar de azar si no hubiera causalidad, leyes naturales e
inteligencia rectora, como no se podría hablar de moneda falsa si no
hubiera moneda verdadera.
 
Cartas
Manuel Uzal
Lunes 07 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/07/dios-o-azar-1.asp
 
Señor Director:
 
A propósito de la discusión sobre el origen del universo, parece haber
una coincidencia: éste parece obedecer a un "diseño", vale decir, a un
plan o proyecto predefinido. La pregunta que surge es: ¿Cuál es el
origen más lógico para ese diseño? Las respuestas que se han dado son
dos: una inteligencia creadora o el mero azar. Dado que todo plan o
proyecto supone un "alguien" que lo elabore -o diseñe-, parece poco
probable que "algo" como el mero azar esté detrás de todas las leyes y
formas sofisticadas de vida que a diario contemplamos y descubrimos en
la creación.
 
Cartas
Agustín Squella
Martes 08 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/08/el-gran-diseno-1.asp

Señor Director:
 
A raíz de las reacciones que produjo mi columna, y junto con
recomendar la lectura del libro de Hawking del mismo título, cabría
señalar que, paso a paso, y desmintiendo multitud de relatos
mitológicos y religiosos que sostienen todo lo contrario, la ciencia
moderna ha demostrado que el planeta que habitamos es sólo un ínfimo
detalle en la inmensa jardinería del Universo, lo cual produce una
comprensible angustia en seres habituados durante milenios a creer que
constituíamos una especie única que ocupaba un lugar central y
privilegiado en medio del Universo. Una angustia que se acrecienta
ahora con la posibilidad de que existan muchísimos universos paralelos
regidos por leyes diferentes a las del nuestro. Pero bien podríamos
atemperar esa angustia con la satisfacción de alcanzar el conocimiento
y abandonar la oscuridad y el error.
 
Todo lo que sostiene Hawking es que el Universo tiene un diseño y que
la gracia de la ciencia es que puede llegar a comprenderlo, sin
necesidad de echar mano de la hipótesis de un Dios creador, mediante
el descubrimiento de leyes indiferentes, finamente ajustadas entre sí,
y que no se encuentran a merced de uno o más seres sobrenaturales.
Todavía más: cree el físico británico que la ciencia llegará a
explicar no sólo cómo se comporta el Universo, sino también por qué,
jubilando de paso no únicamente a las religiones, sino también a la
filosofía.
 
Gústenos o no, los científicos, no otros colectivos humanos, "se han
convertido en los portadores de la antorcha en nuestra búsqueda de
conocimiento", lo cual no excluye que algunos, o tal vez muchos,
prefieran no saber y continuar anclados en visiones del Universo y de
la vida humana que les resulten más consoladoras que aquella que
proporciona la actitud científica de mirar la realidad a la cara.
 
Cartas
Álvaro Fischer
Martes 08 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/08/dios-o-azar-2.asp

Señor Director:
 
El señor Fernando Ugarte Vial (carta publicada el domingo), en
polémica respecto de las causas del origen del universo con Agustín
Squella, afirma que todo debe tener una causa, que "nada puede pasar
del no ser al ser por sí mismo". Posteriormente, agrega que hay una
causa primera e independiente: Dios Creador, que, se entiende, es el
que hizo pasar del "no ser" al "ser" a todas las creaturas del
universo.
 
Pero, si nada puede pasar del no ser al ser por sí mismo, ¿qué es lo
que hizo aparecer a Dios? ¿Por qué el señor Ugarte vulnera el
principio citado la primera vez que intenta aplicarlo?
 
Debo concluir, entonces, que la afirmación de que Dios es la causa
primera e independiente de todo, no es una consecuencia de los
principios descritos por el señor Ugarte, sino tan sólo un postulado
que él propone, que no se sostiene en nada más que su propia
"creencia".
 
Cartas
Francisco Claro
Viernes 11 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/11/el-origen-y-dios.asp
 
Señor Director:
 
La existencia de Dios no se pone en juego por la necesidad o no de un
creador en el acto de inicio del universo. Si alguien dice "no
necesito a Dios para explicar el origen", no está afirmando que Dios
no existe, sino sólo que bastan las leyes de la física para explicar
ese origen y lo que sigue.
 
Donde aparece más genuinamente la pregunta acerca de Dios es en la
interrogante "¿de dónde vienen las leyes de la física?". Lo
verdaderamente misterioso son esas leyes, ese orden universal que se
ajusta tan sorprendentemente al lenguaje matemático, y el que seamos
capaces de hacer un relato preciso y detallado de cómo ha evolucionado
la materia desde el origen de acuerdo a tales leyes. En una palabra,
como decía Einstein, que el universo sea "comprensible".
 
Si uno encuentra tirado un libro titulado "Veinte Poemas de Amor y una
Canción Desesperada", la existencia de Neruda no se pone en juego por
el objeto en las manos ni las manchas de tinta en sus páginas, sino
por el hondo significado y singular belleza de las palabras que usa y
combina.
 
Cartas
Álvaro Fischer
Domingo 13 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/13/el-origen-y-dios-1.asp

Señor Director:
Aunque, como correctamente argumenta Francisco Claro en carta
publicada el viernes 11, si la ciencia tiene una explicación de la
creación del universo que no requiere invocar a Dios, ello no implica
su inexistencia, tampoco implica lo contrario.
 
Si, por otra parte, la pregunta sobre Dios surge del misterio de la
mera existencia de las leyes de la física, como sugiere Francisco y,
en consecuencia, el Dios resultante sólo permite resolver ese
misterio, entonces lo que aparece no es el Dios que los seres humanos
buscan -uno que intervenga en sus asuntos mediante orientación moral,
consuelo, ayuda o apoyo-, sino uno ausente, que no sirve a los
propósitos religiosos de la mayoría. Si Dios sólo sirve para explicar
el universo, se trata de una explicación ad hoc que nada explica en
verdad. Es como develar los misterios sin resolverlos.
 
Con todo, la ciencia tampoco tiene hoy una explicación total del
universo ni está en condiciones de resolver todas las preguntas. Si es
así, si ni Dios ni la ciencia proveen de una explicación que responda
las preguntas, ¿cómo enfrentar esa situación?
 
Hay al menos dos formas: una es la de quienes prefieren seguir
creyendo en una explicación divina, de arriba hacia abajo, pues eso
les satisface y no les produce inconvenientes intelectuales; y la
otra, es la de quienes pensamos que la mejor forma para entender el
mundo la provee el método científico, que pacientemente avanza de
abajo hacia arriba, mediante la formulación de modelos sustentados en
conceptualizaciones crecientemente más apropiadas, contrastables con
la evidencia empírica, cuyos resultados se someten a la aprobación de
los pares, en un incesante camino por entender la realidad como un
todo, aunque no se sepa si se llegará finalmente a ello.
 
Cartas
Francisco Claro
Martes 15 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/15/el-origen-y-dios-2.asp
 
Señor Director:
 
Cuando la pregunta acerca de Dios se hace en relación con la
existencia de la materia, su enfoque adecuado es el origen de las
leyes de la física que la gobiernan. Pero si se hace en relación con
el fenómeno humano, entonces conviene agrandar la pregunta, porque la
afirmación de que el hombre es una consecuencia de sólo las leyes de
la naturaleza ya implica una postura -la llamada posición
reduccionista-, y las preguntas fundamentales deben ser anteriores a
las posturas ideológicas. En mi carta del viernes 11 me referí sólo a
la "pregunta chica" abordada en estas columnas -la del origen del
universo-, y no fue mi intención hacer afirmación alguna acerca de la
relación de Dios con los hombres y mujeres de este mundo, como la que
lee entre líneas Álvaro Fischer, según su aporte del 13 de febrero. Si
nos vamos a la "pregunta grande", la del hombre, entonces hay que
hablar de conciencia, libertad y otros temas delicados que
difícilmente caben en el breve formato de estas cartas.
 
Con su lucidez habitual, Álvaro nos plantea como alternativas de
acceso a la verdad la religión y la ciencia, suscribiendo
explícitamente esta última. Con sorprendente certeza, el método
científico nos ha permitido comprender muchas cosas acerca de la
naturaleza, incluido el estado actual del universo como resultado de
una larga evolución todavía en desarrollo. Sin embargo, aún hay
grandes vacíos, como el inicio mismo, que parece evadirse
obstinadamente, oculto en alguna escurridiza y desconocida teoría que
permita tratar el primer instante de manera confiable. Otros grandes
vacíos más cotidianos que no explica aún el método científico son,
claro, la belleza de una flor o la de una cantata de Juan Sebastián
Bach.
 
