Los regantes del Elqui se transformaron en generadores de electricidad...‏

Una experiencia de riego multipropósito
por Eduardo Moraga Vásquez
Diario El Mercurio,Revista del Campo,
Lunes 20 de junio de 2011
 
Primero fue la idea. Luego el temor.
El objetivo de la junta de vigilancia del Elqui
era utilizar la inmensa cantidad de agua
del embalse Puclaro para generar electricidad.
 
Sin embargo, no conocían cómo gestionar
una empresa de ese tipo y entre sus 5.200 socios
había temor por alterar el normal flujo de agua
y que se dañaran sus cultivos.
 
En todo caso, los dirigentes de los regantes
sabían que tenían un tesoro en sus manos.
 
"Podíamos sacarle partido a un recurso
que ya teníamos", recuerda José Izquierdo,
Presidente de la junta de vigilancia.
 
Después de buscar socios
que entendieran del negocio
y tuvieran espaldas financieras,
dieron con GPE, una firma especializada
de origen alemán y sacaron adelante
Hidroeléctrica Puclaro en 2008.
 
Ubicada a los pies de un lago artificial,
puede generar un máximo de 6,3mw
aprovechando la caída de casi 70 metros
desde el embalse.
 
De pronto, los agricultores elquinos
pasaron a cosechar electricidad.
 
Hoy los resultados son halagüeños.
 
Las ganancias producto
de la generación les permiten
"tener el agua de riego más barata de Chile",
según Izquierdo.
 
El dirigente argumenta que mientras
en Convento Viejo, en la VI Región,
el metro cúbico de agua por segundo
tiene un costo de $20, los elquinos
sólo pagan $0,19.
 
El modelo de negocio de la hidroeléctrica
es lo que permite ese milagro.
 
La junta de vigilancia es propietaria
del 41,67% de las acciones de la generadora.
 
"Preferimos ser cola de león,
que cabeza de ratón
en un negocio que no conocemos.
 
Nuestros socios se han portado muy bien
y tenemos un pacto de accionistas
que asegura una buena administración
de nuestra agua", afirma Izquierdo.
 
La energía es vendida a la central Guacolda,
que está integrada al Sistema Interconectado Central.
 
Las ganancias que genera la empresa
son utilizadas por la junta de vigilancia
para subvencionar el pago que deben
hacer los agricultores al Estado,
debido al traspaso de la propiedad
del embalse a los productores.
 
Aunque en la junta de vigilancia
prefieren no hablar de los ingresos anuales
que obtienen, sí admiten tener un fondo
de US$ 2 millones para enfrentar
las necesidades de la organización
durante, al menos, un año.
 
El impacto social en el valle del Elqui
es importante, pues el 95% de los agricultores
tiene menos de 5 hectáreas, es decir,
bordean la autosubsistencia.
 
Un punto importante
es que dentro del pacto de accionista
entre los elquinos y los alemanes
está el manejo del agua
considerando las necesidades
de los agricultores.
 
De hecho, sólo se usa agua de riego
como forma de no dilapidar
las reservas del embalse.
 
Si no hay agua de riego,
no se genera electricidad,
así de simple.
 
De hecho, las lluvias
de hace dos semanas
generaron un alto grado
de humedad en el suelo,
por lo que no fue necesario
regarlas por un par de días.
 
Simplemente se cortó
el paso del agua del Puclaro
y ningún voltio salió de la central.
 
"Si tienen la factibilidad técnica de hacerlo,
es una alternativa que recomiendo totalmente
a las asociaciones de regantes.
 
Nos permite generar riqueza
a partir de un recurso que ya tenemos.
 
De hecho, nos interesa invertir
en otra central hidroeléctrica
en el valle de Huasco", remata Izquierdo.

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