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Cuando la estulticia se junta con la contumacia
Gerardo Varela
Diario El Mercurio, sábado 16 de agosto de 2014

Genios como Messi, 
Picasso y Jobs tienen en común 
su capacidad de anticipar y forjar el futuro. 

Los deportistas mediocres 
llegan tarde a la jugada; 
los genios la anticipan. 

En economía, al mismo fenómeno 
se le denomina "correr detrás de la curva". 

Los buenos inversionistas 
venden antes que la bolsa caiga; 
el resto les compra a los otros. 

Los artistas visionarios 
anticipan tendencias; 
los demás los siguen. 

Los amateurs sufren de este defecto. 

Se ve en los niños 
cuando recién comienzan a jugar fútbol: 
todos corren atrás de la pelota, y nadie la pilla, 
hasta que uno más vivo la espera, 
la toca, ve el espacio, 
y se transforma en goleador. 

Así es Messi: 
lee el futuro, se anticipa, 
y espera que le llegue el momento
para inventar la jugada,
aplicar vértigo y determinación,
fortaleza para resistir la marca
y el toque maestro para definir. 

El genio empresarial es igual. 

Una empresa definía su misión diciendo: 
«queremos estar donde otros quieren ir». 

Es un mensaje simple y potente, 
que habla de anticiparse a la manada 
y reconocer dónde va a estar el mercado en el futuro.

[El futuro es del que lo ve primero].

Con las reformas que impulsa el Gobierno, 
el lema de la Nueva Mayoría, sin embargo, 
parece ser: «Queremos llegar al lugar 
de donde otros se quieren arrancar». 

Europa busca salir del Estado de Bienestar 
que no puede financiar y que desincentiva 
el progreso, y nosotros queremos ir para allá. 

Por eso, recibimos 
profesionales españoles 
en busca de oportunidades 
y les mandamos «lanzas a chorro» 
que buscan oportunidades para vivir del resto. 

La Nueva Mayoría corre detrás de la curva. 

Cuando el cobre cae 
y la economía chilena se frena, 
sube impuestos, genera incertidumbre 
y ataca el emprendimiento.

-El progreso y la igualdad 
son función de tres variables: 
trabajo para los adultos, 
porque sin salario 
no hay igualdad posible; 
educación para los jóvenes, 
porque de su capacitación actual 
depende su ingreso futuro, 
y crecimiento económico, 
porque eso genera empleo hoy 
y oportunidades después. 

Sin crecimiento no hay empleo 
y sin empleo no hay igualdad posible. 

La Nueva Mayoría, 
en cambio, ha decidido 
que quiere igualdad aquí y ahora, 
y está tomando medidas 
que generarán menos empleo, 
menos progreso y menos igualdad. 

Educar jóvenes 
en economías que no crecen 
es educar cesantes como en Cuba 
o aspirantes a emigrar como en Argentina. 

Chile tiene problemas 
de alza de costo de energía 
y estancamiento de la productividad. 

Esos defectos los escondió 
el boom del cobre, que se está pinchando. 

En ese escenario, subir impuestos, 
condenar el lucro, generar incerteza jurídica 
y promover reformas laborales antiempresa 
y empleo es un error monumental. 

Con cara de estupor 
las autoridades se preguntan 
qué está pasando que el Imacec 
va con el planeo de la llave inglesa. 

Su respuesta 
es echarle la culpa al resto; 
al gobierno anterior, 
a la economía internacional, etc. 

Nuestros problemas hoy 
son la falta de confianza, 
el pesimismo 
y las malas expectativas. 

Son todos autogoles 
derivados de la contumacia 
de perseverar en malas ideas. 

Es tanta la estulticia, 
que ahora nos dicen 
que hay que aprobar rápido 
la reforma tributaria, 
porque eso soluciona la incertidumbre. 

Si usted va cayendo en caída libre, 
la certeza de chocar con el suelo 
no le produce ningún alivio, 
ni menos le cambia el genio.

Alguien dijo que el éxito se produce 
cuando el talento se cruza con la oportunidad. 

Este gobierno desaprovecha 
el talento de la Presidenta 
y desperdicia las oportunidades 
que le da la liquidez mundial. 

Cuando tienen el Presidente 
más popular en muchas décadas, 
desperdician ese capital político 
promoviendo iniciativas 
para satisfacer a un grupo de adolescentes; 
a intelectuales nostálgicos y a activistas callejeros. 

La verdad es que las reformas 
tributaria, laboral y educacional 
no son "la madre" 
de la igualdad y del progreso, 
son más bien "el hijo indeseado" 
de un carrete adolescente.

Nunca es tarde 
para mostrar algo de humildad 
y volver a los fundamentales 
que permitieron 
el progreso de nuestro país; 
de lo contrario, nos encaminamos 
a algo parecido a una recesión. 

La llamada 
a poner orden y sensatez 
no es otra que la Presidenta. 

Si no lo hace, 
que después no diga 
que no le advirtieron.

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