UNA BIÓLOGA DE ALTURA


REVISTA PAULA, 27 FEBRERO, 2014

Doctora en botánica, especialista en reproducción de plantas que crecen en altura y Premio Nacional de Ciencias 2010, Mary Kalin (68) llegó a Chile en 1978 y desde entonces realiza importantes investigaciones científicas en la Cordillera de los Andes. Actualmente dirige el Instituto Milenio de Ecología y Biodiversidad, creado por una alianza entre el Ministerio de Planificación y la Universidad de Chile, donde esta neozelandesa afincada en Chile trabaja hace 35 años. En uno de los días más calurosos de este verano, Mary se explaya sobre el calentamiento de la Tierra, las sequías, los insectos y las plantas.Recopilado por Felipe Monsalve / Fotografía: Andrés HerreraE

Revista Paula 1142. Sábado 1 de marzo de 2014

http://www.paula.cl/entrevista/una-biologa-de-altura-2/Barrio La Reina. Mary Kalin vive en una pequeña, acogedora y linda casa de un piso de estilo chileno, rodeada por una vegetación que crece de forma espontánea y sin un orden paisajístico dentro de un gran patio que tiene un aire a casona de quinta, con piscina y árbol frutal incluido. El paisaje lo completa una manguera verde con líneas amarillas que descansa enrollada al lado de la escalera metálica, y un par de perros que mueven la cola para saludar. Mary nos recibe con un jarro de jugo de melón, una cafetera con café de grano y una fuente de exquisitas galletas y pequeños pasteles. Luego de empinar el primer vaso de jugo de melón bien helado, comienza esta conversación veraniega.TOMAR LA MOCHILA “Me defino botánica antes que otra cosa. Pero con una actitud integradora. Porque hago mi oficio desde lo más básico, que es tomar una mochila, subir a la cordillera y recolectar plantas. La cordillera siempre ha sido parte de mi vida, porque en Nueva Zelanda, donde nací, vivía cerca de la montaña, a los pies de un volcán, en New Plymouth. Fue ahí donde me nació el interés del linaje evolutivo de las especies en la alta cordillera: ¿cómo apareció esa flor?, ¿cómo llegó ahí? Con esta premisa he estudiado muchos años la historia evolutiva de las plantas.Mi especialidad dentro de la flora chilena son las plantas que crecen a gran altura, más de 100 especies, entre ellas Alstroemeria pallida y la Calandrinia caespitosa, que me han llevado a recorrer las montañas de todo Chile. Mi especialidad mayor es la biología de la reproducción de estas plantas, que es un tema que tiene que ver con la polinización. La pregunta que yo me he hecho, es: ¿cómo se ha ido poblando de especies la superficie más alta de la montaña? Y, bueno, la gran mayoría de las plantas depende de los insectos para su polinización, desafiando la teoría de Darwin que dice que en cualquier ambiente, cuando los polinizadores son escasos, interviene la autopolinización. Eso suena fácil. Pero hay muchas plantas, y hay que probar que se autopolinizan. Y eso se logra a base de experimentos y dedicación. Esto es lo que he hecho todo el tiempo desde que llegué a Chile. He vivido en la montaña en estos últimos 35 años de mi vida. Uno pasa meses metido en la cordillera, porque son experimentos lentísimos: una simple toma de muestra nos toma entre 2 y 4 meses. Lo más interesante es que con estos experimentos pude demostrar que no hay ningún aumento en la frecuencia de la autopolinización en la altura, al menos en la Patagonia. Y la pregunta que sigue es: ¿Si estas plantas no se autopolinizan, entonces, qué pasa? Y ahí aparece un fenómeno interesante, y es que en la cordillera del sur todos los procesos son más lentos. Las flores se abren y se cierran más lentamente. Entonces, tienen más tiempo para ser polinizadas por los insectos. Y esto, que es una idea novedosa, apareció en Chile, y se me ocurrió observando. Lo que hemos concluido es que hasta los 1.800 metros no hay aumento de la autopolinización. Y de los 2.000 a los 4.000 metros, no hay certeza. Entonces, a la teoría de Darwin también se suma esta otra que ha sido investigada originalmente desde Chile. Ahora tenemos que probarlo, y en eso estamos. Para eso comenzaremos a hacer experimentos mucho más finos para poder demostrar lo que hemos ido descubriendo, y así poder constituir una regla ecológica que se pueda aplicar de forma genérica”.TEMPERATURA DE LAS FLORES“He realizado algunos experimentos geniales para estudiar el fenómeno del calentamiento global: por ejemplo, calenté las flores con la ayuda de un alumno que trabaja en la Universidad de Concepción. Y nos dimos cuenta que a mayor temperatura las flores aumentaron su capacidad de producir semillas a gran altura, a 3.500 metros. Pero más abajo, a los 2.500 metros, las flores disminuyeron su capacidad de producir semillas. Es notable este descubrimiento porque demuestra que el cambio climático tiene ciertos elementos relativos. Y en este caso lo que sucede es que a mayor altura hay menos temperatura, entonces se compensa con el aumento de la temperatura de la Tierra. El tema del cambio climático es mucho más complejo y amplio de lo que se suele pensar. Porque pertenece a procesos mucho más largos de lo que un humano puede conocer en su vida. Habría que vivir cientos de años para entender más lo que ocurre en el planeta, y las consecuencias de los cambios. Y en lo que tiene relación a mi campo de estudio, la vegetación responde a procesos muy largos y complejos. Por ejemplo, el alerce vive 3.000 años. Y no tenemos el tiempo para verlo nacer y morir como para hacerle un seguimiento. Solo podemos comprobar algunas cosas, y las otras las trabajamos bajo supuestos, intuición y observación. Pero sí he visto cosas nuevas que han ocurrido con el cambio climático en los últimos 20 años. Hay muchas especies de plantas que han ido subiendo en su rango de altura. Las que antes se daban a 1.500 metros, ahora se dan a 2.000 metros, y así. Porque la planta va buscando disminuir su temperatura a medida que va aumentando la temperatura terrestre. Nosotros acá eso no lo podemos hacer porque no tenemos las condiciones ni los recursos. Se necesita infraestructura permanente en los lugares de investigación, cosa