Quizás uno de los elementos
que me resultó más elocuente
después de mi sintético paso
por la Feria del Libro de Guadalajara
fue la sensación triunfalista ante las ventas.
Tal como el espectáculo
en cierto modo tétrico
(enfermedad y farándula) de la Teletón
y sus falsas tensiones numéricas,
la cifra de los libros vendidos
fue el elemento que garantizó la marca Chile.
Pero hay que recordar que el libro
es más misterioso, más opaco
y mucho más diferido
en los tiempos y con los tiempos.
Las ventas no garantizan la vigencia de la letra.
Lo mismo ocurre con el sistema literario.
A pesar de los múltiples poderes culturales literarios
y de su despliegue fugazmente seductor,
el libro seguirá su propio trazado
más allá de los deseos totalitarios
de controles porque la literatura es insumisa.
De eso se trata.
Diamela Eltit
Diario El Mercurio,
Revista de Libros, domingo 9 de diciembre de 2012
Ecos de Guadalajara
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS