ALEX GODOY, DIARIO LA TERCERA, VIERNES 28 DE FEBRERO DE 2014HTTP://VOCES.LATERCERA.COM/2014/02/28/ALEX-GODOY/EL-CIRCULO-ESTA-COMPLETO-HIDROAYSEN-Y-EL-NUEVO-GOBIERNO/
El círculo está completo: HidroAysén y el nuevo gobierno
El 14 de agosto de 2008 hizo su ingreso al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental el proyecto HidroAysén, en aquél entonces, a la Comisión Nacional de Medioambiente (CONAMA) durante la administración de la reelecta Presidenta, cerrando el círculo de su tramitación, quizá, definitivamente.
En aquella oportunidad las tendencias ambientales y fuerzas conductoras de la política ambiental era muy distintas al escenario actual tanto a nivel de autoridades como de posturas a nivel de la población. Para 2008, la crisis financiera era el tema principal de fondo, mientras que en temas ambientales la participación ciudadana empezaba a tomar forma mediante el hacerse expresar mediante distintos mecanismos. Los temas energéticos y de escasez de agua empezaban a ser tocados en los medios – tangencialmente – pero nada a un nivel preocupante; en donde incluso la aprobación e implementación de termoeléctricas fue algo que caracterizó al periodo.
Hoy, la administración de Bachelet se encuentra con un escenario no sólo distinto sino que altamente complejo. Chile ya no posee una “Secretaría General con rango de Ministerio”,sino un Ministerio de verdad con una estructura compleja respaldada en la Ley 20417, coexistiendo tribunales ambientales, superintendencia y servicio de evaluación ambiental, quedando sólo a resolver el servicio de Biodiversidad y Áreas protegidas. Unido a esto, el contexto social también es diferente. La población se ha empoderado en temas ambientales siendo poco tolerante a errores tanto de parte del gobierno como de privados; en donde incluso esta asocia el concepto de “HidroAysén” a “mal proyecto”, o “malas prácticas” dejando ya de ser un tema de fondo su impacto ambiental.
En temas de recursos, la Presidenta también enfrenta el arrastre de la carencia de una política energética, en donde a pesar que han aprobado sobre 18.583 MW, menos de un séptimo han sido construidos. Lo paradójico, es que el 78% corresponde a iniciativas renovables en donde los proyectos solares representan el 31,6%; los hidroeléctricos el 21,8%, y los eólicos, el 25%; pero donde aún se sigue “facilitando el mercado” a proyectos basados en carbón o mega represas por medio del “régimen marginalista” en los sistemas de precios. En este escenario, las promesas del programa de la Presidenta de un Chile más verde se contraponen a este escenario donde la carencia futura de energía y la sombra del racionamiento ya han hecho expresar a miembros de su coalición que HidroAysén es la solución o que el carbón no debe limitarse.
Peor aún, en este escenario la Presidenta deberá hacer frente a una de las decisiones más difíciles de entrada; dar luz verde o no al “emblemático HidroAysén” no resuelto por la administración actual. Esta deberá saber hacer frente su aprobación o rechazo en una entramado ministerial, de leyes y ciudadanía, que esperan tanto de ella, su ministro y subsecretario del medioambiente, quienes lleven de la de la mano a Chile a un desarrollo verde. ¿Será esto posible? La respuesta a tal pregunta se dividirá entre el pragmatismo para responder a la necesidad y lo nuevos desafíos futuros.
A todas luces, la disponibilidad hídrica en el SIC empeora, proyectándose este año como la quinta temporada de sequía consecutiva, trasladando la discusión desde el tema eléctrico al tema hídrico. Para quienes plantearon que la solución a la sequía sería la construcción de más embalses que pudieran responder a apostar por resolver ambos problemas; su visión cortoplacista se ve enfrentada a la dura realidad sobre que los embalses actuales están bajo dos tercios de su capacidad y que dudosamente puedan recuperarse a la misma tasa. Esto es corroborado en el sexto informe de deshielos (2013-2014) encargado por el Centro de Despacho Económico de Carga (CDEC) del SIC, el cual muestra evidencia del empeoramiento de la condición seca en la zona centro sur comparado con los años anteriores.
Por lo tanto, para quienes apuestan a la hidroelectricidad y que argumentaban de esta como renovable, confiable y de uso múltiples en una estrategia nacional de recursos hídricos, la evidencia empieza mostrar su peor cara.
Por otra parte, aun nada se hace en contra de reflotar el tema de los “Derechos de Agua”, los cuales todos sabemos que se encuentran concentrados en muy pocos actores – además de no ser utilizados – haciendo que el ”mercado del agua” en vez de funcionar de modo correcto al final se comporte como un “Wall Street del 2008” con especuladores hídricos. Es más, nadie ha puesto el cascabel al gato en la desconexión entre Oferta-Demanda Hídrica en las diversas cuencas y su poca planificación territorial a nivel nacional; configurando el peor escenario futuro posible, no sólo tenemos una carencia en política energética sino también hídrica.
En este marco, la nueva administración tiene que enfrentar el desafío de coordinarse entre ministerios – lo cual no es algo que suceda mucho en Chile – y donde la tendencia e inercia es que en cada entidad ministerial responda al problema con soluciones reactivas al hoy en vez de planificar e implementar soluciones coordinadas para lo que se viene y que el calentamiento global ya refleja. Nuevamente, ¿Podrá hacerlo la actual administración?. El escenario es más complejo que hace cuatro años y en la historia ambiental de Chile no hay evidencia que este sea prioridad; por tanto sólo nos queda la fe en que quienes fueron nombrados se iluminen y puedan hacer frente a una bola de nieve que se inició en 2008, ha crecido y que lleva por “chapa” HidroAysén, pero que de fondo es un tema lejos más complejo que aprobar un simple proyecto.
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