La odisea de una arqueóloga intentando salvar del saqueo del patrimonio egipcio‏


Las peripecias de la "Indiana Jones" de Egipto

EL CAIRO La joven arqueóloga busca recuperar piezas únicas de los saqueos más graves de los últimos años.  

por JAVIER ESPINOSA El Mundo 
Diario El Mercurio, domingo 24 de agosto de 2013

El relato de Mónica Hanna parece sacado de un guión de la saga "Indiana Jones". La arqueóloga asegura que tuvo que eludir los disparos de francotiradores y el acoso de la turba que asaltaba el museo de Malawi, en la ciudad de Minia, para conseguir salvar lo poco que restaba de la significativa colección del recinto. "Conseguimos sacar cinco sarcófagos, dos momias y algunos objetos más, unos 40, pero la mayoría ha desaparecido. Son dos momias con cabeza de ibis. Una está hecha añicos y la otra bastante dañada", reconoce Hanna.
El pasado sábado, Hanna viajó a la villa situada casi 300 km al sur de El Cairo tras conocer que el museo local de esa población había sido asaltado tres días antes en medio del caos que se generó en todo el país tras el asesinato de cientos de oponentes del golpe militar en la capital egipcia.
Encontró un escenario desolador. El museo de Malawi -así se llama- llevaba días bajo el control de turbas, que habían robado o destruido cientos de artefactos únicos procedentes de los yacimientos cercanos de Tuna el-Gebel, Tele el-Amarna -la capital del faraón Akenatón- y Hermópolis.
Una colección de 1.089 objetos que incluía desde baúles a ataúdes, joyas, monedas de oro y bronce de la época grecorromana, máscaras, piedras con jeroglíficos, momias de animales y estatuas dedicadas a Thoth, el dios con cabeza de ibis. La mayor parte de esa recopilación era legado del llamado Período de Amarniense de la dinastía XVIII de los faraones.
"Mataron al vendedor de entradas de un tiro y arrasaron el lugar. El mayor saqueo se produjo el miércoles por la noche y duró ocho horas. Solo hemos recuperado 48 piezas y todas rotas", admite Hassan Saddala, portavoz del Ministerio de Antigüedades (MSA) egipcio.
"Es el mayor desastre del patrimonio egipcio en años", le secunda Shadia Mohammad, un alto cargo del MSA. Entre las antigüedades que han desaparecido figura una estatua de la hija del faraón Akenatón, con más de 3.500 años de antigüedad, de valor imposible de estimar, y una colección única de esculturas de bronce.
Un video que muestra los daños del edificio permite apreciar la devastación en el habitáculo, repleto de estanterías vacías regadas por el suelo, trozos de estatuas milenarias y vidrieras desvencijadas.
"Estaban rajando las momias porque pensaban que tenían oro en el interior", relató Hanna. Los asaltantes se llevaron incluso trozos de rejas. La joven tuvo que huir el sábado después de recibir amenazas y solo pudo regresar un día más tarde, al conseguir una escolta militar y el apoyo de un policía. "Tuvimos que trabajar muy deprisa porque nos disparaban", recuerda la arqueóloga.
Las autoridades solo han recuperado cinco de los objetos sustraídos, puntualiza Hassan: dos estatuas de la diosa Osiris y tres vasijas de barro.
Un grupo de voluntarios creado en Facebook, llamado Fuerza de Choque del Patrimonio Egipcio, ha establecido varias líneas telefónicas para instar a la población a que devuelva lo sustraído "sin peligro de que se les castigue", como aseguran en su comunicado.
La propia directora general de la Unesco, Irina Bokova, admitió que lo ocurrido constituye "un daño irreversible a la historia y la identidad del pueblo egipcio". Shadia Mohammad añade que Bokova ha prometido enviar urgentemente un equipo de especialistas para reparar los 40 objetos que consiguió salvar Hanna, cuyo estado, dice, es "penoso". "Necesitarán años para ser restaurados. Todo, tanto los sarcófagos como las momias o las estatuas, está roto en pedazos".
Refuerzos policiales
El responsable del Departamento de Museos del MSA, Ahmed Sharaf, indicó que pidieron el envío de refuerzos policiales para esa provincia después de recibir amenazas sobre otro posible ataque contra el yacimiento de Al-Bahnasa, uno de los mayores de Minia y origen de una incalculable colección de casi 100.000 papiros.
"La gente piensa que se venga del gobierno destruyendo cosas como el Museo de Minia. Intenté explicarles que eso era de todos los egipcios, pero no me escucharon. Era puro vandalismo", precisó Hanna.
Durante los disturbios que azotaron al país en febrero de 2011, el Museo de El Cairo perdió dos estatuas de Tutankamón y otros 16 objetos de gran valor. Pero Shadia Mohammad dice que "no se puede comparar, aquello fue un incidente menor, esto es terrible".
En diciembre de ese mismo año ardió el Instituto Científico de Egipto, construido por orden de Napoleón y que acogía 196.000 libros, de los cuales se salvaron poco más de 30.000. Una de las piezas únicas que quedó reducida a cenizas fue "Descripción de Egipto", que encargó el militar francés a un grupo de científicos durante su campaña por el Nilo.
El suceso de Minia es un reflejo de la destrucción que está sufriendo el patrimonio egipcio desde 2011 bajo el pillaje de algunos grupos organizados y el abandono de las autoridades.
Los restos de Heliópolis, considerada la primera capital del Egipto del Período Predinástico, podrían ser un ejemplo de esta decadencia, acelerada en este caso por la falta de control del yacimiento arqueológico.
De la también llamada ciudad de On, cuna de la primera mitología egipcia y donde según estas creencias comenzó la vida, solo queda el obelisco de Senusert I (2010-1640 a.C.), rodeado por basura y terrenos invadidos por nuevos inquilinos.
Cerca del monolito se puede apreciar una docena de féretros de piedra a metros de un rebaño de ovejas y más desperdicios. El año pasado las autoridades descubrieron una estela de piedra caliza de la dinastía XVIII arrumbada entre los escombros de los nuevos edificios ilegales en el área.
"Todo esto es posterior a 2011. Fruto del caos. La gente se apropió de la tierra y comenzó a construir. Hay dos familias que se han repartido el área. Cada poco tiempo se enfrentan a tiros por el control de las antigüedades que roban. Claro que hay excavaciones ilegales", indica Hashem Abdel Mena, un residente del barrio.
A sus 30 años, Hanna -que quedó fascinada por la arqueología cuando tenía 14 años, al descubrir las momias del Museo Egipcio de El Cairo- se volvió un personaje habitual de los medios locales por sus repetidas denuncias sobre el saqueo. Hace pocas semanas, se plantó en Heliópolis con su grupo de voluntarios para intentar eliminar parte de la basura acumulada en el lugar.
Su trabajo, sin embargo, le ha reportado un aluvión de amenazas y señalamientos de quienes la acusan de ser un "agente" de hipotéticos poderes foráneos dedicados a difamar la imagen de Egipto.
 Ejército neutraliza las protestas islamistas
Las Fuerzas Armadas egipcias cortaron ayer las principales arterias de El Cairo para asfixiar las protestas que debían poner a prueba la capacidad de reacción de los islamistas, descabezados y desmoralizados tras los últimos golpes recibidos.
El "Viernes de los Mártires" iba supuestamente a coronar una semana de movilizaciones de los Hermanos Musulmanes y sus seguidores, que han ido en declive conforme sus líderes caían, uno tras otro, en las extensas redadas policiales.
Pese a ese yugo militar, con tanques y vehículos blindados diseminados por todo el centro de El Cairo, cientos de islamistas desafiaron a las autoridades y se concentraron de manera pacífica ante diferentes mezquitas de la capital.
Sin embargo, en varios de los 28 templos en que estaban convocadas las protestas no llegó ni una sola persona a reclamar en público la restitución en el cargo del ex Presidente Mohamed Mursi, derrocado el pasado 3 de julio, señaló EFE.

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