El rescate de la obra de Stella Díaz Varín

Poeta chilena (1926-2006):
El rescate de la obra de Stella Díaz Varín
por Constanza Rojas V.
Diario El Mercurio, Cultura
Miércoles 5 de Octubre de 2011
http://diario.elmercurio.com/2011/10/05/actividad_cultural/actividad_cultural/noticias/314ECDCD-1309-44A9-A5C4-D2F7711676E8.htm?id={314ECDCD-1309-44A9-A5C4-D2F7711676E8}

Un libro editado por Cuarto Propio reúne los títulos que "la Colorina"
publicó en vida, hasta ahora difíciles de encontrar. Además, incluye
fotografías donadas por su hijo.


El proyecto surgió de la misma Stella Díaz Varín. Antes de morir, en
2006, conversó con Marisol Vera, editora de Cuarto Propio, para reunir
en un solo libro toda su obra publicada. La mayoría de los títulos
estaban discontinuados y resultaba difícil encontrarlos.
"Era una antigua inquietud. Sentí que tenía un compromiso personal
importante", dice hoy Marisol Vera acerca de "Stella Díaz Varín. Obra
reunida", el libro que saldó esta deuda y que será presentado el
viernes en la Posada del Corregidor (19:30 horas).
"Obra reunida" se inicia con "Razón de mi ser", de 1949, y "Sinfonía
del hombre fósil", de 1953. "Es desde esos primeros libros que emergen
los signos de una poética en la que se imprimen las aportaciones de la
vanguardia chilena", escribe Eugenia Brito en la presentación. Y
agrega: "Desde luego, su poesía no es sólo un receptáculo de
influencias, también ella tiene su propia forma de constituir un
mundo".

La compilación continúa con "Tiempo, medida imaginaria", publicado en
1959. Le sigue el largo poema "La arenera", de 1987, y "Los dones
previsibles", de 1992, con lo que se completa el panorama de los
textos que Stella Díaz Varín autorizó a publicar en vida.

"Una de las claves escriturales de esta poética consistirá, como
veremos, en no trazar una línea divisoria tajante, sino borrosa entre
poesía y vida, entre escritura y experiencia", dice Cristián Gómez en
el prólogo de "Obra reunida". Lo mismo había afirmado antes Enrique
Lihn, con quien la deslenguada y aguda poeta compartió su amistad y la
pertenencia a la Generación del 50.

Y para Marisol Vera, el conjunto de esta obra apunta en una misma
línea: "El único cambio que hay desde su primer libro hasta el último
es una muestra de madurez sobre un mismo tono. Stella escribe siempre
telúricamente, conectada con la vida, con el lugar que ocupa uno en el
mundo. Es siempre propositiva y está esencialmente en contacto con
ella misma y con su mundo. Era un testimonio de fuerza".
El capítulo final, titulado "Stella", contiene fotografías de "la
Colorina" donadas por su hijo Rodrigo Viveros Díaz, además de algunas
de Paz Errázuriz y Leonora Vicuña. Las imágenes muestran a una poeta
profunda, decidida y desafiante. Tan fuerte como su poesía.

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