De Olimpíadas, gente civilizada y curiosidades

18 / Ago

Por Marcela Cubillos

Marcela Cubillos



 

Y se acabó Londres 2012, la XXX Olimpíada de los tiempos modernos. Iniciadas a finales del XIX, la primera versión se dio en Atenas al concluir un siglo de marcado nacionalismo, en la víspera de otro -el nuestro- que daría pie a los totalitarismos y, lamentablemente, a las Guerras Mundiales que devastarían el mismo continente donde nació tan loable iniciativa… qué mala jugada de los dioses. Sin embargo, en el origen histórico de esta mega-competencia internacional hay una serie de aspectos diferentes al actual y que, tal vez, pudiera interesarle conocer… no se preocupe, solo destacaré tres y algunos datos que recopilé por estos días, mientras disfrutaba observando la maravilla humana desplegaba en Londinium (nombre que romanos le dieron al fundarla).
 
La palabra “olimpíada” proviene de los juegos conmemorativos a los dioses del Olimpo (*), celebrados en la ciudad de Olimpia, en Grecia antigua (noroeste de la península del Peloponeso; existe hasta hoy ). Luego, con la recurrencia de la práctica la expresión misma se fue asociando a la unidad de tiempo (4 años) comprendida entre dos celebraciones consecutivas. La primera habría sido celebrada en el solsticio de verano del año 776 a.C., pero juegos de esta naturaleza no eran los únicos, aparte de los Olímpicos existían los Píticos, Ístmicos y Nemeos. Así también, los griegos gustaban conmemorar de esa forma la pérdida de sus grandes guerreros (héroes): el mejor ejemplo es la muerte de Patroclo, descrito en la Ilíada de Homero. (*) Dato: los doce dioses principales eran Zeus, Hera (su esposa, pero no la madre de toda la prole divina), Hefesto, Poseidón, Apolo, Ares, Artemisa, Atenea, Hermes, Afrodita, Deméter y Hestia. Ellos constituían la primera línea divina, seguida por numerosos dioses, jerárquicamente más abajo y que no formaban parte de esta especie de “senado divino”.
 
Siguiendo con las olimpíadas, los participantes eran exclusivamente varones, quienes competían desnudos, con cuerpos muy aceitados (con diferentes ungüentos… no particularmente agradables al olfato) y depilados (sí, casi por entero). El público estaba constituido por otros hombres (varones) e incluso estaba prohibida la asistencia a mujeres, no por la desnudez como pudiera usted pensar, recuerde que los griegos respecto al cuerpo eran bastante más liberados que nosotros (el cuerpo humano es la máxima expresión de belleza para ellos), sino porque bajo la lógica griega antigua, el disfrute de este evento era propio de ciudadanos y ellas no lo eran… ni lo serían hasta el siglo XX (¡téngase presente!). El triunfo no traía ganancias económicas directas, sino solo honor… honor que en esa sociedad, era lejos la mayor y más buscada ganancia. Se preparaban muy profesionalmente en las palestras (algo similar a nuestros gimnasios que más adelante comentaré) y las competencias finales -o sea las olimpíadas u otra festividad- eran la meta donde experimentar el “agon”, suerte de gusto por la competencia, mucha adrenalina y el placer supremo del triunfo. De todos los deportistas, los más respetados y admirados eran los pentatletas, cuyos ejercicios formaban parte de las prácticas indispensable para el ejército.
 
El tercer aspecto que me interesa destacar es algo bien poco citado fuera del ámbito de especialistas (o sea, aburridos académicos que hablan entre cuatro paredes…): la importancia que Grecia antigua daba al deporte como expresión de civilización, propio de una sociedad que participaba en el gobierno a través de sus ciudadanos. Sí, porque en el imaginario helénico, tal actividad era exclusiva de ciudadanos (polités que, reconozcámoslo, no eran todos los habitantes de la polis)  y para nada testimonio de neutralidad política, como ha derivado en nuestra sociedad. El deporte era expresión de lucha, combate y búsqueda de la excelencia (areté), pero siempre vinculado a la política. De hecho la palestra era la primera construcción arquitectónica ciudadana que se llevaba a cabo en una polis después de los templos -¡ojo con eso!-. La educación física iba de la mano de la formación política (skola). Basta recordar que mientras los deportistas se preparaban físicamente, leían poesía, cantaban y discutían sobre filosofía… qué diferente pudiera parecernos y cuán necesario es combinar deporte, causas políticas y pensamiento. No son excluyentes, al menos así lo pensaban los “creadores” de la democracia. Así entendido, los griegos no evadían el compromiso político y, si bien durante la celebración del evento se detenían las hostilidades bélicas entre ciudades participantes, nadie dudaba que las olimpíadas eran la máxima expresión de una sociedad cuyo cultivo del cuerpo proyectaba la condición que, según Aristóteles, hacía que los hombres se distinguieran por sobre otros animales: el zoon politikón. En otras palabras, la civilización griega expresada a través del deporte, no era culto apolítico, sino todo lo contrario.
 
Un último detalle. Tras la adopción del Cristianismo como religión oficial del imperio romano, el Edicto de Tesalónica (380 d.C.) del emperador Teodosio, pondrá fin a esta práctica y solo se reactivará a finales del XIX. Lamentamos solo la desvinculación con la filosofía, artes y política… curiosa versión “civilizada” dirían los griegos.
 
Les dejo una serie de links relacionados con curiosidades de los juegos olímpicos 2012:
-El caso de Michel Morganella, integrante de la selección de fútbol de Suiza, expulsado por la organización de las olimpiadas de Londres 2012 por comentarios racistas.
-Los pictogramas olímpicos desde Berlín 1936 hasta Londres 2012:
-Las fotografías alternativas de Londres 2012
-El Metropolitan Museum de New York y sus cerámicas griegas con escenas deportivas (en inglés)
-Olimpíadas y arte
-Recorrido audiovisual a través de Londres olímpico
-Los 100mts planos desde el inicio de los JJ.OO (infografía, en inglés)
-Hermosas fotos de Londres 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS