La crisis actual y algunas opciones posibles

Tribuna

por Sebastián Burr Cerda
Diario El Mercurio, Lunes 04 de Julio de 2011http://blogs.elmercurio.com/columnasycartas/2011/07/04/la-crisis-actual-y-algunas-opc.asp
 
El actual malestar ciudadano está resultando incomprensible para la
mayoría de los analistas, y también para la clase política. Se
preguntan: ¿qué produce el descontento, cuando el país registra una
sólida macroeconomía, un aumento progresivo de los ingresos promedios
de la población, créditos al por mayor, y un creciente incremento de
las tasas de empleo? Pero es sintomático que dicho descontento se esté
manifestando igualmente en otros países occidentales, considerando que
conformamos una sola cultura.
El desconcierto nace de intentar comprender el fenómeno aplicándole
los mismos códigos materialistas y sociopolíticos de los siglos XIX y
XX, que se están derrumbando estrepitosamente.
 
Lo que está colapsando es la supremacía de la tecnocracia, del
economicismo y su brazo operativo de la democracia representativa
(convertida en un sistema de poder excluyente, que invirtió los
valores en desmedro de la excelencia humana). Esa trilogía hegemónica
y de raíces materialistas impide la solución real de los problemas y
deja a las mayorías al margen de las oportunidades (que sí le brinda a
una reducida élite empresarial y política), está sufriendo la
embestida de una inédita cohesión ciudadana generada por las redes
sociales, al punto de que los "conductores" políticos han pasado
desvergonzadamente de ser "líderes" a followers de sus reclamos y
demandas.
 
El libro "Hacia un nuevo paradigma sociopolítico", publicado en
septiembre de 2010, anticipó esta crisis, e indaga exhaustivamente las
causas de fondo que la explican. Y sugiere una nueva síntesis
sociopolítica, orientada a resolver esta compleja problemática en
todos sus alcances.
 
Propone un giro radical de la educación, centrado en el desarrollo del
entendimiento (30% de los alumnos universitarios no entienden lo que
leen), que instale al alumno en el conocimiento de las grandes
categorías de la realidad y en la comprensión del sentido humano y
práctico de la vida. Para que, acto seguido, y orientado por el
profesor, se abra a un autoaprendizaje activo, busque y obtenga por sí
mismo la información, la analice, la clasifique y le imprima un sello
personal, emanado de sus propias convicciones valóricas y capacidades
operativas, de modo que desarrolle un sentido crítico y se convierta
en sujeto y objeto de su propia investigación.
 
Una segunda propuesta es transformar el trabajo en una instancia de
desarrollo humano, sobre todo de la inteligencia práctica (70% de
nuestros trabajadores asalariados son analfabetos funcionales), y al
mismo tiempo de desarrollo económico efectivo. Para eso hay que abolir
el sistema salarial y permitir la asociación de capital y trabajo, y
vincular los ingresos laborales al rendimiento productivo de los
trabajadores, a la rentabilidad de las empresas, e incluso a los
parámetros de la macroeconomía, pero estableciendo un ingreso base
fijo a todo evento, que opere por la vía del descuento. Así, el mundo
del trabajo podrá participar activamente en la economía, y hacer una
lectura crítica y a tiempo real de la marcha económica y política del
país. Esta inclusión activa del mundo laboral erradicará de paso el
síndrome de la lucha de clases, que permanece larvado en los corazones
de dicho segmento social, y asimismo nivelará las gigantescas
desigualdades en la distribución del ingreso (el 20% de la población
de mayores ingresos se lleva el 40% del producto, y el 80% restante se
lleva el 60%).
 
El libro propone, además, restaurar la integridad de la familia,
núcleo básico y natural de la sociedad (es anterior al Estado), pues
es la institución que, mediante el apego, su sentido comunitario y la
afectividad que entregan los padres, dota de inteligencia emocional y
social al niño y al adolescente, indispensable para la vida adulta.
Esto, junto con ser el mejor "ministerio" de educación, de salud, de
cultura, de justicia, de deportes, de turismo etc.). Considerando
dicho altruismo, propone eximir de tributos a todos los gastos
familiares inherentes a la educación y a la salud de los hijos.
 
El libro "Hacia un Nuevo Paradigma Sociopolítico" integra muchas otras
propuestas (justicia, salud, ecología, etc.), que es imposible reseñar
aquí por razones de espacio.
 
En síntesis, su contenido denuncia la feroz impostura moral y ética en
la cual el país ha sido instalado, explica paso a paso casi todas las
causas y propone una nueva síntesis humana y sociopolítica como la
gran solución y que de paso desinstale la bomba de tiempo política
sobre la cual estamos instalados.

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