Haciendo un gran acto de fe en este método, sin embargo, supongamos
que los vacíos se irán llenando. La comprensión de la naturaleza y del
fenómeno humano se perfeccionará paso a paso, salvo en un aspecto: su
sentido. El método no alcanza el sentido de las cosas, vacío inmenso
que algunos llenan asegurando simplemente que no lo hay, y otros,
haciendo ese otro gran acto de fe que es aceptar un Dios creador,
activo en la historia personal.
 
Estos dos actos de fe no son excluyentes, pudiendo alguien que cree en
Dios creer también en el método científico, y apoyarse en ambos en su
búsqueda personal de la verdad.
 
Cartas
Álvaro Fischer
Jueves 17 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/17/el-origen-y-dios-3.asp
 
Señor Director:
 
La carta de Francisco Claro del martes 15 es un magnífico esfuerzo por
sintetizar los problemas involucrados en la discusión sobre el origen
y Dios. Aun a riesgo de abusar de sus lectores, me permitiré usarla
como excusa para agregar algunas reflexiones que intenten explicitar
el nudo de nuestras diferencias.
 
Francisco sostiene que mi punto de vista -asumir que el origen de las
leyes de la física y el de los seres humanos son preguntas
pertenecientes al mismo ámbito- es una postura ideológica, pues
implica tomar posiciones antes de responder las preguntas. Y tiene
razón. Pero, la postura contraria, la que él asume, es decir, que el
ámbito de la física y el de los seres humanos y su sentido, son
ámbitos distintos, también es, en el lenguaje de Francisco, una
postura ideológica, un supuesto antes de responder las preguntas. Es
que no hay cómo comenzar a buscar respuestas sin partir con postulados
iniciales, en este caso, materiales o divinos.
Mi posición es materialista y monista; reduccionista, como dice
Francisco, pero en el sentido preciso y razonable que le asigna el
filósofo Daniel Dennett al término. La suya me parece una postura
dualista -que separa cuerpo y mente, cerebro y conciencia, materia y
alma-, como si fueran sustancias de esencias distintas, o alguna
variante de esa postura. La materialista se construye de abajo hacia
arriba; la otra, de arriba hacia abajo.
Ambos son puntos de partida posibles. Sin embargo, la mirada
materialista, que es la de la mayoría del mundo científico, a pesar de
no haber logrado obtener todas las respuestas aún, presenta una
cosmovisión en permanente avance, capaz de unificar el ámbito de la
física y sus leyes con el ámbito de la vida y sus significaciones y
propósitos, coherente en lo epistemológico y consistente con la
evidencia empírica. En cambio, la postura dualista no sólo tiene que
hacerse cargo de probar qué es aquello que está fuera del ámbito
material (o afirmarlo como axioma), sino que cuando le adscribe al
Universo un origen divino, termina proponiendo como explicación de su
origen a un Dios que, o bien no interfiere con los asuntos humanos,
pues sólo creó el mundo y sus leyes, y, por lo tanto, no satisface las
motivaciones religiosas de quienes son creyentes, o bien interviene en
sus vidas, y se transforma en una postura incompatible con las leyes
de la física, así como con las de la biología.
 
Por eso es que para comprender el mundo, muchos hemos preferido tomar
como punto de partida el método científico ("fe" en la ciencia, como
dice Francisco), pues su consistente progreso sobre la base de
hipótesis tentativas falsables, resultado del esfuerzo colectivo y
sistemático de tantas personas a través de los últimos siglos, se
funda en nuestras capacidades humanas para extraer regularidades de lo
que observamos, sin recurrir a respuestas divinas ad hoc que no
podemos verificar empíricamente, y que nada agregan como explicación,
salvo explicarlo "todo" como un axioma único, mediante un acto de fe
no desafiable.
 
Cartas
Francisco Claro
Lunes 21 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/21/el-origen-y-dios-i-2.asp
 
Señor Director:
 
En carta anterior me refería a la "pregunta grande" en el contexto de
la existencia de Dios como aquella que incluye no sólo a la materia
inanimada, sino también al fenómeno humano. Hasta ahora la física como
tal se ha ocupado de la "pregunta chica", que se refiere a la materia
y su comportamiento, sin intentar abarcar manifestaciones tan
complejas como la conciencia y la libertad, atributos totalmente
ausentes en una piedra o en un copo de nieve, por organizado que
aparezca en su geometría fractal.
 
Para profundizar algo en la cuestión grande pregunto, ¿qué es la
libertad? Cuando elegimos algo entre varias opciones, ¿violamos acaso
alguna ley de la física? Mis acciones, esta carta por ejemplo, ¿están
determinadas desde el Big Bang, de modo que la alternativa de escribir
esto o aquello es una mera ilusión? ¿Permiten las leyes del mundo
perceptible que habitamos la existencia de una auténtica libertad?
 
Y respecto a la conciencia, ¿qué es? ¿Tiene una mosca algún grado de
conciencia? ¿Y un delfín? Y si lo tuvieran, ¿cuál es la naturaleza de
la brecha con nuestro lenguaje y razón?
 
Se trata de preguntas abiertas que el hombre común hoy responde más
desde un paradigma que desde una racionalidad fundada. En estos
dominios -la conciencia y la libertad- la física ocasionalmente ha
tenido hallazgos relevantes, pero está muy lejos aún de demostrar que
nos entregará las respuestas finales. Personalmente, me intriga por
ejemplo la posibilidad de que el hombre se comprenda cabalmente a sí
mismo. ¿No habrá un principio por ahí al interior de la propia
ciencia, no descubierto aún, que lo impida?
Ante este escenario incierto, y aun siendo la física mi profesión, me
inclino hoy por un mundo en el cual los paradigmas "método científico"
y "presencia divina" se consideran de auténtico valor. No soy
partidario de visualizarlos como alternativas excluyentes, aunque sí
considero que sus ámbitos de búsqueda son planos diferentes que no
deben confundirse. Incluso en lugares de sutil encuentro -como ese
punto singular que llamamos "origen del universo"- puede haber aportes
a la verdad desde ambos planos si se mantiene el principio de que una
visión no debe invadir autoritariamente el territorio de la otra.
 
Contemporáneamente la ciencia nos ha traído muchas cosas buenas, como
un fundado relato de la evolución del universo y una medicina que ha
duplicado la expectativa de vida en pocas décadas. Y la creencia en
Dios también, como esa pasión del Padre Hurtado que hizo posible el
Hogar de Cristo, o una Teresa de Calcuta que dedicó ejemplarmente su
vida a los más pobres en la India.
 
Si respetamos los diferentes ámbitos en que se manifiestan y nos
mantenemos alejados de sus peores expresiones -las armas nucleares en
el caso de la ciencia o los desmesurados fanatismos en el caso de las
religiones-, creo que ciencia y fe pueden andar juntas ayudando al ser
humano como especie, así como en su búsqueda íntima de explicación y
sentido.
 
Cartas
Alfonso Gómez M.
Domingo 20 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/20/a-ciencia-cierta-tercera-via.asp

Señor Director:
 
El intercambio epistolar entre Francisco Claro y Álvaro Fischer
figurará en mi recuerdo -y en el de muchos- como una rica y nutritiva
instancia del verano 2011. El sempiterno duelo entre el creyente y el
no creyente, articulado por cada uno de ellos con lucidez, pasión,
elegancia y el más completo respeto por el ocasional contendor,
contrasta con la vulgaridad y las descalificaciones a las que nos
tienen habituados la política, el fútbol y la farándula, las tres
grandes fuentes de enfrentamientos en nuestra sociedad durante el año
completo.
En la fina contienda entre el físico-músico defensor de la existencia
de Dios y el ingeniero-matemático que la niega, permítaseme alzar la
voz en el nombre de los que pertenecemos al involuntario limbo de los
agnósticos, quienes declaramos no contar estructuralmente con los
elementos necesarios para dirimir a ciencia cierta esa disyuntiva.
 
He intentado tomar partido por uno u otro bando cada noche y cada día
de mi vida, desde que tengo conciencia de mí mismo: observando el
cielo, releyendo viejos y nuevos libros, intentando seguir los
alucinantes desarrollos de la física contemporánea, acudiendo incluso
a la perspectiva que desde la meditación y la biología nos ofrece el
inolvidable Francisco Varela; pero vuelvo una y otra vez al mismo
ángulo, como viajando por una espiral donde lo único que me surge es
declararme asombrado y agradecido por esta entrada gratis al breve e
insondable espectáculo de lo humano. En este sentido, el limbo
epistemológico no debe llamar a desprecios ni a compasiones. Está de
nuestro lado la así llamada "intuición" como consuelo, y -cuando no
alcanza con ella- es siempre posible hacer un guiño al sentido del
humor. (¿De qué otra cosa se ha nutrido don Nicanor Parra durante su
larga y fértil existencia?). No es tan malo admitir desde el asombro
la pequeñez y la inmensidad de nuestra condición humana; simplemente
que no sabemos y que tal vez nunca sepamos, a "ciencia cierta",
gracias a Dios...
 
Cartas
Sergio Melnick
Martes 22 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/22/el-origen-y-dios-6.asp

Señor Director:
 
Comparto en plenitud las opiniones de Francisco Claro. Si el ser
humano es parte inseparable del universo, una física que no explique
esa parte del universo es francamente muy incompleta. La gran teoría
unificada que buscamos, no sólo debe unir el cosmos con la estructura
de la materia, sino también el paso intermedio a escala universal, que
es el ser humano. Epistemológicamente, sin embargo, una parte nunca
podrá entender el todo. O, como señaló el teorema de la incompletitud
de Gödel, un sistema lógico no se puede explicar a sí mismo. Se
necesita una meta matemática. Se necesita la pregunta de la fe, del
misterio absoluto. No basta con que la física sea coherente desde el
big bang -como sostiene Hawking-, se necesita la respuesta del porqué.
Y se necesita simplemente, porque existe desde siempre, no la podemos
olvidar.
 
El deseo del ser humano de llegar a entenderse racionalmente a sí
mismo no tiene destino realmente auspicioso. El mayor misterio del
universo es precisamente que haya misterio, es que nos hagamos
preguntas tan curiosas como la libertad, el origen, o la existencia de
Dios. Es decir, que nos preguntemos el porqué. La ciencia no está
realmente interesada en esa pregunta, sino más bien en el cómo, el
cómo funcionan las cosas.
La ciencia dice que a iguales causas, iguales efectos. Pero las causas
nunca serán exactamente iguales, porque necesariamente ocurren en
tiempos distintos, y en un universo que es diferente en cada instante.
Es como el dicho de Heráclito, no se puede cruzar el mismo río dos
veces. La ciencia busca verdades universales, pero el hombre tiene
experiencias fenomenológicas únicas, y se pregunta el porqué, que es
universal, y que es lo que nos une. La ciencia se pregunta por lo
verdadero y lo falso. La fe por el bien y el mal. Lo verdadero no es
idéntico al bien. Las actuales clonaciones experimentales de seres
humanos hacen verdadero ese conocimiento, pero no necesariamente hacen
bien. La ciencia es necesaria, pero el cultivo de los valores es
indispensable para la real sobrevivencia. Los valores provienen de la
pregunta del porqué, no del cómo.
 
En fin, cualquiera sea el mejor camino, lo primero es felicitarlos por
mantener este debate que ilumina un poco más que la farándula y la
política. Lo segundo, es que sólo la tolerancia y la altura de las
ideas -como es esta amable conversación de los lectores- serán las que
produzcan los mejores resultados.
 
Cartas
Ramón Florenzano Urzúa
Director de Investigación UDD
Jueves 24 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/24/el-origen-y-dios-8.asp

Señor Director:
 
En la última semana se han intercambiado interesantes y polémicas
ideas acerca de la necesidad del concepto de Dios para explicar el
origen del hombre. La visión de Álvaro Fischer, así como la de Agustín
Squella, replantean la ilusión iluminista del siglo XIX sobre la
posibilidad de explicar los misterios que nos rodean desde la ciencia.
Darwin, Marx y Freud fueron una triada ilustre que marcó al siglo XX
con los avances que gatillaron en biología, sociología y psicología, y
seguirán dando frutos en el futuro. Caen, sin embargo, sus epígonos
del siglo XXI en la misma falacia que sus maestros del XIX: tener
teorías acerca del comienzo no explica lo que sucede en los individuos
o sociedades adultas.
 
El saber, gracias a Freud, acerca de la importancia del desarrollo
temprano y del rol del apego materno en la mayor o menor estabilidad
emocional adulta no implica que sepamos cómo tratar a los adolescentes
drogadictos. La falacia genética, en psicoanálisis, consiste en creer
que si sabemos de dónde viene un conflicto neurótico, podemos sanar a
la persona. La teoría social marxista plantea que si conocemos el
origen de los conflictos entre los grupos sociales, podemos lograr una
sociedad estable y justa agudizando la lucha de clases. Los
iluministas del siglo XX que hicieron la promesa incumplida del
dominio material de la realidad -y de la sociedad- plantearon tal como
sus epígonos actuales que no se necesita a Dios ni para explicar el
origen ni para tener una sociedad tolerante y justa.
 
Tal como una intervención externa es un elemento posible para explicar
el origen de las especies (o de nuestra especie), para comprender el
desarrollo social puede ser necesaria una ética no autosustentada,
sino basada en una teología. Si uno sigue al pie de la letra a Darwin,
a Freud o a Marx, llega a fenómenos que hemos vivido en el siglo que
termina: la supervivencia de los más fuertes, la sociedad narcisista
de Occidente o la tragedia de los socialismos reales. Es importante
reconocer la necesidad de un apoyo mutuo de la ciencia y la religión.
Tal como la Iglesia Católica posibilitó el surgimiento de la ciencia
después del Renacimiento, una actitud de respeto mutuo puede permitir
el desarrollo de individuos y sociedades estables en el siglo que
comienza.
 
Cartas
Sergio Rillón
Viernes 25 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/25/el-origen-y-dios-9.asp
 
Señor Director:
 
En torno al epígrafe de estas líneas se han venido publicando en esta
sección cartas que en definitiva enfrentan posiciones antagónicas
entre quienes afirman la existencia de Dios y su acción creadora del
universo y quienes la niegan bajo distintos aspectos.
 
Quienes han escrito, lo han hecho con argumentos que quieren ser
serios y a veces extremadamente densos tanto desde el punto de vista
religioso, filosófico y científico. El tema es inmenso e imposible de
reducirse al espacio de una carta.
 
No pretendo adentrarme en la densidad de los argumentos expuestos.
Frente a ellos me ha tocado la suerte de encontrarme precisamente en
estos días con algunas lecturas refrescantes de la liturgia de la
misa. Las dos primeras se expresan por San Pablo, el único Apóstol
designado por Cristo ya resucitado, que en la carta a los Hebreos
expresa: "sabemos que la Palabra de Dios configuró el universo, de
manera que lo que está a la vista no proviene de nada visible".
 
El mismo Apóstol, dos días después, en la misma liturgia, pero ahora
en carta a los Corintios, señala: "Si alguno de vosotros se cree sabio
en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio. Porque la
sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: 'Él
caza a los sabios en su astucia'. Y también: 'el Señor penetra los
pensamientos de los sabios y conoce que son vanos'".
Cristo, por su parte, en el Evangelio de San Mateo, expresa: "Yo te
bendigo, Padre, Señor del Cielo y de la Tierra, porque has ocultado
estas cosas a sabios y a inteligentes y se las has revelado a
pequeños".
Qué angustiosa aparece la situación de los ateos que en determinados
puntos esenciales llegan de la nada a la nada. Este pesado encierro
obliga a grandes esfuerzos de esclarecimientos que les sean
suficientes.
En este sentido, digno es de mencionar una obra de gran enjundia bajo
el título "El Mundo, creación de Dios", de Johann Auer, en una obra
que realizó con Joseph Ratzinger. (Edit. Herder, Barcelona, 1979.)
 
Cartas
Agustín Squella
Miércoles 16 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/16/el-origen-y-dios-i.asp

Señor Director:
 
Tiene razón Francisco Claro cuando afirma, en carta de ayer, que hay
vacíos tanto de conocimiento como de sentido. Pero no parece un
destino digno para las religiones que vivan de tales vacíos,
etiquetando cada uno de ellos con la palabra "Dios", hasta el momento
en que el método científico elimina alguno de los vacíos de
conocimiento, como lo hace constantemente, o la autonomía de las
personas decide sobre las cuestiones de sentido, como también hace
crecientemente, sin refugiarse en el espejismo de Dios.
 
Recuerdo que en una de las conferencias que Claudio Magris dio en
Chile, éste nos recordó que la vida de cada individuo no es más que un
brevísimo haz de luz entre dos inconmensurables oscuridades -la que
precedió a su nacimiento y la que se producirá luego de su muerte-,
pero que, entretanto, "bien podemos tomarnos un vaso de vino", donde
"vino" no alude a ese exquisito licor que hacemos de las uvas, sino a
todo aquello por lo que cada persona opta para dar algún sentido a su
vida. Un sentido que bien puede escamotearse adjudicándolo a Dios o
ser buscado de manera consciente por cada individuo, admitiendo la
posibilidad de que lo establezca sólo a medias (que será siempre lo
más probable) o que lo ignore e incluso lo cancele del todo.
 
Cartas
Dr. Santiago Ibáñez Langlois
Miércoles 16 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/16/el-origen-y-dios-ii.asp
 
Señor Director:
A sabiendas de que este es el gran tema de la humanidad, me atrevo a
sugerir modestamente algunos puntos de reflexión:
 
1. El método científico en el cual creo, y es parte de mi vida
cotidiana, intentará con el paso del tiempo (años, siglos, millones de
años?) develar con cada vez más certeza la explicación de cómo sucedió
el inicio del universo. Y la ciencia efectivamente podría no necesitar
a Dios para la explicación de "cómo" sucedieron esa secuencia de
hechos. A eso se aboca la ciencia: sólo a explicar cómo sucedieron. No
a explicar "por qué" sucedieron. En ese detalle hay un salto cuántico:
sólo la filosofía y la teología sugieren el porqué e intuyen la
existencia de Dios. No le corresponde a la ciencia demostrar su
existencia o inexistencia, no tiene armas ni nunca las tendrá para
ponerle punto final a esta interrogante. Un "antes del Big Bang" es la
nada, sin tiempo ni espacio, y los creyentes creemos en un Dios que
está más allá de las dimensiones tiempo/espacio, y de la creación de
la materia.
 
2. Es cierto que para dicha explicación científica, lo que nos deja
atónitos son las fuerzas de la naturaleza (desde la fuerzas nucleares
que organizan a las partículas subatómicas, hasta la gravitacional que
ordena el universo cósmico de galaxias, etc.), que son las mismas que
facilitan el ordenamiento y la evolución de la materia biológica y
bioquímica, tan absolutamente maravillosa que nos permite lo que
sucede en este instante: que un individuo persona exprese unas ideas
abstractas comprensibles por otros y discutan sobre ello. De la nada a
la complejidad más sorprendente. Si a la disyuntiva azar o no azar, la
respuesta intuitiva, nunca demostrable por método científico alguno,
corresponde al saber humanista y no científico.
Por último, me parece sensato que los que creemos en un Dios
sobrenatural y todopoderoso, no intentemos ponerle el pie encima a los
agnósticos, por la suerte de tener fe o el extasiarse por el orden del
universo; eso no basta para barrer con toda duda existencial. Sólo
creemos en una intuición que nos parece humildemente certera, racional
y maravillosa.
 
Cartas
Pedro Pablo Correa Fontecilla
Sábado 19 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/19/el-origen-y-dios-5.asp

Señor Director:
 
Quiero felicitar a Francisco Claro y a Álvaro Fischer por la altura y
profundidad del intercambio epistolar que han titulado El origen y
Dios, como asimismo a "El Mercurio" por su publicación. Con la
intención de colaborar con aquellos lectores menos versados en estos
temas, he puntualizado aquellos aspectos más relevantes de la
controversia.
 
1º La religión y la pregunta sobre Dios nace de la incógnita sobre si
la vida tiene o no sentido (preguntas grandes, según Francisco Claro),
y no para responder sobre el origen del hombre o del universo
(pregunta chica).
 
2° La principal, aunque no la única, pregunta sobre el sentido es
sobre la muerte y su significado. En esta misma línea, Camus,
lúcidamente, afirmó que "juzgar si vale la pena o no vivir la vida es
responder a la pregunta fundamental".
 
3º Del punto anterior se desprende que la religión nace, al contrario
de lo que afirma Álvaro Fischer, desde abajo, desde una realidad que
angustia.
 
4º Con respecto a las preguntas grandes, la verdad es que la ciencia
hasta ahora no ha hecho nada para responderlas.
 
5º Con respecto a la pregunta chica, se puede afirmar con cierta
certeza que la ciencia sólo se articulará con Dios cuando responda la
pregunta ¿por qué hay algo, y no la nada? (siendo esos "algo" las
leyes naturales de la física, la energía, los universos paralelos, o
lo que sea que exista).
 
6° Para el cristianismo, la única intervención probada de Dios en la
Tierra fue la Encarnación; o sea, no fue una intervención de Dios
desde fuera del mundo y, por tanto, de la ciencia, como quiere Álvaro
Fischer que actúe Dios para demostrar su existencia, sino que fue una
intervención desde dentro, desde la realidad del hombre. Esta
intervención divina tuvo como objetivo responder a la pregunta "si
vale o no la pena de vivir la vida", y no de responder a la pregunta
sobre el origen del universo.
 
Cartas
Hernán Echaurren Vial
Viernes 18 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/18/el-origen-y-dios-4.asp

Señor Director:
 
En su carta de ayer, don Álvaro Fischer nos declara su postura
materialista "capaz de unificar el ámbito de la física y sus leyes con
el ámbito de la vida, coherente en lo epistemológico y consistente con
la evidencia empírica". Veamos entonces qué nos dicen hoy las leyes de
la física y la evidencia científica respecto del origen del universo.
 
En primer lugar, debemos considerar la universalidad de la Segunda Ley
de la Termodinámica, que nos indica que el universo necesariamente
tiene que haber tenido un principio. La evidencia empírica de este
principio es el Big Bang , proceso ampliamente aceptado por la
comunidad científica como el modelo cosmológico válido. Por otro lado,
tenemos la universalidad de la relación causa-efecto en el mundo
natural. Todo lo que observamos en el mundo natural está sujeto a esta
relación; por lo tanto, el universo también tiene que ser el resultado
de una causa anterior, fuera del ámbito de lo natural, de un creador.
 
Al no aceptar esta realidad basada en la evidencia científica,
tendríamos que atribuir al universo características propias de una
deidad como el ser capaz de crearse a sí mismo o crear orden a partir
del desorden, lo que sería una forma de panteísmo. O tendríamos que
afirmar que el universo ha existido siempre o que el universo se
generó espontáneamente de la nada, lo que se contradice con las leyes
de la física, la lógica y la evidencia empírica.
 
En definitiva, las leyes de la física y la evidencia científica
apuntan hacia la existencia de un creador y contradicen una postura
materialista como la que postula el señor Fischer.
 
Cartas
Karin Ebensperger Ahrens
Miércoles 23 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/23/el-origen-y-dios-7.asp
 
Señor Director:
 
En relación con el interesantísimo intercambio de opiniones que se ha
publicado en "El Mercurio" sobre la supuesta contradicción entre el
pensamiento científico y la creencia en Dios, quisiera recordar el
gran aporte de Grecia.
 
El griego fue el primer pueblo antiguo que separó el mito del logos,
todo un cambio para la humanidad, regida hasta ese entonces por
teocracias que no permitían desafiar las verdades impuestas por los
sacerdotes o las tradiciones. Así desarrollaron la filosofía (amor a
la sabiduría). Reconocieron que los dos ámbitos tienen un rol
fundamental y distinto. Mientras el pensamiento mitológico se refiere
al alma humana y su relación con lo divino, el logos o conocimiento
permite hacer las preguntas sobre el origen del universo y de la vida
a través de métodos científicos. Ninguno es superior, son ámbitos
diferentes, como lo son el amor y el raciocinio. Lo destacable es que
existió una sociedad que aceptó el desafío de la duda al orden
impuesto, aunque hubo momentos de excepción, como cuando el gobierno
de Atenas le impuso a Sócrates la muerte con cicuta por alterar el
raciocinio aceptado en ese momento. El hecho es que prevaleció la
filosofía de cuestionar las supuestas verdades por la vía de demostrar
sus contradicciones.
 
Los griegos nos dejaron las grandes preguntas y la reflexión, esencia
de la condición humana tantas veces conculcada. Sus llamados teoremas
eran saberes integrales (a diferencia de la especialización actual),
que incluían nociones de matemática, geometría, psicología, astronomía
y muchas formas de aproximarse al mundo y al conocimiento. Los
presocráticos eran notables en sus reflexiones sobre el arqué (el
origen, de ahí arqueología), y así, Tales de Mileto habló del agua
como principio de toda vida; Heráclito, del fuego y del movimiento
continuo; Demócrito, de las partículas que conforman todo y que llamó
átomos; Parménides, del ser esencial que permanece por sobre el
devenir... fueron muchísimos los pensadores que culminan con Sócrates,
Platón y Aristóteles, quienes aportaron un sistema filosófico
fundamental para la humanidad y para el cristianismo, que tomó de
ellos gran parte de su doctrina, y le agregó los dogmas.
 
En el mundo actual, cuando la ciencia nos abre caminos pero no tiene
la respuesta definitiva sobre el origen del universo, y cuando
sectores conservadores de la Iglesia se complican para acoger bien las
legítimas dudas de muchos, tal vez hay que volver a admirar a los
griegos y su capacidad de combinar el mito y su percepción íntima de
lo divino, con el logos que apela a la racionalidad e inteligencia
humanas. Supieron incluir lo metafísico y los argumentos científicos,
por lo cual sus pensamientos han prevalecido por milenios y son la
base del concepto de libertad en Occidente.
 
 
Cartas
Arturo Eckholt Williamson
Lunes 14 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/14/dios-y-big-bang.asp

Señor Director:
Dada la magnífica carta del señor Francisco Claro, publicada el viernes,
quisiera contribuir en algo respecto del misterio de nuestro origen y Dios.
 
Sabemos que las explosiones generan desorden, caos y muchas veces
fatalidades, pero cuando son conducidas por manos expertas generan
efectos controlados y benéficos. Es inconcebible pensar que después de
la explosión del Big Bang, teoría que daría origen al universo, ésta,
por sí misma, generara la maravillosa armonía de los equilibrios y
movimientos que lo mantienen en orden durante el transcurso del
tiempo. No hay peor ciego que el que no quiere ver: la Creación es
conducida por las manos expertas de Dios.
 
Cartas
Jorge Schaerer Contreras
Sábado 12 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/12/dios-o-azar-3.asp

Señor Director:
 
En su libro "Una Breve Historia del Tiempo", Stephen Hawking sugería
que no había incompatibilidad entre la existencia de un Dios creador y
la comprensión científica del universo. Ahora, en "El Gran Diseño",
escrito en conjunto con el físico Leonard Mlodinow y mencionado por
Agustín Squella y Álvaro Fisher (Cartas, febrero 8) para sostener la
inexistencia de Dios, rechaza la hipótesis de Isaac Newton, según la
cual el universo no puede haber surgido del caos gracias sólo a las
leyes de la naturaleza, sino que tuvo que haber intervenido Dios en su
creación.
Afirma que "las nuevas teorías científicas hacen redundante el papel
de un creador del universo" y pone como ejemplo que, "dado que existe
una ley como la de la gravedad, el universo pudo y se creó de la
nada". La verdad es que ni él ni nadie sabe cuál es el origen del
fenómeno físico conocido como gravedad, que explica la interacción de
los objetos a escala cósmica. Al igual que en el caso de Dios, su
existencia sólo es conocida por sus efectos.
 
Cartas
Miguel A. Vergara VIllalobos
Sábado 12 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/12/el-gran-diseno-3.asp

Señor Director:
Si el universo tiene un diseño, como sostiene Hawking y apoya
entusiastamente don Agustín Squella en carta publicada el 8 de
febrero, significa que detrás hay una inteligencia que lo creó de esa
manera y no de otra.
Si algún día la ciencia logra desentrañar las leyes que lo rigen, lo
hará con la gracia del "Diseñador". No veo por qué habrían de
desaparecer la filosofía y la religión; incluso no estaría de más
rezar para apurar el descubrimiento de aquellas leyes.
 
Cartas
Dr. José Peña Martínez
Lunes 14 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/14/dios-o-azar-4.asp

Señor Director:
 
Para el hombre con fe no existe la pregunta;
para el hombre sin fe no existe la respuesta.
 
Cartas
Martín Subercaseaux S.
Lunes 21 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/21/el-origen-y-dios-ii-2.asp
 
Señor Director:
 
La ciencia aprende, la religión enseña. La duda es el motor de una, la
otra se sostiene en la fe.
Reinan sobre campos tan distintos que es imposible hacerlas converger.
Así de simple.
 
Cartas
Óscar Larraín Roa
Miércoles 23 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/23/origen-y-la-fisica.asp
 
Señor Director:
 
Luego de seguir atentamente la discusión sobre el origen del Universo,
ya no me cabe duda de que Dios creó el Universo...,
y para que tuviera un orden, creó la física.
 
Cartas
Osvaldo Rodríguez
Jueves 24 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/24/el-origen-de-dios.asp
 
Señor Director:
 
¿Alguien me puede informar quién encendió el fósforo que produjo el Big Bang?
 
Cartas
Cristián Letelier Aguilar
Jueves 17 de Febrero de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/02/17/la-fe-de-un-nino.asp
 
Señor Director:
 
Interesante la discusión filosófica que se ha suscitado en esta sección
acerca del origen y Dios, lo cual me ha traído a la memoria una anécdota.
 
Corría enero de 1984 y Jaime Guzmán nos convocó a una tertulia con don
Jorge Alessandri, quien estimaba que, viviendo sus últimos años de
existencia, era oportuno contar su vida pública directamente a la
juventud. Concurrimos unos 100 o más jóvenes entusiasmados por
escuchar a tan dilecto y apreciado hombre público. La verdad es que
esa reunión fue notable e inolvidable, pues don Jorge se refirió a
distintos temas y personajes, opiniones y frases que jamás se me
olvidarán.
 
Respecto al tema de la fe, y del origen del hombre, contó que él como
ingeniero siempre tuvo dudas acerca de ciertas cosas y hechos. Como
creer en ciertos pasajes de la Biblia que superaban o vencían ciertos
principios de las leyes físicas. Ante tal situación, que contravenían
las creencias religiosas enseñadas por su señora madre, adquiridas
desde pequeño, resolvió acudir a un sacerdote de nombre Cayetano, que
ejercía su ministerio en la Catedral Metropolitana. Allí, don Jorge le
manifestó sus dudas de fe, y el sacerdote le aconsejó "mire, don
Jorge, no se plantee más esas cosas, usted crea como un niño y no
tendrá jamás esos problemas de fe". "Le hice caso a este santo varón,
y jamás me he planteado más nada en esta materia, sólo he creído como
un niño en la fe cristiana", nos confidenció don Jorge. Sabia decisión
que hemos seguido también nosotros.

ASI SOMOS por RAFAEL GUMUCIO

Así somos
por Rafael Gumucio
Diario Las Últimas Noticias
 
No veo quién pueda
ofenderse con la descripción
que hace Jaime Bayly de los chilenos.
 
Feos, creídos,
avaros, cornudos,
conservadores y desleales;
es todo lo que nos hemos
empeñado en mostrarles
a los vecinos que somos.
 
Todo lo que,
con palabras más suaves,
suele enorgullecernos.
 
Cada vez que podemos,
nos felicitamos de nuestra relativa riqueza,
de nuestro más que relativo esfuerzo
y de nuestra cuestionable raigambre europea.
 
Nos hemos empeñado
en ser temidos antes que amados.
 
Nos hemos dedicado a ignorar
para que no nos conozcan.
 
Le hemos hecho la guerra a nuestro instinto
para que brille en todo su esplendor nuestro desprecio
 
Bayly,
o el personaje de su novela,
ha tenido la amabilidad
de creer nuestras mentiras.
 
Nos ha comprado nuestra propaganda.
 
Pero la verdad
es mucho menos halagadora
que todo este desahogo.
 
La verdad, la triste verdad,
es que no somos ni siquiera
trabajadores o ahorrativos
y por desgracia
no son tan casquivanas
nuestras mujeres como parecen.
 
Somos eso,
pura apariencia.
 
Un proyecto permanente,
una idea de país.
 
Una ilusión
que debería sentirse feliz
de poder al menos
desilusionar a alguien.

GREGUERÍAS

 
El polvo está lleno de viejos y olvidados estornudos...
 
Cuando está el armario abierto, toda la casa bosteza...
 
Abrir un paraguas es como disparar contra la lluvia...
 
Al pastelero le crece el gorro mientras bate el merengue...
 
Después de usar el dentífrico nos miramos los dientes con gesto de fieras...
 
Trueno: caída de un baúl por las escaleras del cielo...
 
Roncar es tomar ruidosamente sopa de sueño...
 
El limosnero vende el vacío de la mano...
 
El camello tiene cara de cordero jorobado...
 
La cebra parece el negativo de su radiografía...
 
Cuando escarba el toro en la arena
parece estar escarbando la fosa del torero...
 
