El pasado es una ficción que construimos nosotros mismos...‏


  • Algo para recordar

  • Vota:
    1
    2
    3
    4
    5
  • Result:
      0 vts
  • Compartir
© Benjamín Echazarreta

En un año con buenos estrenos para el cine chileno, lo mejor deEl circuito de Román es que justamente no parece una película chilena. En su ópera prima, Sebastián Brahm aborda un tema poco explorado por el cine local: la ciencia y el mundo de la academia. Roberto Román (Cristián Carvajal) es un psicólogo que vuelve a Chile después de una estadía en el extranjero y que ha dedicado su carrera a la investigación sobre los mecanismos de la memoria. Sabemos que tuvo un pasado exitoso, pero ahora mastica la derrota y debe aceptar un mediocre puesto en una universidad chilena. Para Román este regreso también supone el reencuentro con otro pasado, doloroso, al comprobar que uno de sus amigos y colega (Alexis Moreno) está emparejado con su polola de juventud (Paola Giannini).  Una puesta en escena sobria, y a ratos abstracta (a lo Tarkovski), refuerza el laberinto/circuito en que está atrapado el protagonista al caminar por esos pasillos fríos de una universidad ficticia, pero sospechosamente parecida a la Universidad de Chile. Gracias a una sólida dirección de actores, la película también ofrece acertados apuntes sobre el competitivo mundo de la academia, con sus zancadillas y la búsqueda del paper consagratorio. Al igual que otras películas que han explorado el tema de la memoria -desde Memento hasta Eterno resplandor de una mente sin recuerdos-, la mayor ambición de El circuito de Román es su estructura narrativa, atípica y con saltos temporales, que se interna en la cabeza de Román y su teoría, que sugiere que los recuerdos se superponen, y que, en definitiva, el pasado es una ficción que construimos nosotros mismos. Ésta es una película para armar, que hacia el final tiende a decaer, pero sin desmoronarse del todo. Es un ejercicio audaz de un director del que se pueden esperar buenas cosas en el futuro.
El circuito de Román”, de Sebastián Brahm.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS