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Dog lovers', ¿no será como mucho?‏ ¿Siutiquería?




Diario El Mercurio, Sábado 04 de Agosto de 2012 


Señor Director:
El domingo un artículo de este diario describió el uso muy difundido del inglés en el comercio y los servicios. Hemos dejado de ser amantes de los perros para convertirnos en dog lovers . Nuestro refrigerador de dos puertas verticales es un Side by Side . El retail no ofrece tarjetas especiales sino gift cards . Y ¿para qué hablar de los nuevos autos que son un c ross-over ?
No sé si es siutiquería, falta de identidad propia, poca creatividad o efectivamente el castellano no "da el ancho" para ciertos conceptos.
Carmen Oria

Antropólogos lo ven como un fenómeno inevitable, pero que en exceso puede revelar arribismo social:
El inglés deja de ser un gancho publicitario y ya es la lengua materna del comercio y los servicios

El uso de este idioma ha crecido sostenidamente en los últimos años, llevando a algunas marcas de ropa o clínicas a emplearlo por sobre el español en sus indicaciones.  

Sebastián Sottorff 
Corría el año 1982 y Chile sufría los efectos de una severa crisis económica. Sin embargo, una apuesta inédita pretendía robustecer el alicaído panorama comercial santiaguino: la apertura del primer mall de la capital, el Parque Arauco.
Su nombre original era "Park Kennedy", pero una impetuosa campaña de la "Revista del Domingo", liderada entonces por el periodista Luis Alberto Ganderats, logró que se reconsiderara su denominación.
"Como consecuencia de esta campaña, los dueños decidieron cambiar el nombre. Y se fueron al otro extremo: Parque Arauco. Lo más insólito de todo es el profundo éxito del mall con este nombre", explica entre risas el periodista y académico Héctor Velis-Meza.
Esta anécdota fue quizás una de las últimas grandes batallas de una guerra que para muchos lingüistas y académicos parece estar perdida: la de la creciente utilización de anglicismos en el vocabulario habitual de los chilenos. Un fenómeno que se ha acentuado con el tiempo y que ya no está presente sólo a nivel publicitario, sino también en señaléticas y servicios básicos.
Basta dar un paseo por la mayoría de las ciudades del país para comprobar que las palabras inglesas están presentes en todas partes. Ejemplos comunes son el delivery , para aludir al reparto a domicilio; el outlet , para nombrar una tienda con descuentos; el parking, para señalar los estacionamientos, o los sale -con versiones summer, winter, spring o fall - para denominar alguna oferta según la estación.
"Nadie se imagina que una marca o franquicia famosa que se instale en el país cambie su nombre. Lo mismo pasa con el happy hour , pues el problema es cómo le diríamos en castellano. Nadie hablaría de las horas felices, por ejemplo", agrega Velis-Meza.
Según la antropóloga y escritora Sonia Montecinos, la adopción de palabras de otros idiomas es un fenómeno completamente natural. "Sin embargo, cuando se trata de anuncios completos o esa manía que he presenciado en algunas reuniones donde se habla en inglés, suponiendo que todos lo dominan, para mostrar un ascenso social globalizado, me parece que estamos ante otros factores relacionados a veces con un arribismo exitista", sentencia.
"La intromisión de extranjerismos no es nueva ni negativa. Sin embargo, nosotros tenemos un nombre para denominar algo en español, entonces ¿para qué buscar en otras lenguas palabras sustitutas? Eso pasa porque nos falta lectura y personas que sean referentes verbales", explica el profesor Mario Banderas.

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