Diario Las Últimas Noticias, martes 5 de noviembre de 2013
Fenómeno íntimo es ratificado por un estudio
analizado por sociólogo y filósofo
Observatorio del Libro y la Lectura de la Universidad de Chile
encuestó a más de tres mil personas. Más del 40% de los que
respondieron, se llevan un libro al WC.
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Los chilenos han conquistado
desde la montaña hasta el baño
para dar rienda suelta a sus hábitos de lectura.
Por lo menos así lo grafica un estudio
del Observatorio del Libro y la Lectura
de la Universidad de Chile,
que encuestó a 3.010 personas
durante la Feria Internacional del Libro
de Santiago 2012.
Les preguntaron:
¿Dónde lees tú?
[Esta pregunta me recuerda
la respuesta de Francisco Brugnoli,
Director del Museo de Arte Contemporáneo
a otra pregunta que le hicieron no hace mucho:
La frase dicha por una mujer que más recuerda.
La respuesta del entrevistado: "¿Desde dónde hablas tú?",
de Nelly Richard. Un ubicatex feroz, según Brugnoli.
(Según él, Nelly Richard ha sido el mejor aporte,
el que ha dado más luces para entender al género femenino).
Nada contra ella, tal vez soy demasiado simplón,
pero a veces ante preguntas como esas
que impresionan tanto a Brugnoli,
me dan ganas de haberle respondido a la Nelly:
«Desde el water donde estoy sentado.»
[O si prefiere, desde una Instalación Sanitaria,
para insertarla en el ámbito del arte, de la precariedad y lo marginal].
Podríamos reformular la pregunta de Nelly:
¿Desde dónde hablas tú? a ¿Donde lees tú?]
Bueno la respuesta a la pregunta en la encuesta
[los lugares no son excluyentes] fue:
84% en el dormitorio,
48% en la sala de estar o el living,
44% en la micro.
El 42% de los hombres entre 30 y 39 años
confesó leer en el baño
(detectados mayoritariamente
en las comunas de La Florida y Ñuñoa).
Hoy, en la versión 2013 de la Feria,
se liberarán datos según sexo (ver recuadro).
"Leer en el baño es, sin duda,
un ejercicio de gran ayuda,
especialmente para las personas
de tránsito lento (y lectura vertiginosa).
En mi caso, desde los tiempos de mi abuelo
siempre hubo diarios y revistas en el baño.
Yo heredé ese sistema
e incluso instalé un librero
para que siempre hubiera
lectura interesante,
incluyendo sopa de letras
[spa de letras, ah?]
Esto, hasta la llegada al hogar
de la tablet o el celular con Internet,
que de las manos de mis hijos
han puesto la modernidad",
cuenta el cincuentón Juan Muñoz Fuentes,
que no se extraña del hallazgo.
Hay más razones para utilizar al baño como biblioteca.
"Es un reducto que respeta las condiciones
del individualismo extremo a los que
ha sido empujado el lector.
Es un escenario íntimo
donde nadie más está con uno,
es un especie de salvoconducto",
agrega el sociólogo Alberto Mayol,
que confiesa que de niño en su casa
había un librero dentro del baño.
El filósofo Bernardo Subercaseaux agrega:
"En el baño se lee lectura de ocio,
imposible '2666' (novela) de Roberto Bolaño".
Aclara que "los hombres lo hacen
en el baño de su caso y no en el de la oficina".
Opina que "se lee por placer
y se le quita tiempo al tiempo
para ocupar este espacio de tranquilidad.
La lectura no debe ser muy larga
para que no se acalambren las piernas.
• Ojo con los minutos
Ana María Osorio, ergónoma
de la Mutual de Seguridad,
aterriza el tiempo de lectura
sentado en el excusado.
"Más de dos horas
hay compresión en la arteria poplítea
(detrás de la rodilla hacia el muslo)
y genera falta de irrigación sanguínea
a la pierna y sensación de anestesia,
hormigueo y dificultad del retorno venoso.
Ocurre cuando el espacio físico no es el adecuado".
De hemorroides, afirma que "estar sentado
no es necesariamente un factor de riesgo,
pero sí un factor agravante".
Aporta que los que viajan en Metro
"se concentran con libros duros
y los que leen en el baño con libros intensos,
son revistas de entretención, de mirada rápida".
Ahora bien, usted sabe que
leer en el baño puede ser un deleite,
pero le recomendamos que no preste sus libros
y que no se lleve al WC ejemplares ajenos.
Una cosa es la lectura y otra distinta es la higiene.
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Números de la encuesta
Qué, cómo y dónde leen
¿Qué leen los encuestados?
45% diarios. 45% revistas. 26% cómics.
¿Dónde lo hacen?
28% lee en sus computadores o libros electrónicos.
¿Dónde están los lectores?
La mayoría, en Ñuñoa y Santiago.
¿Dónde leen?
Mujeres, en sus dormitorios, salas de espera, vacaciones.
Lectores de Puente Alto, La Florida y Maipú
lo hacen en el Metro.
Los de Maipú en el Transantiago
y los de Las Condes, mayoritariamente
en playas, lagos y montaña.
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