No es tiempo de tonteras

Lo de Enersis es incomprensible. Una empresa de ese calibre, con un directorio de ese peso, no puede cometer errores de esta magnitud.

por Andrés Benítez - 04/08/2012 - 04:00

LO DE Enersis es simplemente una tontera por donde se lo mire. Cuando los temas que más marcan el país son la desigualdad, el abuso a las minorías o a los consumidores, el que una de las mayores empresas chilenas se le ocurra plantear una operación llena de letra chica, de resquicios legales y con evidentes perjuicios para muchos accionistas, es no entender nada de los tiempos que corren. Porque si bien ayer la Superintendencia de Valores echó por tierra la operación, la verdad es que estaba muerta mucho antes por la opinión pública.

Fue tan desprolija la operación, que pocas veces se han visto recriminaciones tan fuertes entre actores del sector empresarial. Sus propios colegas acusaron a los españoles de actuar como en los tiempos de la colonia; a los italianos de aprovechadores y a los directores locales, prominentes figuras del club de negocios, de poco serios. Tanto, que el presidente de Habitat no dudó en declarar que la acción del directorio fue irresponsable y, específicamente, calificar a todos aquellos relacionados con la Bolsa de Comercio de tener una actitud que no se condice con el cargo que ostentan. Otros se dieron el lujo de llamar esta operación una broma de mal gusto.

No están los tiempos para estas cosas. La prepotencia con que los controladores intentaron llevar a cabo su propuesta es impresentable. La forma como el directorio trató de lavarse las manos, también. Nadie les creyó. Ni una sola voz los defendió. Por eso, a estas alturas no se entiende que un grupo de personas tan vinculadas al mundo empresarial, incluso a las comunicaciones estratégicas, no hayan advertido del problema en que se estaban metiendo ellos y la compañía. Simplemente dejaron que todo pasara. Inexplicable. Inexcusable.

Pero todo este caso tiene también una segunda lectura. Porque resulta revelador que los hombres de empresa, muchos de los cuales se quejan permanentemente de estar al arbitrio de la plaza pública, hayan salido a defenderse de la misma manera que lo hacen los consumidores cuando se sienten abusados o perseguidos. No dudaron en salir a protestar y exigir que la autoridad interviniera. ¿Por qué? Porque en este caso eran minoritarios frente al grupo controlador de la empresa. Se sintieron pasados a llevar y actuaron en consecuencia.

Algunos pensarán que esto es una inconsistencia. Puede ser. Pero también es un signo de los tiempos. Es la forma como actúan todos los grupos, desde los estudiantes, los mapuches y los empresarios, cuando se sienten pasados a llevar. Es un patrón que no tiene que ver con ricos y pobres, ni con gente de izquierda o derecha. Todos hacen lo mismo. Por ende, aquí nadie puede quejarse de persecución. Es la nueva forma de hacer las cosas. A algunos les gusta y a otros no, pero, al final para todos es simplemente un dato. Es así. Por eso, lo de Enersis es incomprensible. Una empresa de ese calibre, con un directorio de ese peso, no puede cometer errores de esta magnitud. Finalmente, todo esto no es gratis para el mundo empresarial. Porque aquí nadie gana en términos de imagen. Porque para muchos esta no es una excepción. Porque en la plaza pública nunca hay excepciones.