Yasna Kelly C.
Diario El Mercurio, domingo 19 de enero de 2014
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Así tituló Zig Zag un reportaje publicado en el verano de 1958. "Por tradición, las playas vecinas a Valparaíso han sido siempre la atracción máxima de quienes gustan de un veraneo en que imperen la belleza y la distinción. Nada de muchedumbres que llegan con cuanta cosa Dios creó, estableciendo verdaderos campamentos de gitanos. No, aquí se llega en Reñaca, solamente a disfrutar de las brisas del mar, del golpe de las olas, del esparcimiento que consiste en dejarse tender sobre las arenas y dar libre vuelo a la imaginación, deleitando la vista en las bañistas, en el juego de los niños y de los adultos, que libres de la vestimenta convencional, son otros niños más". Cincuenta y seis años después, Reñaca es muy diferente.
Su origen se remonta a 1905, cuando el dueño de la hacienda Viña del Mar, Salvador Vergara Álvarez, se asoció con Gastón Hamel de Souza para formar la sociedad Inmobiliaria Montemar, que tenía por objeto urbanizar la orilla de la playa. Las casas, eso sí, recién comenzaron a verse hacia 1912. Cinco años después, en 1917, se construyó el camino costero hacia Concón. Reñaca permanecía eso sí solo como un lugar de paso. Era una playa que permanecía la mayor parte del tiempo vacía. La razón: el fuerte oleaje que la hacía muy peligrosa.
Pese a que este no varió, sí cambió la mentalidad de la gente y hacia 1940 esta playa comienza a tener un "boom" inmobiliario importante. Primero se hicieron grandes casas de veraneo. Fue quizás la época de "gloria" de esta playa, lugar preferido de muchas familias y jóvenes "pretendientes" de la sociedad, que se retrataban en la arena. Hoy no queda "casi" ninguna de esas casas. Los edificios prácticamente han copado la ladera del cerro y la costa.
Junto con llenarse de casas... se repletó la playa. Y, al contrario de la descripción hecha en 1958, las muchedumbres llegan con cuanta cosa Dios creó y, por cierto, con la mínima cantidad de ropa posible.
Rescatamos algunas fotografías para el recuerdo.
Hay 16 fotos tomadas principalmente entre 1955 y 1958
Por ejemplo una del chico Claro:
Hay una imagen de la playa con sus carpas, y vegetación costera
captada en 1958. Yo tengo recuerdos de ese verano en que veraneamos
justamente en Reñaca en la casa de los Said que quedaba
en primera fila en la avenida Borgoño.
Recuerdo que fue en 1958, porque a comienzos de marzo
mis hermanos mayores tuvieron que regresar a Santiago
porque entraban al colegio y mi madre con mi hermano
Willy, el menor nos quedamos una semana más.
Recuerdo pensar: qué bueno quedarse
y al mismo tiempo, qué pena por mis hermanos.
Me acuerdo haber sacado una jaiba
que tras una ola quedó semienterrada
en la orilla, la que después alguien
cocinó. Quedé muy impresionado
(conmovido más bien) de ver
que la echaban al agua hirviendo
y poco a poco el color iba cambiando
de tonos morados a rojos como coral.
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