CREATIVIDAD por Rafa Rosende

Puede llegar a ser peligroso
hablar de creatividad.
 
Es fácil caer en la tentación
de ser ingenioso, no lográndolo,
o perdiendo el norte del tema
y hablando de cualquier cosa.
 
Por otro lado un enfoque 'serio'
del tema puede derivar
en la lata más absoluta.
 
Lo que es claro es que
el concepto de creatividad
es más bien impreciso y escurridizo.
 
Es como hablar de inteligencia o humor;
resulta a la vez demasiado amplio y vago
y cada cual puede darle la interpretación
que brote de la reflexión realizada
a partir de su experiencia particular
o de lo que sus preferencias personales privilegien.
 
Para algunos la creatividad consiste
en la capacidad de desarrollar
un pensamiento diferente, no convencional;
algo que surge desde una impensada perspectiva.
 
Para otros, la verdadera creatividad
tiene una connotación utilitaria:
consiste en la capacidad
de dar solución a un problema específico,
claro que de una forma no previsible.
 
Lo ideal es que constituya una respuesta
lo más natural y simple,
con la mayor economía de recursos
dando la impresión de que la solución
estuvo siempre allí, esperando a ser descubierta.
 
Creatividad es tomar algo, una idea
que todos consideran sin importancia,
a la cual nadie le tiene fe,
y convertirla en algo completamente distinto,
al punto que los mismos que la ignoraban o despreciaban
ahora no pueden creer en lo que se ha convertido.
 
Para otros, la creatividad tiene que ver
con la capacidad de establecer asociaciones inéditas,
el talento para construir, con genio incluso,
lenguajes u objetos, situaciones o soluciones,
propuestas o mundos... universos completos,
a partir de perspectivas novedosas e inéditas,
algo nunca visto antes.
 
En algunos casos, el contexto
puede ser tan intrincado
que sólo los expertos
involucrados en el tema
pueden percatarse
de la diferencia
entre el genio creativo
necesario para
desenmarañar la madeja
y el oficio riguroso investigativo
y la excelencia puramente profesional.
 
Y habrá quienes
no conciban la creatividad pura
como algo que permanece atado
a solución práctica alguna,
sino que es más bien la expresión
del carácter lúdico y contemplativo
de los seres humanos,
particularmente de los niños,
quienes se muestran creativos
huyendo del aburrimiento
o si se les lleva a lo práctico
puede ser la excusa ingeniosa
para evitar todo lo que huela
a deber u obligación.
 
La imaginación, la fantasía,
la capacidad visionaria
desplegada sin límite,
que permite anticiparse
a lo que va a venir
por muy impredecible
que sea el futuro
y por mucho que la historia
nos enseñe que aunque se repita de tanto en tano,
nunca lo hace de una forma completamente previsible.
 
Ya lo dijo alguien: el futuro es del que lo ve primero.
 
Y hay más...
 
Los que optarán por una una creatividad aventurera,
en la cual el método es la propia aventura,
porque la aventura nos enfrenta a lo desconocido,
a lo nuevo y a innumerables dificultades.
 
Nuevos mundos por explorar
que nos cambiarán completamente
aunque no extinguirán dicha sed de aventura,
que siempre pide más...ir más allá.
 
Hay casos en que no queda otra,
la creatividad de emergencia:
cuando los plazos se vencen,
las cuentas están impagas,
el cliente demanda una respuesta
y no queda otra que encontrar
una solución a como dé lugar.
La necesidad crea el órgano creativo.
 
Está, por supuesto,
siempre latente,
la posibilidad de recurrir
a la creatividad colectiva:
la diversidad como materia prima
para generar 'tormentas en vasos de agua',
la tormenta perfecta como solución al problema.
 
Más de alguien dirá:
«Another brain storming in a think tank? No thanks!»
 
La creatividad resiliente
que no renuncia a las ideas demasiado pronto.
No darse por vencido, ni aún vencido.
 
O la confianza en sí mismo, el ego incluso
como motor de búsqueda de la creatividad:
Cuando su mujer criticaba
la vanidad de Borja Huidobro,
éste le contestaba: 'Querida, de eso vivimos.'
 
De allí sacan la fuerza para perseverar,
para buscar asociaciones y aliados
y la energía para superar todas
las eventuales dificultades y contratiempos.
 
Hay algunos que hacen distinciones,
que parecen muy sutiles
pero que son pertinentes
en este complejo tema,
por ejemplo, está la diferencia
entre imaginación y fantasía.
 
