por Francisco José CovarrubiasDiario El Mercurio, Sábado 19 de octubre de 2013http://www.elmercurio.com/blogs/2013/10/19/16215/El-cheque-en-blanco-a-Bachelet.aspx"Comprada la tesis de la necesidad de los cambios profundos —en contraposición con los cambios graduales que han permitido a Chile dar un enorme salto— lo menos que se puede pedir a la candidata son definiciones mínimas..." Francisco José CovarrubiasEscuchar a Bachelet en Enade fue en cierta forma tranquilizador.Claro que tuvo la suerte de salir a escena después de Parisi. Y después de Parisi, todo es tranquilizador. Pese a que la vestimenta era notoriamente distinta a la que usaba anteriormente, el tono de lo que dijo —sin apartarse en ningún momento de lo que llevaba escrito— recordó a la primera Michelle. La Michelle de la vieja Concertación, la Michelle de los consensos, la Michelle de Velasco. No levantó la voz, no extremó la sensación de que hay que cambiarlo todo, aunque —al mismo tiempo— no ahondó en los planteamientos que ha venido diciendo. Siguieron siendo meramente titulares de una crónica que puede tener muchos desenlaces y —lo que es peor—muchos finales. Bachelet se escuda en que ya fue Presidente, en que los chilenos ya la conocen. Y en cierta forma tiene razón. Aunque no sabemos a cabalidad cómo será esta versión 2.0, es obvio que su historial le ha permitido —a un mes de la campaña— seguir en la indefinición. De esta forma, los chilenos, se aprestan a darle un cheque en blanco, pese a que ha anunciado cambios profundos.Al igual que mucha gente, Bachelet se ha comprado la tesis —enarbolada por ciertos intelectuales de izquierda— de que si no cambiamos bruscamente el rumbo, caeremos al abismo. Chile para ellos está como la Francia de principios de julio de 1789, ad portas de la revolución. La prueba de ello serían los “movimientos sociales”, sin haberse dado cuenta de que —terminado el 2011— las calles se quedaron vacías... Comprada la tesis de la necesidad de los “cambios profundos” —en contraposición a los cambios graduales que han permitido a Chile dar un enorme salto— lo menos que se puede pedir a la candidata son definiciones mínimas. Lo primero es conocer el programa. Ello no es una “majadería” como señaló hace algunas semanas. En cualquier contienda electoral el programa debe entregarse con tiempo. Merkel en Alemania, lo entregó con tres meses de anticipación. Y eso que ella representaba la continuidad. Como las diferencias son tan grandes al interior de la Nueva Mayoría, lo probable es que el programa que terminemos conociendo sea lo suficientemente ambiguo para que quepan todas las interpretaciones. Total, en el camino se verá la ruta, ahora lo importante es firmar el cheque. El segundo aspecto que es clave conocer es si la alianza con el Partido Comunista es instrumental o es para gobernar. ¿Puede ser eso una majadería? Si la administración Bachelet los incorpora al gobierno, se tratará de uno de los pocos casos en el mundo de ministros comunistas en un gobierno democrático. Todo el resto está en dictaduras o tiranías. Por cierto, a ellos no se les exige la condena de esos regímenes, como sí se les exige a quienes participaron en la dictadura de Pinochet. ¿Puede una alianza de gobierno incluirlos a todos? ¿Desde Walker a Teillier, desde Velasco a Camila Vallejo? ¡Qué importa!, pongamos la firma para ganar... Lo tercero, es exigirle decir si quiere perpetuarse. Bachelet ha propuesto una nueva Constitución. Y en todas las nuevas constituciones en Latinoamérica (Perú 1993, Argentina 1994, Venezuela 1999, Ecuador 2008 y Bolivia 2009) se ha instaurado la reelección desde que son promulgadas. “Chile no está para ese tipo de cosas”, me aclaró un amigo concertacionista. Pero la sorpresa la dio la propia ex Mandataria en una entrevista radial, señalando algo así como que el pueblo será el que decida. Es decir, no está despejado si Bachelet quiere estar cuatro años o 4+4. ¿Es una majadería que los chilenos sepamos eso? En fin, después se verá...¡ahora firmemos!Finalmente, es necesario saber cómo se hará la madre de todos los cambios: la nueva Constitución. ¿Cuál será la fórmula? No la sabemos. Todo cabe, lo importante es firmar el cheque. Total quienes encuentran a la actual Constitución tramposa, ya le encontraron una trampa para hacer la Asamblea Constituyente. Queda solo un mes para las elecciones. Como han sido casi todos los comicios presidenciales desde la vuelta a la democracia hay pocas dudas de quién será el ganador. Pero hay una gran diferencia: hay muchas más dudas de lo que realmente ocurrirá en La Moneda S/N.
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