La muerte de la rigidez
La Copa del Mundo siempre deja algo. Estadísticas, anécdotas, decepciones, etc. Postales imborrables en algunos casos, como el llanto de Gary Medel después de la derrota frente a Brasil. O el de Neymar, cuando sufrió el golpe en su columna. En lo particular, me deja muchos goles, agradables sorpresas y un elemento que me ha llamado la atención.
Nos enseñaron que, a nivel de selección, equipo que gana no se toca y que la continuidad es deseable. Así las confianzas se refrendan y el espíritu se mantiene en lo alto. No obstante algo cambió.
La flexibilidad de esquemas y ocupación de jugadores se ha impuesto como un nuevo paradigma. Nuevo rival amerita, a veces, nuevos nombres y esquema. Lo vimos con Jorge Sampaoli, quien planificó todos los partidos de manera diferente, y también con Alejandro Sabella, que frente a Bélgica modificó el equipo y terminó jugando su mejor partido. Esto no significó que renunciaran a su fútbol habitual. El norte es el mismo, pero la búsqueda es diferente. Dominar, asfixiar y ganar.
Sin embargo, existe un DT que extrema este espíritu. Louis van Gaal no sólo ha cambiado nombres. También el fondo. Debutó con España cediendo terreno y matando de contragolpe. Acentuó el concepto de manera exagerada frente a Chile. Ubicó a Kuyt, un delantero como volante derecho (casi lateral), y defendió con cinco. Frente a México, nuevamente, prefirió esperar con distintos intérpretes y con línea de cuatro defensores. Y en el partido frente a la sorprendente Costa Rica volvió a línea de tres en el fondo y tres volantes detrás de Van Persie. Dominó prácticamente los 120 minutos, jugando siempre en campo rival. No sólo no ha repetido jugadores, además no reitera los esquemas y menos la organización del juego.
He escuchado a muchos entrenadores de larga trayectoria que dicen: “A esta edad, no puedo cambiar en lo que siempre he creído”. Exitosos de la talla de Capello, Del Bosque y Tabárez.
Presos de su esquema y de los intérpretes. Y ojo que en Chile hay varios. En entrevista oficial de FIFA, Van Gaal, a sus 62 años, declaró: “El que no cambia, muere. Todo partido es distinto y merece una planificación distinta”.
Harto que ver y aprender aún. Y pensar que todavía hay algunos que creen y declaran que en el fútbol está todo inventado.
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