José Zalaquett, refiriéndose
a Roberto Matta
del cual se cumple el centenario
de su natalicio el próximo (11/11/11)
dice que los que lo conocieron
lo describen como un incensante torbellino
de entusiasmo, erotismo y humor.
 
Que poseía un raro talento:
el don de plasmar,
con medios plásticos deslumbrantes,
visiones enteramente fantásticas
pero perturbadoramente familiares,
en las que se funden en un solo continuo
la profundidad vertiginosa del cosmos
y la íntima astronomía del inconsciente,
tachonada de sueños, deseos y terrores.
 
Otros podían desplegar imaginación,
pero carecían por completo
de verdadero sentido de la fantasía.
 
Podían inventar algo inédito
o poseer una imaginación efectista
basado en destrezas u oficio,
pero carecían de esa capacidad
de Matta de abrazar,
en una sola oleada de sueño,
los confines de todos los universos posibles
y la subjetividad más recóndita.
 
David Gallagher habla del talento verbal de Matta,
de su ingenio, que es tal vez hasta genio, literario.
 
Y se podría seguir ad infinitum
con categorías posibles de creatividad.
 
Creatividad conceptual:
Revoluciones conceptuales
que a veces parecen sutilezas marginales
y que no cambia tanto el mundo práctico,
como la forma en que éste es contemplado y comprendido.
 
O la creatividad tecnológica, la observación
de cómo funcionan o no funcionan las cosas;
del inagotable ingenio para inventar objetos y máquinas
de todo tipo, desde la invención del destornillador,
el clip, el giróscopo y una infinidad de inventos
que proveen de soluciones tecnológicas
de diversos grados de complejidad,
sin las cuales no se comprende la sociedad contemporánea
y otras más que se encuentran
en la frontera misma del conocimiento
como el diseño e implementación
del Gran Colisionador de Hadrones de Ginebra.
 
Uno podría hablar acerca de una creatividad 'zen',
por llamarla de algún modo, en el que la sabiduría creativa
busca la armonía por la vía del dejar hacer y ser,
con mínimas intervenciones, más que el prurito voluntarioso
de querer cambiarlo todo.
 
Una filosofía opuesta a la filosofía 'occidental',
una que busca más bien reestablecer el equilibrio dañado,
promoviendo las asociaciones beneficiosas
que la vida misma lleva a cabo
cotidianamente en su devenir evolutivo.
 
Maximizando el uso eficiente de la energía,
con la mayor economía de recursos posibles.
Un «less is more» integrado
con una pobreza evangélica bien entendida,
o como decía San Bernardo:
«Amar la pobreza, pero no la mugre».
 
Y ya que se mencionó el devenir evolutivo,
allí hay una mina de oro creativo,
de contingencia + ensayo & error,
que posibilita las adaptaciones
y las soluciones más increíbles.
 
Para mencionar solamente una:
 
Una de las transiciones más notables
en el curso de la evolución de la vida
tuvo lugar durante la transformación
de reptiles en mamíferos:
el cambio de la articulación mandibular.
 
Para hacer el cuento corto,
entre el Pérmico y el Triásico,
el dentario se había convertido
en el hueso predominante
de la mandíbula inferior
de los reptiles mamiferoides
quedando los demás huesos
confinados a una posición
interna y posterior.
 
De ahí se desplazaron
hasta formar partes
del oído interno
de los mamíferos,
los oscículos auditivos
conocidos como
martillo, yunque y estribo.
 
Para terminar, dos cosas más:
 
La primera: la leyenda de
un chiste gráfico, en el que
el jefe ordena enérgicamente
a un subalterno de una empresa
que lleva por nombre:
 
CREATIVITY CORPORATION
 
You get back to that goddam cubicle
and start thinking outside the box.
 
 
La segunda, es un video
enviado por mi amigo Cristián Ugarte
en el que se manifiesta
de manera extraordinaria
el control y balance
la imaginación y la levedad
elevada a la categoría de arte.
 
Una escultura dinámica
en sutil equilibrio inestable
en que cada una de sus piezas
permanecen unidas en una fragilidad sublime.
 
Una creatividad exquisita
realizada con elementos naturales
cuya sencillez conforman
un todo orgánico,
como si fueran los huesos
de un animal marino desconocido,
sostenido en el aire
por sus propios componentes,
desvaneciéndose a la menor intervención...
 
Pero, ya basta, mejor ver el video
y terminar aquí sin despliegue
de creatividad alguna
por parte del suscrito:
 http://www.youtube.com:80/watch_popup?v=jJrzIdDUfT4&vq=medium

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