Dios no selecciona



Señor Director:

El mes pasado participamos en un espacio de reflexión sobre la no selección en proyectos educativos católicos. En esa oportunidad nos reunimos cerca de cien ex alumnos y autoridades de colegios particulares pagados del sector oriente, varios de ellos conocidos como "colegios de elite", compartiendo el deseo de no seguir formando chilenos que se sientan extranjeros en su propio país.

Nos desafiaba la fe en el Señor Jesucristo "que no hace acepción de personas" y que nos llama al servicio del otro, sin excluirlo por su credo, sus necesidades educativas especiales, sus resultados académicos, su visión sobre la sexualidad o su situación socioeconómica. Además, nos reunía la convicción de que aprender del distinto es uno de los signos más creíbles de la fe en la trascendencia, y de que las habilidades para la inclusión son imprescindibles en vistas de un país que quiere ser la casa de todos, y no una acumulación de ghettos, miedos y prejuicios de clase. Ellos jamás conducen a una "educación de calidad".

"Dios No Selecciona" fue el lema del encuentro. Sabemos que el desarrollo de la capacidad de incluirnos unos a otros es parte esencial de nuestra identidad católica y que la Buena Noticia de Jesús o es universal o no es buena noticia al modo cristiano.

Tenemos la oportunidad de buscar que nuestros principios de amor al prójimo e igual valoración de la dignidad del otro se vivan en cada espacio de nuestra cultura y sociedad, en acciones concretas, y no solo en las palabras. Somos testigos de buenas experiencias de no selección en la red de colegios particulares subvencionados de Belén Educa y del mismo Arzobispado de Santiago o de inclusión en particulares pagados, como la Institución Teresiana, Calasanz o el Seminario Menor, donde se ha profundizado un proyecto educativo católico. La preocupación de algunos sostenedores respecto de la sostenibilidad de sus proyectos y los desafíos de cómo lograr una verdadera adhesión a los mismos en un contexto de no selección requieren ser acogidos, de modo de alcanzar soluciones que destaquen el principio humanizador de la no segregación en la cotidiana implementación del proyecto educativo.

Antes de hacerlo por obligación legal podemos intencionarlo por coherencia con nuestras convicciones, revisando las políticas de inclusión y selección de los colegios particulares pagados y de la misma experiencia de nuestros propios colegios subvencionados. Es un desafío que nos interpela como cristianos y un importante paso de credibilidad en los tiempos que corren, buscando con cosas concretas construir un país socialmente más cohesionado, fraterno y justo.

Juan Enrique Guarachi
Director ejecutivo Belén Educa

Pbro. Tomás Scherz
Vicario para la Educación del Arzobispado de Santiago

Pablo Walker SJ
Capellán del Hogar de Cristo

1 comentario:

  1. Parece pertinente al respecto leer la columna de opinión de María Paz Arzola
    publicada el mismo día en el Diario La Tercera
    http://voces.latercera.com/2014/12/17/maria-paz-arzola/reforma-al-sistema-escolar-un-proyecto-equivocado/

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