Senectud según Cicerón - Los hombres son como los vinos: el tiempo agría los malos y mejora los buenos..

Diario El Mercurio, Lunes 28 de julio de 2014

Senectud

Los viejos han cumplido roles esenciales en sus países, y pueden citarse numerosos ejemplos. Georges Clemenceau, con 76 años de edad, asumió la conducción del gobierno de Francia e infundió fuerza moral a su ejército, que derrotó a las fuerzas alemanas...



Cicerón dedicó varias reflexiones a la vejez, sosteniendo, en síntesis, que "los hombres son como los vinos: el tiempo agría los malos y mejora los buenos". Tal ha sido el juicio que la mayoría de los pueblos ha tenido de sus ancianos, a los cuales asignaron la tarea de respaldar con el peso de la experiencia y de su posible sabiduría las labores de los más jóvenes. Esos pueblos, tan pronto se hicieron sedentarios, crearon en sus nacientes institucionalidades espacio para considerar el juicio de sus ancianos, agrupados en consejos cuya opinión era escuchada, cuando menos, o incluso obligatoriamente acatada. La excepción fueron los esquimales, que abandonaban a sus ancianos en medio de los hielos, condenados a ser devorados por el oso polar al que luego cazarían, cerrando el implacable ciclo darwiniano de la existencia.

Los viejos han cumplido roles esenciales en sus países, y pueden citarse numerosos ejemplos. Georges Clemenceau, con 76 años de edad, asumió la conducción del gobierno de Francia e infundió fuerza moral a su ejército, que derrotó a las fuerzas alemanas. Adenauer, en Alemania, y De Gasperi, en Italia, a parecida edad, fueron arquitectos de la reconstrucción de Europa tras el cataclismo de la guerra de 1939.

Si se observa quiénes ejercen poder político o empresarial y el inexistente rol asignado a los ancianos en nuestro país, pareciera que Chile ha optado por la fórmula esquimal.

CORUSCO

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