Tribuna por Germán Becker Ureta Diario El Mercurio, Miércoles 21 de Mayo de 2008 http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2008/05/21/prat-y-su-destino.asp Las vidas de los héroes, así como las de los santos y las de los genios, parece que estuvieran marcadas por extraños presagios, por sorprendentes designios. La coincidencia, la premonición, la profecía, así como las diversas circunstancias que rodean sus existencias, dejan muy atrás la instancia de la casualidad, para caer de lleno en una suerte de destino providencial. Es como si una fuerza inexorable preparara el camino de los que han sido señalados por el dedo de Dios. La gloria, el martirio, el sacrificio, se van haciendo presentes en pequeñas dosis, adecuando al corazón y al espíritu para la apoteosis final. La inspiración en el artista es el impulso que le permite materializar sus sueños. Al científico su intuición lo hace coronar sus estudios, investigaciones y desvelos con el descubrimiento. El milagro en el santo tiene lugar cuando el hombre toma conciencia de que Dios tiene conciencia del hombre. En el héroe, la inspiración es el amor a la causa que defiende; la intuición es la voluntad de no omitir sacrificios en el cumplimiento de su deber, y el milagro es la trascendencia de la inmolación personal y circunstancial al ámbito universal de una nación a través del ejemplo y el significado. Prat fue un héroe; por lo tanto, su vida estuvo marcada por extraños presagios, por sorprendentes designios que le fueron señalando su camino de hombre elegido por Dios. Nació Arturo Prat en Quirihue, en la hacienda San Agustín de Puñual. En mapuche "puñual" se puede traducir como enfrentamiento, abordaje. A los ocho años de edad, cuando estudiaba en Santiago en la escuela pública La Campana, tuvo un compañero llamado Vicente Mutilla. Veintitrés años después volvió a encontrarse con él a bordo de La Esmeralda; uno como comandante y el otro como ingeniero. Murieron juntos el 21 de mayo. Cuando a los diez años entró a la Escuela Naval, el apoderado fue su tío materno Jacinto Chacón, quien, a su vez, era padrastro del cadete Luis Uribe, el mismo que lo sucedería en el mando en La Esmeralda al caer herido de muerte en el abordaje al monitor Huáscar. En 1864, a los 16 años, siendo guardiamarina, formó parte de la delegación que viajó al Perú a repatriar los restos mortales del general libertador Bernardo O'Higgins Riquelme. De regreso a Valparaíso, a bordo de La Esmeralda se agregó una comitiva naval peruana. Entre ellos venía el entonces capitán Miguel Grau, el cual junto a Prat, Condell, Uribe y otros formaron la escolta del catafalco de O'Higgins. En mayo de 1875, Prat salvó personalmente a La Esmeralda, que estuvo en grave peligro de irse a pique durante un violento temporal en Valparaíso. El 16 de mayo de 1879, en Iquique, el almirante Juan Williams Rebolledo decidió zarpar con la escuadra chilena hacia el norte en busca de las fuerzas enemigas, manteniéndose el bloqueo solamente con la vieja Esmeralda y la débil Covadonga. Prat, al despedirse de Williams Rebolledo, le dijo: "Mi almirante, si viene el Huáscar, lo abordo". Pocos días después, el 20 de mayo, reunió a sus oficiales para darles a conocer las instrucciones que en carta sellada le había dejado el almirante, con expresa orden de sólo abrirla en dicha fecha. En ella Williams Rebolledo daba a conocer el propósito de su misión y agregaba que, a su parecer, el día 21 de mayo se estaría batiendo con la escuadra peruana. El comandante Prat, visiblemente impresionado por estas noticias y talvez dolorido por no estar presente en esa acción, dijo en voz alta: "Señores, mañana será un día de gloria para Chile". Esto lo decía don Arturo Prat sólo 24 horas antes de la sublime gesta de Iquique. ¿Coincidencia? ¿Premonición? ¿Profecía? Y el 21 de mayo de 1879, al iniciarse el combate, con la primera descarga del Huáscar, había cinco buques en la rada de Iquique, que pertenecían a los bandos en lucha. Estas naves formaban, con la letra inicial de su propio nombre, el nombre de Chile: Covadonga Huáscar Independencia Lamar Esmeralda
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