El mejor amigo del hombre "Se atribuye a Napoleón la frase "Mientras más conozco a lombres más quiero a mi perro". Sobre esa condición de mejor amigo del hombre hay muchos registros en la historia, en la literatura, hasta en el cine..."
Se atribuye a Napoleón la frase "Mientras más conozco a los hombres más quiero a mi perro". Sobre esa condición de mejor amigo del hombre hay muchos registros en la historia, en la literatura, hasta en el cine. Desde el homérico episodio del regreso de Ulises a su patria tras 20 años de ausencia, donde se cuenta que después de participar en la guerra de Troya, el primero en reconocerlo fue su perro Argos, que cayó muerto de alegría al volver a ver a su amo, hasta el de la película ambientada en Wall Street en la que Michael Douglas le aconseja al aspirante a surgir en el despiadado mundo de los negocios: "No confíes en nadie. Si quieres un amigo, cómprate un perro".
He presenciado varias plausibles actuaciones caninas últimamente. En una reciente maratón santiaguina vi participar a varios perros muy posesionados de su condición de corredores, que seguían sin desviarse la ruta trazada, algunos ya con la lengua afuera, entreverados con los maratonistas bípedos. Ahora se organizan "perratones", en las que participan los canes con sus amos, formando parejas que trotan a la par.
Y veo frecuentemente cómo los perros en situación de calle han aprendido a respetar las señales del tránsito, y atraviesan las esquinas solo si el semáforo los autoriza con su luz verde.
Pero hay excepciones. Hace poco vi a un perro atravesar con luz roja en una esquina muy peligrosa, provocando el asombro de la multitud que se agolpaba impaciente a ambos lados de la calle: "¡Cacha el perro, atravesó con luz roja!".
Había llevado demasiado lejos su identificación con los seres humanos.
SAGITARIO
Se atribuye a Napoleón la frase "Mientras más conozco a los hombres más quiero a mi perro". Sobre esa condición de mejor amigo del hombre hay muchos registros en la historia, en la literatura, hasta en el cine. Desde el homérico episodio del regreso de Ulises a su patria tras 20 años de ausencia, donde se cuenta que después de participar en la guerra de Troya, el primero en reconocerlo fue su perro Argos, que cayó muerto de alegría al volver a ver a su amo, hasta el de la película ambientada en Wall Street en la que Michael Douglas le aconseja al aspirante a surgir en el despiadado mundo de los negocios: "No confíes en nadie. Si quieres un amigo, cómprate un perro".
He presenciado varias plausibles actuaciones caninas últimamente. En una reciente maratón santiaguina vi participar a varios perros muy posesionados de su condición de corredores, que seguían sin desviarse la ruta trazada, algunos ya con la lengua afuera, entreverados con los maratonistas bípedos. Ahora se organizan "perratones", en las que participan los canes con sus amos, formando parejas que trotan a la par.
Y veo frecuentemente cómo los perros en situación de calle han aprendido a respetar las señales del tránsito, y atraviesan las esquinas solo si el semáforo los autoriza con su luz verde.
Pero hay excepciones. Hace poco vi a un perro atravesar con luz roja en una esquina muy peligrosa, provocando el asombro de la multitud que se agolpaba impaciente a ambos lados de la calle: "¡Cacha el perro, atravesó con luz roja!".
Había llevado demasiado lejos su identificación con los seres humanos.
SAGITARIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS