Quiques, zorros, lechuzas y águilas habitan el Parque Metropolitano‏


Estos bichos indómitos viven en los verdes 
cerros de Santiago
Quiques, zorros, lechuzas y águilas habitan el Parque Metropolitano
Diario Las Últimas Noticias, 6 de septiembre de 2013
Equivale a sacarse el Loto o el Kino, pero no es del todo descabellado que algún día, mientras pasea por las calles aledañas al Parque Metropolitano de Santiago, usted pueda encontrarse cara a cara con animales silvestres como quiques, tucúqueres, zorros o gallinitas ciegas.
Estas y otras especies nativas habitan libremente en las más de 700 hectáreas del parque y conviven silenciosamente con el hombre, aunque en varias ocasiones alguno ha hecho noticia por adentrarse en la ciudad. “Hace cosa de un año apareció un tucúquere (una especie de búho) en medio de una plaza. En alguna ocasión llegó un zorro al Regimiento Buin, que está en Recoleta. Se quedó encerrado en una bodega y tuvimos que ir a rescatarlo”, dice Mauricio Fabry, director del parque. Como el Parque Metropolitano se conecta con el cordón cordillerano, el traslado de los animales se da de manera natural.
De hecho, el parque se emplaza en cuatro comunas: Huechuraba, Providencia, Recoleta y Vitacura. Abarca por el poniente desde la subida de Pío Nono, y por el oriente hasta más allá del sector de La Pirámide y la Ciudad Empresarial.
Lo que más se encuentran son aves silvestres. Según el estudio más completo sobre la fauna nativa del parque, Caracterización de la Avifauna del Parque Metropolitano de Santiago, realizado en 2006 por el entonces estudiante de la Universidad Mayor Sebastián Crisosto, hay entre 60 y 70 especies. “En primavera y verano se ven más que en otoño e invierno”, comenta Gonzalo González, encargado de Conservación de la Biodiversidad del Parque Metropolitano, quien agrega: “Sobre mamíferos no tenemos estudios completos, pero debieran haber unas 12 ó 13 especies, muchos de ellos roedores silvestres, no los típicos ratones de casa, y también animales que cazan a esos roedores, como zorros y quiques”.
Estos animales también cumplen una importante función en el ecosistema de Santiago. “Una pareja de lechuzas puede comer más de 100 ratones al mes. La gallinita ciega come muchos mosquitos, las águilas (hay nidos en el sector de Bosque de Santiago en Huechuraba) controlan la sobrepoblación de conejos. Es en este tema donde debiéramos valorar la presencia de animales silvestres en la ciudad. Cuando se pierden los grandes predadores, aparecen las plagas”, dice Fabry.
¿Provoca algún perjuicio a la ciudad tener estos animales tan cerca? Gonzalo González asegura que todo lo contrario: “Mientras más biodiversidad encontremos dentro de la ciudad, mejor. Tenemos la posibilidad de tener un contacto más directo con la naturaleza. El tema es que los seres humanos sepamos convivir con estas especies”.

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