por Wilhem Krause Diario El Mercurio, Revista Sábado, 22 de enero de 2011http://diario.elmercurio.com/2011/01/22/el_sabado/_portada/noticias/3A417E6A-85B3-4C5C-B8F4-7C61C089B318.htm?id={3A417E6A-85B3-4C5C-B8F4-7C61C089B318} No creo que pueda ganar un Ironman ahora. Yo tengo 53 y mi meta es estar tan en forma cómo puedo estar a mi edad. Retirado hace 15 años, el mejor triatleta de la historia estuvo de visita en Chile durante el Ironman de Pucón, dando charlas sobre su experiencia deportiva. ¿Qué hace un Ironman después de jubilarse? -Depende de qué Ironman sea el que se jubila. Yo preparo otros atletas, hago un entrenamiento online que es usado en más de 50 países, he escrito un par de libros, hacemos talleres con los temas de los libros. Yo tuve una carrera en la que trabajé muy duro por 15 años, y cuando me retiré estaba totalmente satisfecho. Ahora cuando ejercito es por mi salud, para estar feliz y reducir el estrés. Ya no compito, pero aún continúo involucrado en el deporte. Usted trabajaba con el chamán Brent Secunda, quien lo ayudó a ganar las competencias. ¿En qué consistía esa relación? -Al poco tiempo de la tercera carrera que gané, en 1989, nos conectamos e hice un cambio total al correr. Antes, cuando las cosas se ponían difíciles, yo me quería rendir. Con él pensaba 'Hey, esto es lo que vine a hacer. Vine a dar todo lo que tengo'. Y cuando das todo lo que tienes, no va a ser cómodo. Secunda me dio claves para acallar mi mente y dejar ir los pensamientos negativos. Si la victoria parecía imposible, yo seguía, hasta que algo cambiaba y veía que podía ganar. Después de los 50 años el cuerpo cambia. ¿Qué cosas no puede hacer que antes podía? -No creo que pueda ganar un Ironman ahora. Yo tengo 53 y mi meta es estar tan en forma cómo puedo estar a mi edad. Hago surf todos los días, salgo a correr y levanto pesas. Muchos atletas no ajustan sus metas cuando envejecen y se frustran, así que siguen tratando. Eso es poco realista, su vida entera se desarma. Usted se divorció en 2001 de la también triatleta Julie Moss. ¿Qué era lo más difícil de estar casado con alguien que trabaja en lo mismo? -Cuando los dos teníamos grandes carreras el mismo día. Usualmente cuando estás casado con alguien que no está en el deporte y estás con mucho estrés, la otra persona te ayuda. Cuando ambos tienen mucho estrés, la situación es mucho peor. Así que la mayoría de los días nos apoyábamos, pero en los días grandes de carrera habría sido mejor haber estado casado con alguien que no corriera. ¿Cómo es su relación con el Ironman chileno, Cristián Bustos? -No nos vemos hace años, pero somos muy amigos. Él fue a Boulder, Colorado, un verano, e hicimos un muy buen entrenamiento. Él es uno de los tipos que realmente respeto: como persona y deportista. Tenemos una amistad liviana, hacemos tonterías. Nos vemos y decimos 'Hey, chacho, ¿cómo estás?'. ¿Cómo se compara el Ironman de Hawai, que usted ganó seis veces consecutivas, con el de Pucón? -Acá es más corto. Hay que usar un estilo distinto; tienes que ir más rápido, pero por menos tiempo. En Hawai hace más calor, y es un evento en el que todos quienes están ahí dan su mil por ciento y están cumpliendo su sueño. No es que sea más fácil en Pucón, porque ahí sólo gané una vez. Pero el nivel de Hawai es el mejor del mundo. Corrí tres veces en Pucón y Cristián ganó dos veces. Se le ha llamado el mejor triatleta en la historia. ¿Qué le parece que se diga eso? -Estoy honrado que la gente diga eso. Yo no corrí por títulos como ese. Corrí porque era mi pasión, me gusta competir y estar en buena forma. Ver lo que puedo hacer con mi cuerpo, que es un puzzle físico que tratas de unir y supongo que lo uní bien. Siempre supe que correr era sólo parte de la vida, y supongo que eso me ayudó a hacer la transición una vez que lo dejé. Hay una ventana de cinco o diez años donde puedes ser uno de los mejores del mundo, y después de eso queda una vida por delante. -¿Siente que ahora está exactamente donde quiere estar? -Estoy haciendo las cosas que debo hacer, pero no siento que esté donde necesito estar. Aún quedan sueños y planes. En Estados Unidos tenemos un gran problema con la salud de las personas, están con sobrepeso, estresados y no se sienten bien con la vida. Uno de mis grandes sueños es darle mi libro (Alma en forma, cuerpo en forma) a Obama y Michelle y decirles 'tomen, pongan esto en el plan de salud nacional, esto realmente puede ayudar a la gente'. Wilhem Krause
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