A ti, joven elector


Columnistas
Diario El Mercurio, Miércoles 19 de junio de 2013


"No existe esa especie llamada 'los jóvenes chilenos'. Cuando se los encuesta o analiza, aparecen los matices que permiten subdividirlos y subclasificarlos en los más variados estratos..."


No existe esa especie llamada "los jóvenes chilenos". Cuando se los encuesta o analiza, aparecen los matices que permiten subdividirlos y subclasificarlos en los más variados estratos.

Pero, más allá de esas categorías, a todos les corresponderá pronunciarse el 30 de este mes y el 17 de noviembre próximo. En eso, todos están igualados, todos pertenecen a la misma condición: son electores. Mas, aunque jurídicamente han sido equiparados, las muy diversas opciones que encarnan los vuelven a separar. No les gusta formar parte de una misma masa. Por eso, hay que distinguir, y a cada grupo conviene formularle desafíos concretos que lo ayuden a reflexionar sobre su papel en el futuro de Chile.

A ti, joven comunista, te han ocultado la verdadera historia de tu ideología criminal. Si la conocieras, si supieras de los millones de víctimas que ha causado en el mundo -muertos en la tumba y muertos en vida-, seguramente abandonarías a tus candidatos y en vez de crecer de 3 a 5 diputados, tu partido los perdería todos.

A ti, joven anarquista que nunca das la cara, si te explicaran que tu utopía no tiene rostro porque carece de alma, entonces abandonarías las molotov y el bombazo; quizás entenderías algo sobre el valor de la razón.

A ti, joven concertacionista, militante del PS o del PPD, ¿se te ha pasado por la mente alguna vez que tu candidata es exactamente lo contrario de la democracia, porque no está disponible para nadie: ni para la prensa, ni para sus contradictores, ni siquiera para ti, a quien solo mira como cautivo adherente?

A ti, joven de la Democracia Cristiana, hombre o mujer de nobles ideales, ¿no te llama la atención que sean otros los que siempre conducen a tus dirigentes? ¿No tiene que ver esa claudicación con la escasa fidelidad que tú -sí tú, todavía joven- manifiestas a tus doctrinas, con la mínima lealtad que le entregas a tus raíces?

A ti, joven aliancista, que trabajas con entusiasmo pero sin perspectiva amplia, que no entiendes a fondo lo que está en juego -un Chile libre o una tierra de mediocres potencialmente esclavizados-, esta es tu última oportunidad en libertad: tómala o laméntala.

A ti, joven manifestante callejero, ridículo, porque crees cambiar el mundo con cuatro gritos y tres pancartas, tú has de saber que ya hasta la Camila y el Giorgio han preferido las instituciones y, aunque no crean en ellas, te están llamando a formalizar tus demandas.

A ti, el peor de todos, el patán que no opina ni participa, que no se interesa sino por la nieve o por el trekking , a ti que estás en la marihuana o en el ron, a ti te digo: cambia o prepárate para lo peor, para el final de tus desvaríos, porque te van a hacer pedazos, a no ser que logres irte a tiempo a California.

A ti, joven pinochetista, que vives lamentándote de los agravios y las persecuciones, ya está bien de quejumbrosos recuerdos. ¿Actúas en democracia para demostrar que es a tu líder a quien Chile se la debe?

A ti, joven que has sido incitado a integrarte a una minoría -sexual, racial, social, artística-, ¿nunca se te ha pasado por la mente que debes acercarte a las grandes mayorías que no comparten tu postura y que tienen mucho que enseñarte para sacarte de tu soberbia egoísta?

A ti, joven rupturista, que estás con Parisi o con Enríquez-Ominami, o que miras a una asamblea constituyente como el camino adecuado, no olvides que los apoyarás, y si tienen éxito, la marea subirá inundándolo todo, y tú mismo serás arrasado por la ola. No te engañes: hay unas decenas de ejemplos que ya lo han demostrado, aunque quizás lo triste es que tú debas experimentarlo de primera mano.

Algunos te dirán que todo esto es campaña del terror. Piénsalo: ¿No será, más bien, para que evites el error?

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