Hannah Arendt: pensar sobre el mundo que protesta


Teoría política Indignación global
Hannah Arendt: pensar sobre el mundo que protesta

No es sólo Chile. Son el mundo árabe, Europa, y hasta Israel. ¿Qué pasa? En tiempos de poca claridad, siempre es bueno recurrir a una filósofa que pensó la política, y que hoy influye en esferas como la teoría del derecho o el multiculturalismo. Hablamos con dos especialistas españolas que visitan Chile.  

Juan Ignacio Rodríguez Medina 
Que el mundo está revuelto, qué duda cabe. No es sólo la primavera árabe: son Grecia, España, Israel, Londres, Hamburgo -donde en una pared se leía: "Londres está en todas partes"-. Y Chile, por supuesto Chile. El mundo se mueve, y las autoridades están perplejas.
En medio de ese ambiente, el miércoles pasado -en el subterráneo de un café en la Plaza Ñuñoa, pues la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile está tomada- se desarrolló la tercera versión de las Jornadas Arendtianas, organizadas por el Departamento de Filosofía de dicho centro de estudios. Un encuentro underground para conversar con dos connotadas especialistas en el pensamiento de Hannah Arendt, la filósofa judeo-alema. La primera, Fina Birulés, es docente de la Universidad de Barcelona y autora de "Una herencia sin testamento: Hannah Arendt". La segunda, Cristina Sánchez, es profesora de la Universidad Autónoma de Madrid y responsable de "Hannah Arendt. El espacio de la política"...
Horas después, ya terminado el encuentro, Birulés y Sánchez comparten una mesa en un restaurante ubicado en Chile-España. Acaban de terminar su almuerzo, y se aprestan a responder sobre Arendt y la contingencia política mundial.
-¿Qué importancia tiene en la actualidad volver la mirada hacia Arendt?
Fina Birulés : "Yo diría que su capacidad de repensar el espacio de lo político más allá de su mera identificación con la gestión de los acontecimientos o las necesidades de un país, seguramente esto es algo que conviene a nuestro tiempo".
Cristina Sánchez : "Yo resaltaría también, en esa línea, su idea del poder como algo colectivo, compartido, vinculado a la idea de actuar concertadamente. Además, no olvidemos, por ejemplo, que en los movimientos sociales de mayo del 68 en Estados Unidos, en Berkeley, los estudiantes leían fundamentalmente "El hombre rebelde", de Albert Camus, y "Sobre la revolución", de Hannah Arendt".
-¿Qué entiende Arendt por política?
FB : "Creo que Cristina ha dicho ya algo al respecto. Ella entiende la política como aquella dimensión en la cual los humanos pueden participar, y participar desde una voluntad de actuar concertadamente, de crear relaciones y de innovar un espacio, llamémosle, heredado. Por lo tanto, lo político es la posibilidad de distinguirse, de singularizarse y actuar en primera persona".
CS : "Bueno, como ha dicho Fina, la idea es que la política es el ámbito de acción de la ciudadanía, aunque Arendt no utiliza el término ciudadanía. En ese sentido, quizás lo que está planteando es una profundización de la democracia por la vía de lo que denomina contratos horizontales entre la misma sociedad civil. Yo creo que esto es lo que estamos viendo actualmente en distintos países; demandas que reclaman que la política no sea exclusivamente el espacio de las élites, que no sea el espacio de la administración y de la gerencia, sino que el de la ciudadanía, de mostrarse en público, de poner sobre la agenda política las diferentes agendas".
-¿Y qué rol juega la confianza en la autoridad? ¿Piensa eso Arendt?
CS : No, ella no habla de la confianza, porque si hablamos de autoridades políticas, se trata de legitimidad, no de confianza.
-¿Vivimos una crisis de legitimidad en las instituciones y las autoridades?
CS : No, no creo. Lo que hay es un cuestionamiento a cómo se están utilizando las instituciones, a cómo se está ejerciendo la autoridad. Y también a otra cuestión, que Arendt no señaló: cómo poderes económicos, que no son poderes legítimos porque no los hemos votado, están teniendo una mayor influencia y un control sobre la soberanía estatal.
FB: Me gustaría agregar algo. Arendt escribe, en "Crisis de la República", sobre la mentira en política y la nueva forma de hacer política que lleva a los políticos a estar rodeados de supuestos trouble solver , como los llama ella, resolutores de problemas -los think tank -, que con una serie de informes y más informes dan una protección al político frente a la realidad y hacen que nunca se enfrente directamente a los problemas reales.