Los pingüinos son unos niños
que se han escapado de la mesa
con el babero puesto...
 
Lo más difícil de digerir en un banquete
es la pata de la mesa que nos ha tocado en suerte...
 
Cuando anuncian por el altavoz
que se ha perdido un niño,
siempre pienso que ese niño soy yo...

INVIERNO EN VERANO

Ayer, jueves Santiago se bañó de magia.

Un resplandor proveniente del poniente
destacaba por contraste
los cerros de la cordillera de la costa
mientras una fina lluvia áurea
que caía en diagonal
se desprendía de un cielo nuboso y grisáceo
que permanecía suspendido sobre mi cabeza.

Me encontraba contemplando esa maravilla
cuando el paisaje comienza a inundarse
con una luz enceguecedora
bañando de tonalidades ambarinas
este extenso valle al que Darwin,
la primera vez que lo contempló,
describiera como un mar interior.

Las laderas de los cerros,
humedecidas por la lluvia
y las hojas de los árboles recién lavadas
se agitaban movidas por el frescor
de un viento perfumado de fragancias.

Parecían saludar todas al unísono
a un sol que antes de despedirse
entregaba la tibieza de sus últimos rayos,
como para recordarnos que el verano
aún no termina
y que lo propio del invierno
también tiene sus bellezas,
sobre todo si nos sorprende
con un intempestivo aguacero veraniego.

Por un momento,
Santiago pareció convertirse
en el centro del verano chileno,
en el que las bellezas de norte al sur
y de nuestro extenso litoral
quedaban comprendidos
bajo el espectacular arcoiris
-hermoso, amplio y pleno-
que terminó coronando
la epifánica tarde estival
después del temporal.

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OTRA MIRADA

Hay ciertos intangible que proporcionan identidad;
como la luz de Chile de la que habla Ernesto Rodríguez.
 
Y no es lo único. Tenemos tanto
y no sólo el paisaje y una rica biodiversidad
(no comparable, por cierto, a la de las selvas tropicales,
pero así a escala mundial en lo que se refiere
a clima mediterráneo...y lo estamos perdiendo).
 
Pero hay otros intangibles, que tienen que ver
con la condición de Finis terrae y de constituir
una especie de isla que queda cerquita de América del Sur.
 
Tiene que ver con la mirada.
Desde otros lugares del mundo
cuesta ver incluso,
dónde queda Chile.
 
Nosotros los vemos a todos
desde nuestra peculiar
y privilegiada perspectiva.
 
Y si levantamos la mirada, también.
 
Si hasta el pueblo mapuche tenía una mirada
especial para contemplar el cielo.
 
A diferencia de esa construcción artificial
con que se designan tradicionalmente
las constelaciones, uniendo arbitrariamente
con líneas imaginarias, estrellas
de una región del cielo para conformar
figuras como la Osa Mayor, por ejemplo,
la cultura mapuche, en un cielo transparente
y cuajado de estrellas veía figuras
en los rincones oscuros que quedaban.
 
Algo sin duda más natural.
Una forma distinta de mirar.
 
Tal vez es esa mirada distinta
en un paisaje terrenal y estelar
tan grandioso que 'deja para adentro'
y que nos ha dado poetas
de tal variedad y envergadura,
lo que Chile pueda, en parte,
aportar al mundo, además
de minerales, frutas vinos
y todo lo que seamos capaces de producir,
como valor agregado.
 
Por lo demás, esa mirada al cielo
se ha plasmado concretamente
en los grandes telescopios
y redes de radiotelescopios del norte.
 
Para el 2018, el verdadero Bicentenario,
en nuestro país estará algo así
como el setenta por ciento
de la infraestructura astronómica
del planeta.
 
¿Querían grandes obras para el Bicentenario?
Allí tienen una.

El conocimiento de las plantas y animales silvestres...

Existe todo un campo de la ciencia llamado etnobiología
que estudia el conocimiento que tienen los pueblos
de las plantas y los animales silvestres de su entorno.
 
Estos estudios se han concentrado especialmente
en los escasos pueblos de cazadores-recolectores
que aún existen, así como en los pueblos agricultores
que dependen todavía en gran medida
de los alimentos silvestres y los productos naturales.
 
Los estudios indican generalmente que esos pueblos
son enciclopedias andantes de historia natural,
con nombres individuales (en sus respectivas lenguas locales)
para al menos mil especies vegetales y animales,
y con un conocimiento detallado de las características biológicas,
la distribución y los posibles usos de esas especies.
 
A medida que la gente pasa a depender de modo creciente
de plantas y animales domesticados, este conocimiento tradicional
pierde gradualmente su valor y acaba por perderse,
hasta que se llega a los compradores de supermercados modernos
que no sabrían distinguir una gramínea silvestre de una leguminosa silvestre.
 
_________________________________________
 
Armas, gérmenes y acero
Breve historia de la humanidad
en los últimos trece mil años
Jared Diamond
Obra distinguida con el Premio Pulitzer
Debate - Random House Mondadori, S.A.
(Barcelona, 2006)

Comparando ingenios humanos y dispositivos de selección natural‏

Cuanto más de cerca se observan
las tecnologías de la selección natural
y del ingenio humano, menos similares parecen.
 
Pero a la luz de su situación común,
cabría haber pensado que no es así.
 
En nuestro planeta la vida ha proliferado
a lo largo de varios miles de millones de años,
mientras que nosotros hemos construido objetos
durante, más o menos, un millón:
un tiempo dilatado para que las exigencias
que esto comportaba se dejaran sentir.
 
Sin embargo, las diferencias básicas persisten:
 
· La naturaleza utiliza menos superficies planas
y más superficies curvas que nosotros.
 
· Nuestro mundo es ante todo rectilíneo,
mientras que la naturaleza muestra
poca preferencia por los ángulos rectos.
 
· Nuestros dispositivos están constituidos
por muchos componentes mecánicamente independientes,
pero individualmente homogéneos.
La naturaleza emplea pocos componentes
cuyas propiedades varíen internamente.
 
· Los diseños de la naturaleza aprovechan
la difusión, la tensión superficial y el flujo laminar;
a nosotros nos importa más la gravedad,
la conductividad térmica y la turbulencia.
 
· Nosotros solemos diseñar
según un criterio de rigidez adecuada,
mientras que la naturaleza
parece preocuparse más
por una buena resistencia.
 
· En parte como consecuencia,
nuestros artefactos tienden a ser quebradizos,
mientras que los de la naturaleza son más resistentes.
 
· Otra consecuencia: nuestros objetos se mueven
sobre contactos deslizantes entre objetos rígidos;
los de la naturaleza se curvan, se retuercen
o se estiran en unos puntos predeterminados.
 
· Como resultado adicional
nosotros solemos minimizarl
a resistencia aerodinámica
mediante cuerpos aerodinámicos de forma fija,
en cambio la naturaleza suele hacer esto mismo
con cuerpos no rígidos que,
bajo la acción de los flujos, se reconfiguran.
 
· La tecnología humana hace
un uso enorme de los metales,
mientras que los materiales metálicos
(excepto en los materiales
que contienen átomos de metal)
están totalmente ausentes en la naturaleza.
 
· La consecuencia es que utilizamos
la ductilidad de los metales
para evitar la propagación de fisuras.
La naturaleza también lo hace,
pero con esponjosidad y materiales compuestos.
 
· Generalmente, nosotros
cargamos materiales en compresión.
La naturaleza suele cargarlos en tensión.
 
Por esto, nosotros recurrimos
a cizalladuras preventivas,
como los clavos y el mortero,
para mantener unidos objetos alineados.
 
· Las estructuras
con revestimientos tensionales exteriores
y fluido presurizado en el interior
no sólo son más corrientes,
sino también más diversas
en los diseños naturales
que en los humanos.
 
· Para estos sistemas hidrostáticos y aerostáticos,
el líquido predominante en la naturaleza es el agua,
mientras que nuestras estructuras contienen
preferentemente aire u otros gases.
 
· Nosotros hacemos uso profuso y diversificado
de dispositivos rodantes basados en la rueda y el eje.
Pero, en la naturaleza, los objetos raramente ruedan,
y sólo se conoce una rueda y un eje verdaderos.
 
· Nuestros primeros aparatos
capaces de imprimir movimiento, los motores,
se basan en la rotación o en la expansión.
En la naturaleza, la mayor parte aprovechan
el deslizamiento por contracción.
 
· La mayoría de nuestros motores
extraen energía mecánica
de las diferencias de temperatura,
mientras que todos los motores naturales
son isotérmicos.
 
· En la tecnología humana, lo más frecuente
es que las palancas amplíen la fuerza
a expensas de la distancia.
En cambio, en la naturaleza,
las palancas más corrientes
amplían la distancia a expensas de la fuerza.
 
· Nuestros dispositivos almacenan trabajo mecánico
en forma de energía eléctrica, cinética,
gravitacional o elástica. La naturaleza emplea
principalmente las dos últimas, y todavía más la última.
 
· Nuestros dispositivos de transporte por fluido
acostumbran a intercambiar caída de presión por flujo,
pero los transformadores equivalentes
son raros en la naturaleza.
 
· Durante mucho tiempo, los barcos de superficie
han desempeñado un papel muy importante
en la tecnología humana, pero la naturaleza
tiene una abrumadora preferencia por los submarinos.
 
Nuestras factorías empequeñecen
los objetos que producen.
Las factoría de la naturaleza
hacen productos mayores
que ellas mismas.
 
· Nosotros creemos que nuestros dispositivos son mejores
cuando el mantenimiento que necesitan es mínimo.
Los dispositivos de la naturaleza están reconstruyéndose
continuamente.
 
· Nuestra tecnología es tan seca como húmeda
es la de la naturaleza.
 
______________________________
 
Ancas y palancas
Mecánica natural y mecánica humana
Steven Vogel
Metatemas 63 - Libros para pensar la ciencia
Editorial Tusquets (Barcelona, 2000)

Beauchef 850 (last version)‏

Acaba de llegar a mis manos
un libro titulado Tiempos
Beauchef, lugar de mil lecturas
con planos e imágenes
de los edificios emplazados
entre la avenida Blanco Encalada
y Tupper (costado Parque O'Higgins
(antiguo Parque Cousiño,
donde incluso desfilamos),
Beauchef y la Plaza Ercilla.
 
Se trata del conjunto de edificios
que conformaron la antigua
Escuela de Ingeniería,
de la Universidad de Chile,
y forma parte de las obras
que se realizaron en torno
al centenario de nuestra independencia:
la Biblioteca Nacional,
el Museo Nacional de Bellas Artes.
 
Beauchef 850 corresponde a la dirección
en que se encuentra el acceso principal
a la actual Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas.
 
El mes próximo se cumplen cuarenta años
desde que un puñado georgians
egresados el año anterior del colegio
formamos parte del contingente
de 800 alumnos (incluidas unas pocas alumnas)
a ese complejo, que era bastante más
que una cárcel matemática para mentes cuadradas.
 
Seguramente olvidaré a varios: entre ellos recuerdo a Lorenzo
Gazmuri,Pedro Hurtado, Ricardo Villaseca, Arturo Grez, Eduardo
Mitjans, Mario Rengifo, Pedro Correa, Alberto Spoerer, Eduardo Donoso,
Joaco Errázuriz, Lucho Cabezón,  Juan Carlos Croxatto, Jorge Solís,
Rodrigo Undurraga,  José Miguel Amenábar,  Patricio Montt (creo) e
incluso, tal vez Felipe Expósito  que después estudió y se recibió de
arquitecto... y alguien que no merece aparecer en este selecto
listado: Rafael Rosende.
 
Habían otros que estudiaron ingeniería, en la Católica
como Felipe Del Río, José Rafael Campino, Víctor Ossa,
Fernando Valenzuela, José Miguel Eyzaguirre...Pedro Ramírez (no estoy
seguro si estudió en la UC o en la Chile...ah, también Manuel
Pellegrini (que aunque terminó en el Manquehue
estuvo varios años con nosotros...)
 
 
o Pocho Huneeus que estudió en Valparaíso,
y se graduó de ingeniero eléctrico
en la Universidad Federico Santa María.
 
Por supuesto la memoria es frágil
y debo estar confundiendo a algunos
y olvidando a otros.
 
Nombres de profesores inolvidables: Igor Saavedra,
el 'Tata' Domingo Almendras, Moisés Mellado,
Raúl Bravo,  Luis Levet, Luis Uribe, Cipriano Cruz,
Romualdo Tabensky, Carlos López, Danilo Villarroel,
Patricio Martens, Óscar Wittke, Lincoyán González, Pierre Crepy, los
jóvenes Rafael Benguria; Florencio Utreras, ,
 Mario Ahués, Eric Goles, Carlos Conca, etc.
(cada uno puede confeccionar su listado personal)
 
Había un gran variedad de personas y personalidades,
muchos de ellos brillantes, intelectualmente curiosos,
temerarios a la hora de enfrentar abstracciones,
muchas veces camufladas en un aura de aridez.
 
También mucha efervescencia, asambleísmo
y discusiones y hasta incidentes mayores
en aquellos convulsionados años setentas.
 
Hace pocos meses en el Alto Las Condes
me encontré con  Igor Saavedra /"Rigor" Saavedra,
el egregio profesor, ingeniero eléctrico
y doctorado a fines de los años cincuenta
en Manchester bajo la dirección de Abdus Salam,
un físico paquistaní que llegara a obtener
el premio Nobel por sus contribuciones fundamentales
a la física de altas energías, particularmente
el papel que jugó en la llamada unificación electro-débil
(interacciones electromagnéticas y nucleares débiles).
 
Me di el gusto de saludar a Igor
y de decirle que cuando veía en Septiembre pasado,
en medio de la celebración del Bicentenario,
tantas banderas enarbolando nuestra independencia,
parte de nuestro estandarte patrio, al menos para mí,
me recordaba al profesor Saavedra
que nos recordaba y exortaba siempre
a ejercer la independencia intelectual,
el pensamiento que no se deja influenciar
por modas o presiones; que escucha, que pondera
y que valientemente expresa libremente
su pensamiento buscando abrir surcos
hacia un nuevo conocimiento,
desarrollado desde acá
y el engrandecimiento del país.

COMPRIMIENDO ESTRELLAS.

Existen unos cuatrocientos mil millones de soles en nuestra galaxia
y al menos el mismo número de galaxias en el universo visible.
 
Si todas ellas se compactaran hasta alcanzar el tamaño
de una pelota de baloncesto y se apilaran unas junto a otras,
el volumen resultante sería equivalente al tamaño de nuestro planeta.
 
Extractado del libro del físico Lawrence M. Krauss,
ATOM - A single Oxygen Atom's Odyssey from the Big Bang to Life on
Earth...and Beyond
Little, Brown & Company (Boston, 2002)
Existe traducción en castellano, lleva por título Historia de un Átomo
Encuadernación: Tapa blanda ISBN: 9788493369835
Primera edición :2001 PAMPLONA

STING EN CHILE

Ahora que viene nuevamente Sting al Festival de Viña,
trayendo su última producción: Symphonicities,
he vuelto a ver en Youtube algunas de sus presentaciones en vivo.

De todas las veces que ha venido a Chile
(tres o cuatro veces, tal vez más),
lo vi la vez que se presentó en San Carlos de Apoquindo
(muy tarde por un problema con los traslados
de equipo desde Argentina, si no recuerdo mal,
pero con el inmenso bonus de poder ver
y escuchar al gran James Taylor
-aunque un estadio no sea el lugar ideal
para una música tan personal, íntima y entrañable
como la de él.

Encontrando valioso
esa inquietud permanente de exploración
del prolífico cantautor británico,
que siempre está rodeado
por músicos de primer nivel,
me parece que aunque este reciente esfuerzo
de ir más allá de realizar unos previsibles
arreglos sinfónicos, intentando
reimaginar completamente
en términos orquestales
una selección de sus temas,
pareciera evidente que algo se pierde
en este formato, particularmente
la dinámica y fuerza
de sus mejores temas.

Por ejemplo, se puede comparar
cómo suena I Hung my Head en vivo,
con Sting, muy bien en la voz y el bajo;
una letra redonda,
más esa fuerza y ritmo que le imprimen
músicos como Vinnie Colaiuta en la batería,
Kenny Kirkland en los teclados
(qué lástima que lo hayamos perdido,
estaba presente en la presentación
en el estadio de la Católica),
Dominic Miller, los vientos...
http://www.youtube.com/watch?v=ErP93Hkt9xY

Aunque resulte agradable escuchar Symphonicities
(lo debe ser aún más con The Royal Philharmonic Concert Orchestra,
the London Players y the New York Chamber Consort)
igual pienso que, tal vez, no sea necesario tanto,
el resultado no resulta proporcional al esfuerzo.

