Come y calla
Diario El Mercurio, Domingo 11 de agosto de 2013
"Los cuatro equipos chilenos avanzaron en la Copa Sudamericana y Cobreloa lo tenía difícil, aunque el Peñarol de ahora no es el de antes, y lo mismo Universidad Católica, claro que Cerro Porteño tampoco..."
Los cuatro equipos chilenos avanzaron en la Copa Sudamericana y Cobreloa lo tenía difícil, aunque el Peñarol de ahora no es el de antes, y lo mismo Universidad Católica, claro que Cerro Porteño tampoco, porque en verdad ningún equipo lo es.
Ni los chilenos ni el resto de América del Sur donde se habla español.
Brasil es un mundo aparte y no en vano el campeón actual de la Sudamericana es Sao Paulo y los últimos cuatro monarcas de la Libertadores son de ese país.
Sin embargo, en un partido clase de entrenamiento, Barcelona metió 8, Santos ninguno y el resultado es síntoma y señal de una época.
Por debajo de los brasileños están los equipos antiguos e históricos de Hiapanoamérica, que van a la baja y andan cariacontecidos.
Son tiempos melancólicos y nostálgicos, porque ya nadie es lo que era.
Un equipo grande es una empresa con experiencia en el seguimiento y búsqueda de jugadores. Cuentan con entrenadores y personal para detectar futuras estrellas, que capturan y contratan.
Y para eso están Boca Juniors, Peñarol o Universidad de Chile, pero también los demás; para hacer la pega inicial son el cedazo y la primera camada, son el servicio militar y el trabajo en terreno.
Los equipos son estaciones de tránsito y cuanto antes se vayan los jugadores, mejor para él y para la institución que lo descubrió. Van rumbo a la gran Europa y también hacia países árabes con aspiraciones.
Los de ahora son clubes sin ánimo ni capacidad ni intención de retener a nadie, porque la vocación deportiva y comercial es vender bien lo antes posible, para asentar el negocio y seguir rastreando la materia prima.
Los equipos comparten esa realidad y por lo tanto la ley es dura, compartida y pareja.
Vivimos en el Plan B y el A se juega en Europa, porque allá está la crema y la nata: cracks, lumbreras, ídolos, promesas, maestros, seleccionados, artistas, patrones, goleadores y monstruos.
Lo nuestro es la Copa Sudamericana y la ilusión, que es lo último que hay y el hambre del fútbol no se aplaca, así que come y calla.
Los próximos rivales de los equipos nacionales son los siguientes.
Deportivo Pasto se cruza con Colo Colo.
Emelec, un viejo conocido, contra Universidad Católica.
La Equidad enfrenta a Cobreloa.
Independiente del Valle se mide con Universidad de Chile.
Lo dicho: come y calla.
Ni los chilenos ni el resto de América del Sur donde se habla español.
Brasil es un mundo aparte y no en vano el campeón actual de la Sudamericana es Sao Paulo y los últimos cuatro monarcas de la Libertadores son de ese país.
Sin embargo, en un partido clase de entrenamiento, Barcelona metió 8, Santos ninguno y el resultado es síntoma y señal de una época.
Por debajo de los brasileños están los equipos antiguos e históricos de Hiapanoamérica, que van a la baja y andan cariacontecidos.
Son tiempos melancólicos y nostálgicos, porque ya nadie es lo que era.
Un equipo grande es una empresa con experiencia en el seguimiento y búsqueda de jugadores. Cuentan con entrenadores y personal para detectar futuras estrellas, que capturan y contratan.
Y para eso están Boca Juniors, Peñarol o Universidad de Chile, pero también los demás; para hacer la pega inicial son el cedazo y la primera camada, son el servicio militar y el trabajo en terreno.
Los equipos son estaciones de tránsito y cuanto antes se vayan los jugadores, mejor para él y para la institución que lo descubrió. Van rumbo a la gran Europa y también hacia países árabes con aspiraciones.
Los de ahora son clubes sin ánimo ni capacidad ni intención de retener a nadie, porque la vocación deportiva y comercial es vender bien lo antes posible, para asentar el negocio y seguir rastreando la materia prima.
Los equipos comparten esa realidad y por lo tanto la ley es dura, compartida y pareja.
Vivimos en el Plan B y el A se juega en Europa, porque allá está la crema y la nata: cracks, lumbreras, ídolos, promesas, maestros, seleccionados, artistas, patrones, goleadores y monstruos.
Lo nuestro es la Copa Sudamericana y la ilusión, que es lo último que hay y el hambre del fútbol no se aplaca, así que come y calla.
Los próximos rivales de los equipos nacionales son los siguientes.
Deportivo Pasto se cruza con Colo Colo.
Emelec, un viejo conocido, contra Universidad Católica.
La Equidad enfrenta a Cobreloa.
Independiente del Valle se mide con Universidad de Chile.
Lo dicho: come y calla.
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