UNA BLANCA PALIDEZ

Quedan todavía, unos quince ejemplares
de "Una blanca palidez" el precioso
y emotivo que escribiera Catalina Fernández Grez,
la viuda del inolvidable y entrañable Flaco Mardones.
 
El libro publicado hace unos cinco años
contiene los recuerdos y remembranzas
aportados por familiares y amigos
del one & only Cristián Mardones Moraga.
 
Los interesados en recibir un ejemplar
gratuito, los últimos que van quedando
de la primera edición (hubo una segunda
que se publicó en Argentina, de la cual
tenemos un solo ejemplar) contactarse
con nuestro Web Master: 
Cristián Ugarte paisajista@hotmail.com
 
Como adelanto va el prólogo del libro
 
Una Blanca Palidez
Catalina Fernández Grez
Ediciones LAMB (Santiago de Chile, 2006)
 
 
Prólogo
 
Con pudor
escribo este prólogo,
todavía conmovido
por lo que acabo de leer.
 
Es una historia de amor,
pero no es literatura.
 
Lo  escrito aquí está
en la frontera misma de las palabras;
más allá pareciera que no se puede ir,
porque el dolor ha exprimido
hasta la última lágrima,
para dejar un destilado
de la más conmovedora ternura.
 
La condición humana
en su expresión más universal,
expuesta descarnadamente,
con una honestidad que estremece,
y al mismo tiempo
conservando la pureza
de los sentimientos más nobles.
 
La temprana partida de Cristián
partió el corazón de Catalina
a tal punto, que dejó al descubierto
la intimidad de sus sentimientos más profundos
y al salir a la luz resplandeció este amor
en toda su sobrecogedora belleza.
 
Asombra observar la grandeza
que puede alcanzar
un ser humano en medio
de la mayor fragilidad.
 
La presencia de la ausencia,
de la soledad no buscada
que abandona en medio
de la intemperie emocional,
y la respuesta valerosa
de una mujer íntegra
que se apoya en su fe,
en sus hijos,
en sus seres queridos
y en el amor de su vida
para seguir adelante.
 
No hay nada que prologar aquí.
Toda palabra está absolutamente demás.
 
Nada más queda sentarse
en un sagrado silencio
a leer esta maravilla,
que es el fiel reflejo
de una pareja
que cultivó un amor
que parecía desaparecido de este,
nuestro extraviado mundo contemporáneo,
tan necesitado de una estrella
para guiarnos nuevamente
hacia lo que realmente importa
de este misterio que llamamos existencia.
 
                 Rafael Rosende

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