Si queremos algo tranquilo, más que la sinfonía,
basta con un cuarteto y temas especiales
como 'My Ain True Love'
(de la banda de sonido del film Cold Mountain)
con la voz protagónica de Alison Krauss,
un par de cuerdas y una muy tenue segunda voz de Sting
tocando un instrumento de cuerdas medieval, el laúd (o algo similar).
http://www.youtube.com/watch?v=8z7xKfKySUY

http://www.sting.com/discog/

Distinciones sutiles y provocativas‏

Estados Unidos es el país pobre
más rico del mundo
y creo que el más violento...
 
Elizabeth Subercaseaux
 
Estados Unidos no es un gran país,
es una gran potencia (decía Borges),
que no es lo mismo.
Creció demasiado rápido
y no tuvo tiempo de madurar.

Variedad e intensidad‏

No es el mejor viajero
el que acumula más destinos,
sino quien más intensamente los vive.
 
Claudio Almarza

Apertura de mente...‏

El cerebro es como un paracaídas:
sólo sirve si se abre.
 
Ricardo Castagnón

Las componentes de la evolución...‏

La evolución tiene una componente vertical
que afecta a la complejidad de los organismos
y otra vertical que afecta a su diversidad.
 
Jorge Wagensberg

Derechos, bien y felicidad humanas‏

Los filósofos políticos clásicos,
como Platón y Aristóteles,
no hablaban de derechos,
sino del bien humano
y de la felicidad humana,
así como de los deberes
y virtudes necesarios
para alcanzarlos.
 
El uso moderno
del término "derechos"
es más pobre,
porque no abarca
todo el conjunto
de fines superiores humanos
contemplados por los filósofos clásicos.
 
Sin embargo, también es
más democrático,
universal y fácil de entender.
 
Las grandes luchas por los derechos
libradas desde las revoluciones
francesas y americana son testimonio
de la prominencia política de este concepto.
 
La palabra "derecho" implica un juicio moral
(así lo ejemplifica la expresión inglesa:
is that the right thing to do?)
y es nuestra principal puerta al debate
sobre la naturaleza de la justicia
y sobre aquellos fines
que consideramos esenciales
para nuestra humanidad.
 
Francis Fukuyama
Posthuman Society
[en castellano traducida como
El Fin del Hombre
Suma de Letras, S.L.
Ediciones B (Madrid, 2003)]

Programando el universo...‏

En sus raíces,
el universo es un polvo de formas binarias.
Ese es el polvo del espacio-tiempo.
 
Peter W. Atkins, Creation revisited
[Traducido al castellano con el título:
Cómo crear el mundo
Crítica / Grijalbo-Mondadori (Barcelona, 1995)]

Complejidad y complicación‏

Todavía no he visto un problema,
por complicado que fuera, que,
al examinarlo correctamente,
no se volviera aún más complicado.
 
P. Anderson
[citado por John D. Barrow
en 'Teorías del Todo'
Editorial Crítica, Colección Drakontos
(Barcelona, 1994]
 
La complicación enturbia la mirada,
la complejidad la enriquece.
 
Claudio Di Girólamo

KRAKATOA AL ESTE DE JAVA.....CINERAMA STA LUCIA....1965...?

Krakatau, que antiguamente se llamó equivocadamente Krakatoa,
una isla del tamaño de Manhattan a medio camino
entre el estrecho de Sonda, entre Sumatra y Java,
desapareció la mañana del domingo 27 de agosto de 1883.
 
Fue despedazada por una serie de poderosas erupciones volcánicas.
 
La más violenta ocurrió a las 10.02 de la mañana,
y reventó hacia arriba como la explosión
formada por una gran bomba nuclear,
con una fuerza estimada equivalente
a 100-150 megatoneladas de TNT.
 
La onda expansiva que creó viajó
a la velocidad del sonido alrededor del mundo,
alcanzando el lado pouesto de la Tierra cerca de Bogotá, Colombia,
diecinueve horas más tarde, desde donde rebotó de vuelta a Krakatau
y luego de vuelta otras veces hasta realizar al menos
siete recorridos constatados sobre la superficie terrestre.
 
Los sonidos audibles, parecidos al cañoneo distante de un barco en apuros,
se despalzaron hacia el sur a través de Australia hasta Perth, hacia
el norte hacia Singapur,
y al oeste a 4.600 kilómetros de distancia, hasta la isla Rodríguez,
en el océano Indico,
la mayor distancia recorrida por un sonido transportado por el aire en
toda la historia conocida.
 
Cuando la isla se hundió en la cámara subterránea vaciada por la erupción,
el mar se precipitó en su interior para llenar la caldera recién formada.
 
Una columna de magma, rocas y cenizas se elevó en el aire a 5
kilómetros de altura,
después cayó hacia tierra, empujando el mar hacia fuera en un tsunami
de 40 metros de altura.
 
Las grandes olas de marea, parecidas a negras colinas
cuando se avistaron por primera vez en el horizonte,
cayeron sobre las costas de Java y Sumatra,
barriendo pueblos enteros y matando a cuarenta mil personas.
 
Los segmentos que atravesaron los canales y llegaron a mar abierto
continuaron como olas que se expandían alrededor del mundo.
 
Las olas tenían todavía un metro de altura
cuando llegaron a la costa de Ceilán, ahora Sri Lanka,
donde ahogaron a una persona, su última víctima.
 
Treinta y dos horas después de la explosión llegaban a Le Havre, Francia,
reducidas finalmente a ondas de pocos centímetros de altura.
 
Las erupciones levantaron más de 18 kilómetros cúbicos de rocas y
otros materiales en el aire.
 
La mayor parte de esta tefra, como es llamada por los geólogos,
cayó rápidamente en forma de lluvia sobre la superficie,
pero un residuo de aerosol de ácido sulfúrico y de polvo
rebosó hasta una altura de 50 kilómetros
y se difundió alrededor de la Tierra a través de la estratosfera;
durante varios años estuvo produciendo puestas de sol
de brillante color rojo y anillos episcopales,
coronas opalescentes que rodean el Sol.
 
En Krakatau la escena era apocalíptica.
 
Durante las horas del día, a los que se hallaban
lo basante cerca para ver las explosiones
les parecía que el mundo entero llegaba a su fin.
 
En el momento culminante de las 10.02,
el bergantín norteamericano W.H.Besse
se dirigía hacia el estrecho a 84 kilómetros
al este-noreste de Krakatau.
 
El primer oficial anotó en su cuaderno de bitácora
que se oyeron estampidos terrorificos seguidos
de
 
"una pesada nube negra que se elevaba desde la dirección de la isla de
Krakatoa;
el barómetro cayó una pulgada de golpe, subiendo y bajando de pronto
una pulgada cada vez;
llamé a toda la tripulación, aferré todas las velas firmemente, lo que
apenas se había terminado
cuando la turbonada golpeó el barco con fuerza terrorífica; dejé caer
el ancla de babor
y toda la cadena en la cajonada, mientras el viento aumentaba hasta un huracán;
dejé caer el ancla de estribor; se había estado oscureciendo desde las
9 de la mañana
y, cuando la turbonada nos golpeó, era más oscuro que ninguna noche
que yo hubiera visto;
era medianoche a mediodía; una fuerte lluvia de cenizas llegó con la grupada,
y el aire era tan denso que se hacía difícil respirar; noté asimismo
un fuerte olor de azufre,
y todos los tripulantes pensaban que iban a ahogarse. Los terribles
ruidos procedentes del volcán,
el cielo lleno de relámpagos, bífidos, que corrían en todas
direcciones y que hacían la oscuridad
más intensa que nunca; el aullido del viento a través del aparejo, todo formaba
una de las escenas más salvajes y horribles imaginables, una escena
que nadie a bordo olvidaría jamás,
pues todos creían que habían llegado los últimos días de la Tierra. El
agua se dirigía hacia nosotros
desde la dirección del volcán a una velocidad de 12 millas por hora; a
las 4 de la tarde
el viento se había moderado, las explosiones casi habían cesado, la
lluvia de cenizas ya no era tan intensa;
de este modo pude ver las cubiertas; el barco estaba recubierto con
toneladas de finas cenizas
parecidas a piedra pómez, que se pegaban a las velas, a los aparejos y
a los mástiles como cola."
 
Extracto del capítulo 2 del libro de Edward O. Wilson,
titulado 'La Diversidad de la Vida, publicado en español
por Editorial Crítica, Colección Drakontos (Barcelona, 1994)
 
Información acerca de esta y otras erupciones volcánicas disponible en:http://erupcionesvolcanicas.blogspot.com/