que aquí no sucede. Nosotros, con mucho esfuerzo, hemos podido construir una estación biológica en Isla Navarino, pero en la cordillera prácticamente no hay infraestructura”.La especialidad mayor de Mary Kalin es la biología de la reproducción de las plantas que crecen a gran altura. “He vivido en la montaña estos últimos 35 años de mi vida. Uno pasa meses metido en la cordillera, porque son experimentos lentísimos: una simple toma de muestras demora entre 2 y 4 meses”, cuenta Kalin.MEDIR LAS PLANTAS“Mi primer experimento científico en Chile fue ir a La Vega a medir las plantas y flores, con una huincha de medir, de esas que usan las costureras. Luego me compré un altímetro y subí a la cordillera y las medía en altura. Yo trabajaba en la Universidad de Chile y por esos años el panorama científico era muy incierto. Además, Chile estaba en plena dictadura, y la situación era muy sombría. Había mucho miedo en la gente, y la policía entraba a la universidad cuando quería y destruía las muestras de los experimentos que hacíamos, ¡imagínate! Con la poca plata que había para investigar, te destruían lo poco que lograbas hacer. Las oportunidades que hay hoy día en el campo científico son infinitamente mejores que las que teníamos hace 35 años, cuando Chile era menos conocido y más pobre. Pero lo interesante es que de todas maneras hacíamos investigación, y lográbamos cosas importantes. Había juventud y ganas de saber, de explorar: uno se las iba arreglando en el camino. Y gracias a ese trabajo de tantos años se va experimentando un cambio importante en el interés biológico por parte de la autoridad y los inversionistas, fundamentalmente después de la ley del Medio Ambiente. También el pueblo chileno está mucho más sensibilizado con los temas medioambientales. Pero aún falta muchísimo. En una ceremonia de premiación en la embajada de Nueva Zelanda me contaron que allá acaban de realizar un plebiscito para saber cuáles eran los problemas científicos más importante del país, en los que el Estado debería invertir. El gobierno gastó millones de dólares en una campaña para que la gente supiera contestar esa pregunta. Y la respuesta más votada fue biodiversidad. Lo increíble es que se haga un plebiscito para preguntar algo así. Me parece un buen signo de los cambios planetarios”.CHILE VERDE“Este país es un país verde y hay que saber conservarlo. La minería va a desaparecer, pero lo verde quedará. Por ejemplo en el Valle Central hay muchísimo por hacer. Existe un concepto que se llama hotspot y se refiere a lugares a nivel mundial que tienen alta concentración de especies endémicas. Hay 34 hot-spots en el mundo, y 2 de ellos están en Chile: uno en el altiplano, que pasa por Perú, y Chile agarra la cola; y otro que está en el Valle Central, y que va desde los bosques de Valdivia, por el sur, hasta el desierto de Atacama, por el norte, llegando a la Cordillera de los Andes. Y Chile solo ha protegido la parte más bonita de este hotspot (sur de Chile), pero no la más rica en especies (valle central) ¿Y por qué no se ha protegido? Bueno, hay dos razones. La primera es que cuando en los años 40 se comenzaron a formar los Parques Nacionales, se hicieron considerando su belleza escénica, lo cual está bien, pero no la biodiversidad, donde está la mayor cantidad de especies. La segunda razón, quizás la más importante, es que de la IV a la VIII Región se concentra la agricultura del país. Y de proteger este sector amenazaría los intereses agrícolas del país. Sobre todo la industria forestal, con el pino, que lo han plantado arrasando con la biodiversidad endémica. Y van quedando muy pocos lugares que proteger, salvo en la alta cordillera. Para hacerse una idea: de la IV a la VIII Región solo está protegido 4 por ciento del territorio. En cambio, en el sur, las áreas de protección suben casi a 40 por ciento del territorio. Y esto se puede corregir con una buena planificación, pero en Chile no hay una planificación territorial. Se pueden asignar y proteger zonas productivas, y también asignar y proteger zonas de conservación; así lo hacen todos los países desarrollados. Pero aquí todos hacen lo que se les da la gana. Chile tiene una riqueza enorme de biodiversidad, ese es su real capital, pero falta saber lo que tenemos, y saber explotarlo para nosotros y el mundo. Sacarle el polvo, potenciar una industria turística sostenible, conocer de nuestras especies. Hay mucho trabajo por hacer. Conaf es una muy buena institución, pero le faltan recursos y formación técnica. Pasan cosas insólitas, como el incendio en las Torres del Paine, o los incendios del Valle Central”.“Eso de que el agua se pueda vender a mí no me gusta nada. Es como que hubiera derechos de aire”.CRISIS DEL AGUA“Las sequías que estamos experimentando podrían estar dentro de los rangos históricos, pero lo que sí es preocupante es que los glaciares están disminuyendo y muy rápido. Esto quiere decir que las aguas que están en las napas terrestres también se están reduciendo. Y eso, a la larga, traerá problemas a la agricultura, se irá reduciendo el espacio cultivable. Hay cosas que podemos hacer para ayudar, como usar eficientemente el agua, cosa que no ocurre en la industria agrícola local, que es muy antigua y donde se malgasta el agua a una tasa altísima. Además, eso de que el agua se pueda vender a mí no me gusta nada. Es como que hubiera derechos de aire. Volvemos a lo mismo, a la planificación e inversión por parte del Estado para aminorar los efectos del calentamiento global y ordenar cierto desorden institucional para resolver temas estratégicos. Pero los gobiernos en Chile no son muy dados a la planificación y prefieren tirar los problemas complejos para adelante, hasta que reviente”.ABEJAS“El tema de la abejas es un indicador preocupante. Se mueren, probablemente, por los pesticidas, aunque soy cautelosa; no tengo toda la información como para afirmarlo con certeza, pero sí pienso que por ahí va la cosa. Porque las abejas se alimentan del néctar y del polen de las plantas; lo mismo sucede con los colibríes.

 ¿Sabes que las abejas no pueden ver el color rojo? A ellas les pasa lo mismo que a nosotros con la luz ultra violeta, no la pueden distinguir. Aunque un alumno mío, Javier Martínez, descubrió que el abejorro chileno visita flores de color rojas. Y él se puso a mirar los colores que subyacen en el rojo de esas flores, y encontró colores azules que se van abriendo. Al igual que otro par de alumnos míos, uno ha trabajado en el bosque valdiviano y el otro en la reserva de Yerba Loca, y ambos han ido descubriendo que si se comparan las hierbas con los árboles, los árboles necesitan más agentes polinizadores, porque las hierbas son más autónomas. Esto te demuestra que no solo la flora y especies vegetales se verían afectadas con la disminución de las abejas, sino que también los árboles. En todo caso las abejas no son los únicos agentes polinizadores. La mosca y el colibrí también son agentes polinizadores. Todo lo que son flores rojas, son visitadas por los colibríes”.“Chile tiene una biodiversidad muy rica que es importante conservar. el valle central, de hecho, es uno de los lugares con más alta concentración de especies endémicas del mundo”.

CAMBIO CLIMÁTICO
“Los conservacionistas son una rama de la ciencia que pertenecen a una disciplina distinta a la de nosotros los biólogos, pero muy necesarios. Nosotros somos lo que proveemos la información, y ellos la saben utilizar para aplicar medidas que ayuden a conservar nuestro patrimonio dentro de un cambio climático complejo. En este dilema siempre se ha hablado mucho sobre la responsabilidad científica, en relación a que los científicos debiéramos saber influir en la esfera de las políticas públicas. Bueno, ahí aparecen los ecologistas, quienes han contribuido mucho a la preservación de las especies. Y han tenido una participación clave para enseñarle a la industria cómo producir. La industria forestal y minera en Chile, hace muchos años atrás, eran tremendamente depredadoras. Eso, afortunadamente, ha ido cambiando gracias al trabajo de muchos científicos y activistas. Y en buena hora, porque donde más se sentirá el efecto con el cambio climático será en temas como la agricultura. Porque el clima se irá corriendo, como sucede con las uvas, que se van desplazando hacia el sur. Y eso es mucho más complicado que si una flor determinada se extingue. Igual de complicado que el dilema que enfrentan algunas ciudades por la subida del mar. No se puede llegar y mover una ciudad. Son en estos temas prácticos donde están los verdaderos problemas del cambio climático, más que en la extinción de una especie. El problema real y práctico que enfrentamos con el aumento de la temperatura es para el hombre, para su modo de vida”.


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