-¿Se puede hablar entonces del surgimiento de una nueva democracia, tal vez más real?
FB : "Desde la perspectiva de Arendt, es difícil hablar de una propuesta política. Sí me parece que es útil pensar, desde dicha perspectiva, la especificidad de lo que ocurre, y no creer que ciertas formas de participación política sean las verdaderas, no menospreciar y considerar irregular que haya montones de gente manifestándose y hablando fuera de los cánones habituales. No, no. Allí se está jugando un cierto futuro, no sé si -por ejemplo- de la democracia chilena, pero sí de otra forma de participación política".
Crisis social y política
"No podemos disociar en este caso lo social de lo político -explica Cristina Sánchez-. La mayoría de los países conseguimos la ciudadanía política hacia mediados del siglo XX, pero no así la ciudadanía social; esto es, el disfrute de bienes básicos, necesarios para el desarrollo humano. Eso es lo que se está demandando". "Yo estoy de acuerdo -complementa Fina Birulés-, pero siendo un poco más arendtiana, en el sentido de distinguir lo social de lo político. Y es que difícilmente alguien puede poner en ejercicio sus derechos políticos si está todo el día ocupado en sobrevivir o en pagar sus múltiples créditos. En ese escenario, las condiciones sociales se convierten en una cuestión política de primer orden".
-¿Es esa contradicción la que se está manifestando hoy en las calles?
CS : "Sí, pero también es importante el ejemplo de lo ocurrido en los países árabes. Pensábamos que la población de esos lugares no iba a ser capaz de enfrentarse a sus gobiernos directamente, o de salir a la calle, dada su historia previa y las feroces dictaduras. Y sin embargo han salido y han reclamado. Es lo que Arendt entiende como la espontaneidad de la acción. Con cada nacimiento, con cada persona, se puede iniciar una nueva acción que cambie el mundo. Esa espontaneidad tenemos que tenerla muy presente en toda esta actividad ciudadana".
-Dentro de esta vorágine política, ¿cuál es el rol de la teoría?
FB : "Intentar comprender la especificidad de lo que ocurre. Aunque ciertamente la teoría no tiene por qué decir qué es lo que hay que hacer. Eso lo hacen los activistas, quienes quieren actuar concertadamente y cambiar algo".
CS : "De todos modos, los espectadores también intervienen, al darle un sentido a esa comprensión del acontecimiento. Y ahí me parece importante señalar que lo que está ocurriendo en Chile ha generado una red de espectadores internacionales muy pendientes de lo que va a ocurrir".
-¿Por qué?
CS : "Quizás porque -si bien en cada país la indignación ha tenido una especificidad, y no podemos establecer analogías tan claramente- este país era el modelo de triunfo del neoliberalismo político y económico. Entonces, plantear otras alternativas desde aquí, en lo político, lo económico, plantear una reivindicación del espacio público y plantear que este modelo fracasa, es muy importante".
 Leer y estudiar a Arendt en Chile
Chile vive su boom de estudios arendtianos. Por de pronto, está la visita de las expertas españolas; en el caso de Fina Birulés, invitada por el Instituto de Filosofía de la UC; y en el de Cristina Sánchez, gracias a un proyecto de "inserción de capital humano avanzado", de Conicyt. Pero además de eso,en el Departamento de Filosofía de la Universidad de Chile existe un grupo de estudios dedicado a la obra de esta pensadora -encabezado por la docente María José López- quienes, además de su labor académica y de organizar las Jornadas Arendtianas, tienen un sitio web:www.hannaharendt.cl .
Cabe mencionar también, dentro del Instituto de Humanidades de la Universidad Diego Portales, a Vanessa Lemm y Miguel Vatter , como otros referentes. El último, por ejemplo, editó "Hannah Arendt: sobrevivir al totalitarismo". Y si de libros se trata, de Arendt encontramos en librerías chilenas "Los orígenes del totalitarismo" y "La condición humana" , sus obras más connotadas. Pero también títulos como "Qué es la política" , "La vida del espíritu", "Sobre la revolución" , "Hombres en tiempos de oscuridad", "Escritos judíos", "De la historia a la acción" y su "Diario filosófico" .

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