Estimada Camilita



por Liberty Valance
Diario El Mercurio, Sábado 04 de Febrero de 2012

Mijita, se lo digo con cariño y respeto entrañable, aunque esta no es una carta abierta, pero reconozco que se parece.

Mire, si alguna vez llega a ir a la lucha armada, estimada compañera, le aconsejo que se saque el piercing nasal, porque es una cosa o la otra.

El Flaco Briones, amigo mío en 1973, fue un chileno que estaba por la lucha armada y se creía todos los discursos de los dirigentes, él era del poder popular, pensaba resistir al imperialismo y a lo que viniera. Briones era uno más en la masa revolucionaria, poderosa como volcán, de acuerdo a los encendidos discursos. Es que se trataba de avanzar sin transar y dale que te pego.

Cuando sucedieron los infaustos hechos conocidos en el mundo entero, el líder político del Flaco se asiló en una embajada y lo mismo hizo el ideólogo intelectual del cordón respectivo, y Briones quedó a la deriva y se convirtió en un pobre chileno huacho, hasta el día de hoy, que no ha sido habido ni en mar ni en tierra firme.

Para mí, que fui su amigo, está en el aire que respiro.

Mijita, perdone el rapto de recia inspiración poética, pero me da por aspirar hondo cuando escucho a los líderes hablar con alegría y liviandad de eso que han leído en los libros y textos.

Esas mismas lecturas, no lo voy a negar, me llevaron a la lucha armada, no digamos que la abracé, pero seguí de rebote las órdenes del partido que usted venera.

En el otoño de 1988, desprestigié todo lo que pude el Plebiscito de octubre de ese año.

Llamé a no inscribirse en los registros electorales.

Anuncié que no había que hacerle el juego a la institucionalidad de la dictadura.

Llamé a no votar y a no ir a las urnas, de acuerdo con mi tío Volodia y mi tía Gladys.

Prohibido votar y disciplinado como era, no voté.

Lo hice, obviamente, porque yo andaba por un camino distinto, equivocado e intransitable.

Hasta el día de hoy me arrepiento de la estrategia y de no haber votado.

 Creo que Luis Corvalán también lo hizo posteriormente, 
pero mejor metamos el agua debajo del puente y vamos a otro hito histórico, pero internacional.

Mijita, sabe lo que le digo, usted se parece mucho a una española universal.

¿Penélope Cruz hace unos años o Victoria Abril en la transición o la Marisol del franquismo tardío?

Seamos serios en las comparaciones y vamos a los temas de fondo.

Usted se parece a Dolores Ibárruri, La Pasionaria.

Así fue ella de joven y con suerte, así será usted de vieja.

La Pasionaria, combatiente fiera en la Guerra Civil y comunista de toda la vida. Mujer de respeto.

La conocí en Madrid, en una reunión solidaria, en 1984, creo. 

Éramos varios los exiliados reunidos en el café concert 
La Empanada Libertaria, cuando nos contó lo de su grito: "¡No pasarán!".

Pensando que a la veterana le fallaba el oído y como acostumbro 
sentarme al fondo de cualquier sala, susurré en broma: "Pero pasaron".

Me escuchó y se indignó. Me acuerdo textual de lo que me dijo:

-Chileno jilipuertas, anda a tomar por el saco.
Mijita, ahora que estamos cerca del final, 
lo puedo reconocer: todavía no sé lo que me quiso decir: ¿lo sabrá usted?.

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