¿Sufre Margot Honecker de demencia senil?




 
por Marta Salazar 
Artículo publicado originalmente 
en Alemania: Economía, Sociedad y Derecho

 
Ayer en Twitter, se planteó la interrogante acerca de si Margot Honecker es senil o no. Esto, basado en la entrevista (dentro de un reportaje histórico muy interesante y recomendable: Margot Honecker, su primera entrevista después de 20 años).
1° Si sostenemos que sufre de demencia senil, quitamos responsabilidad 
–parcial o absolutamente– a sus dichos (del tipo: son tontos los jóvenes que trataban de huir de Alemania oriental y por ello, culpables de su propia muerte”) y además…
2° … al menos, insinuamos que lo que ella plantea NO es el comunismo. Ya que ella “es senil”…
La discusión me recuerda a la que tuvimos en Europa acerca de la demencia o no demencia de Breivik (el asesino de Oslo y Utøya). En efecto, si decimo que “es un loco”, le quitamos responsabilidad a este horrible terrorista de extrema derecha islamófoba.
Si decimos que “la sra. Margot” sufre de demencia senil, sostenemos que no es responsable de sus actos y que sus actos no son representativos de lo que fue la totalitaria ideología que ella representa, como ministra de un país del llamado “socialismo real”.
Después de ver y comentar el reportaje de la televisión alemana, les puedo decir lo siguiente:
1° Margot Honecker habla claramente, con un rico y variado vocabulario. Esto no es precisamente señal de senilidad, ni de demencia de ningún tipo.
2° El reportaje muestra películas antiguas de Margot (en la RDA), incluso trozos de sus discursos. El lenguaje es el mismo y las ideas estalinistas, también. Habla con la seguridad de la mujer totalmente convencida y que no admite otra interpretación de la realidad que la de la revolución marxista. Incluso llama “contrarrevolución” al levantamiento popular que culminó en la Unidad alemana.
3° Entrevistan también a otros personajes, del mismo partido único en que ella militó (Krenz, Modrow, Gysi) y a políticos occidentales (Brandt, Schäuble, etc.) y también a disidentes (Eppelmann, etc.), otros más o menos proclives al régimen comunista (Stolpe, etc.) aparte del médico de Honecker, del policía que lo interrogó y de bastantes otras personas… Como el párroco que los recibió en su casa y que es realmente un héroe, ya que su familia había sufrido represalias por parte del régimen, ya que eran cristianos (sus hijos no pudieron terminar el colegio por esta razón). O la sra. a la que le quitaron a su hijo (dándolo en adopción forzada) por planear huir de la RDA. O un hombre recluido en uno de los centros de reclusión de menores que dependían del Ministerio de “Educación popular” que la Sra. Honecker dirigía.
Esos personajes cuentan episodios de su vida, muchos de ellos, son acontecimientos que vivieron junto o en paralelo con los Honecker. Cuando la ex-ministra Honecker responde y/o comenta los dichos de estas personas, sabe perfectamente a qué sucesos se refieren. No los confunde, ni los niega. Los recuerda perfectamente. Sólo los interpreta desde su propio punto de vista ideológico y/o justifica su actuación y la de su marido. Pero sabe perfectamente, quién es quién y qué papel jugó en aquel entonces…
En definitiva –y aunque no soy psiquiatra especialista en el tema, pero me atrevo a opinar– en la entrevista mencionada, la Sra. Margot Honecker no da la impresión de ser una anciana que desvaría o que sufre de demencia senil. Muy por el contrario. Sabe perfectamente lo que dice, a quién lo dice, cómo lo dice y está convencida de ello.

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