La ciencia tiene la capacidad de predecir el presente.


Las predicciones son indicadores a lo largo
de la vía de la comprensión, no metas.

Averigua el cómo y el porqué, no el dónde y el cuándo.

La percepción científica 
trata más bien de una percepción de pautas.

Pautas de interacciones codificadas en ecuaciones.

Si se entienden las pautas, lograr, por ejemplo,
que la sonda 'Galileo' llegue a Júpiter 
se convierte en una mera cuestión de cálculo.

El hecho de que las pautas se repitan
nos permite formular leyes de la naturaleza,
fórmulas codificadas en ecuaciones
que describen relaciones
y se reproducen una y otra vez.

La ecuación es la expresión abreviada de una relación permanente.

Pero la predicción (del futuro) no constituye 
el objetivo ni el punto fuerte de la ciencia.

La verdad sea dicha, los físicos ni siquiera
pueden prever dónde rebotará
una pelota de ping-pong al otro lado de la mesa.

La paradoja según la cual la ciencia
puede mostrarse espléndida y catastrófica
al mismo tiempo en sus previsiones,
resultan evidentes cuando
se predice el momento exacto
en que comenzará un eclipse,
pero los observadores frustrados,
se quedan con las ganas
porque el pronóstico meteorológico
no contempló unas nubes inoportunas
que ocultaron el fenómeno astronómico.

_______________________________________

El universo y la taza de té
Las matemáticas de la verdad y la belleza
K.C. Cole
Ediciones B (Barcelona, 1999)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTE SIN RESTRICCIONES PERO ATÉNGASE A SUS CONSECUENCIAS