Procurad también que, leyendo, vuestra historia, el melancólico se mueva a risa‏


“Don Quijote, para combatir la melancolía”
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“Don Quijote arremete contra los molinos”, de Ricardo Balaca (1844-1880).
En el prólogo de Don Quijote leemos: “Procurad también que, leyendo, vuestra historia, el melancólico se mueva a risa”. Es sabido que Freud había aprendido el español para leer en libro de Cervantes en su lengua original. “Luego prefirió, en su desmedro, a Edipo como mito fundador del psicoanálisis, sin poder prever que el ‘donoso y grande escrutinio’ del capítulo 6 iba a tocarle también a él. En 1933, en Berlín, sus libros fueron quemados en un auto de fe, como le sucede a la biblioteca de don Quijote”, escribe Francoise Davoine, quien dedica ahora un voluminoso ensayo a demostrar que el Don Quijote amado por todo el mundo (el libro más vendido luego de la Biblia, se dice) tiene el poder de curar la melancolía. Por lo menos ésa fue la razón de su escritura, sostiene la autora.
Cervantes nació en 1547. En 1571 fue herido en la batalla de Lepanto, y perdió el uso de la mano izquierda. En 1575 fue raptado por piratas turcos, cuando regresaba con su hermano Rodrigo a España; ambos terminaron como esclavos en Argel. Miguel tenía entonces 28 años y pasaría cinco esclavizado en uno de los célebres baños de la regencia otomana. Su rescate se pagó in extremis. Pero, sostiene Davoine, “el trauma siempre golpea dos veces. En 1597, 17 años después de su retorno a España, volvemos a ver a Cervantes en prisión, esta vez en Sevilla, donde concebirá el Don Quijote. El trauma secundario es típicamente provocado por la traición de los suyos. Pero aquí reaviva la escritura de Cervantes, que se había interrumpido luego de la publicación de su novela pastoril, La Galatea, y algunas piezas teatrales (entre ellas, La batalla naval y Los tratos de Argel). Puede decirse entonces que Cervantes comenzó a escribir justo después de su llegada a España y tras la experiencia del baño. En realidad, para salir de las zonas del trauma, Don Quijote le aportaba lo que faltaba en el proceso catártico puesto en marcha y luego suspendido en torno de la muerte de su padre, Rodrigo, el barbero, en 1587, cuando dejó de escribir”.
La autora recorre los distintos episodios de Don Quijote bajo la tesis de que sirven a Cervantes para revivir sus tantas experiencias traumáticas. “Treinta años después de Lepanto, al dejarse vapulear, capítulo tras capítulo, como el analista sesión tras sesión, don Quijote hace desfilar accesos de reviviscencias traumáticas en las que el pasado se torna presente y afirma la realidad de hechos juzgados inútiles y perimidos”.
Más allá de las argumentaciones y de los convencimientos que pueda otorgar el Don Quijote, para combatir la melancolía, el libro resulta otra lectura de la novela inmortal, una más entre las centenares de miles que se han propuesto a través del tiempo, y que en primer lugar aseveran su vigencia, ya que como lo define Borges, un libro clásico “es aquel que las distintas generaciones leen con renovado fervor”. Publicó Fondo de Cultura Económica.
Fondo de Cultura Económica tiene el agrado de invitar a usted a la presentación de:

HISTORIA Y TRAUMA

Françoise Davoine y Jean-Max Gaudillière
Y
DON QUIJOTE, PARA COMBATIR LA MELANCOLÍA

Françoise Davoine

Participan

Alicia Lo Giúdice

y los autores

Portada de Historia y trauma   Portada de Don Quijote, para combatir la melancolía
MIÉRCOLES 27 DE NOVIEMBRE
A LAS 19.00 HS. 
Biblioteca de la Alianza Francesa
Córdoba 936/946
C.A.B.A.
Los autores de Historia y trauma y Don Quijote, para combatir la melancolía 
estarán en Buenos Aires invitados por Abuelas de Plaza de Mayo.

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