El síndrome de “Felipe II”: procedimientos largos, burocráticos y excesivos controles, estudios y eternas discusiones, que terminan por retardar buenos y necesarios proyectos de inversión, tal como ocurría durante la colonia‏

CLEMENTE PÉREZ, DIARIO LA TERCERA, MIÉRCOLES 21 DE MAYO DE 2014HTTP://VOCES.LATERCERA.COM/2014/05/21/CLEMENTE-PEREZ/EL-SINDROME-DE-FELIPE-II/

El síndrome de “Felipe II”

La infraestructura no forma parte del discurso central de la Presidenta Bachelet. Sin embargo, hay algunos anuncios de este 21 de mayo que no pueden pasar inadvertidos.

Uno de los temas centrales tiene que ver con los recursos hídricos. Tal vez lo más potente sea al mismo tiempo lo más quitado de bulla: la construcción de 15 pequeños embalses.Esta es una forma concreta y muy efectiva de mejorar la seguridad de riego. Es probable que la reforma al Código de Aguas acapare titulares de diarios y de curso a un nutrido debate ideológico, pero sus implicancias prácticas me temo que serán menores. También es probable que se mantenga el programa de grandes obras de riego, y de hecho se anunció la licitación del anhelado embalse de Punilla en la región del Bío Bío, pero pienso que serán los embalses pequeños los que más van a ayudar a enfrentar estos períodos de sequía. Dejar atrás las obras faraónicas, que tardan décadas y que cuentan con escaso aporte de los agricultores beneficiados, y pasar a implementar un programa de pequeños embalses puede ser tan potente como el programa de agua potable rural, de caminos básicos, y de estadios, pues le mejoran la vida a miles de chilenos.

En materia de integración, cabe destacar que se mantiene el compromiso presidencial con algunos proyectos emblemáticos, de aquellos que trascienden los períodos presidenciales, y que es tarea para sus ministros lograr avances concretos. Tal es el caso del Puerto de Gran Escala y del Corredor Multimodal de Carga, ambos seguramente conectados, pero que aún falta determinar su ubicación, y del Puente del Chacao en Chiloé.

La definición del Puerto de Gran Escala no será fácil. Dos ciudades emblemáticas pugnan por ser las beneficiarias de esta tremenda inversión. A favor de Valparaíso se cuenta el menor costo del proyecto, su mejor infraestructura logística, y su mayor relevancia urbana, mientras que a favor de San Antonio obra la mayor disponibilidad de espacio físico y una mayor convicción de su vocación portuaria como ciudad. La definición es urgente, pues cerca de un 40% del producto nacional depende de las exportaciones, la inversión en puertos toma mucho tiempo y ya existen señales de congestión y de incapacidad de recibir a los enormes barcos llamados “post Panamax”. Esta difícil decisión será tomada al más alto nivel y de hecho es la propia Presidenta la que acaba de dar el balazo inicial de la competencia.

Cabe señalar también como gran anuncio, de esos que constituyen conquistas sociales, la construcción de 190 kilómetros de ciclovías y de 30 parques urbanos nuevos. La gente hoy demanda mayor calidad de vida, y para eso hace tiempo que se ha ido tomando espacios públicos. Algunos peatones reclaman contra ciclistas que usan veredas, pero eso es sólo temporal. Una vez que los ciclistas adquieren una masa crítica que les permite hacerse respetar, se bajan a la calle y se transportan sin contaminar ni congestionar, haciendo una ciudad culta y sana. Las ciclovías permiten acelerar ese proceso.

Por último, para los que creemos en la importancia de las instituciones, tal vez el anuncio más relevante de este 21 de mayo sea la preparación de un proyecto de ley que creará la Agencia Nacional de Concesiones. Llevamos casi una década de semi paralización de este importante instrumento de inversión. América Latina padece de lo que se ha denominado “el síndrome de Felipe II”: procedimientos largos, burocráticos y excesivos controles, estudios y eternas discusiones, que terminan por retardar buenos y necesarios proyectos de inversión, tal como ocurría durante la colonia. Es de esperar que esta nueva instancia no signifique agregar, sino sustituir y mejorar, procedimientos de generación de proyectos de infraestructura, que permitan al sector privado y público responder con los desafíos que Chile necesita de cara al siglo XXI.