Felino chileno en peligro de extinción es reproducido por primera vez en cautiverio


RICHARD GARCÍA
Si hay algo que caracteriza la información disponible sobre el pequeño felino salvaje chileno conocido como güiña, es su escasez. Aspectos básicos como la duración de su vida, conducta y enfermedades, son un completo misterio para los zoólogos y conservacionistas.
Por eso el primer nacimiento en cautiverio de un ejemplar el pasado 17 de marzo, en terrenos de la fundación privada Fauna Andina Los Canelos, frente a Villarrica, abre muchas expectativas para los investigadores. La cría se encuentra en perfectas condiciones bajo el cuidado de su madre "Kalki", que también es oriunda de la región, destaca Fernando Vidal, profesor de manejo de vida silvestre en la U. Santo Tomás de Temuco y director de la fundación. "La reproducción de esta especie nunca se había logrado en el mundo; el fin del proyecto es reproducir ejemplares para futuras reintroducciones al medio silvestre" dice.
Destaca que la iniciativa partió en 2004 y ha involucrado el rescate y rehabilitación de seis ejemplares de güiña en 150 hectáreas de contrafuertes cordilleranos. "Estos animales, que provienen desde Rancagua hasta Puerto Montt, nos fueron asignados (por el SAG) para un proceso de reproducción ex situ. Nos costó reunir los animales, porque no fueron capturados sino que rescatados: huérfanos, que habían caído en trampas, víctimas de tenencia ilegal; son individuos con problemas conductuales o físicos".
El nacimiento no sólo representa la disponibilidad de una herramienta exitosa para la conservación de esta especie en peligro de extinción. "Además podremos responder muchas preguntas pendientes de uno de los felinos menos investigados y conocidos a nivel del planeta", dice Vidal, quien también es especialista del grupo de vida silvestre de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).
Es así que gracias a lo ya observado pueden asegurar con certeza que el período de gestación es de 78 a 85 días, con el nacimiento de una sola cría por camada.
Reconoce que en el pasado hubo al menos cuatro intentos por lograr reproducir güiñas, tres en Chile y uno en el exterior, pero fracasaron.
Sueño internacional
"Es un hito muy importante a nivel mundial", asegura el zoólogo Agustín Iriarte, miembro del grupo de especialistas en felinos de la UICN. "Conozco al menos a dos investigadores, uno en Vancouver, Canadá, y otro en Francia, que tienen todas las especies de felinos en cautiverio y su sueño incumplido era tener güiñas".
Vidal dice que las observaciones realizadas también muestran que el animal sería más social de lo que se cree. Son extremadamente tolerantes a la presencia de otros ejemplares junto a ellos, aún cuando sean del mismo sexo, y eventualmente aceptan la cercanía de gatos domésticos.
Reconoce que hay mucho mito respecto de este felino. En el campo incluso se lo llega a asociar con el chupacabras. "Los niños les temen porque sus abuelos les cuentan que les van a chupar la sangre. Por eso hemos dejado que algunos niños locales tengan contacto con ellos, para derribar mitos y evitar que los persigan. Eso ayuda, además, a conservar la especie".
La Fundación Fauna Andina también trabaja actualmente en proyectos de reproducción de pudú, huemul y el seguimiento a pumas en ambiente silvestre

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