Para vivir en Chile... (DIEGO MAQUIEIRA)

hay que mantener una sólida mediocridad
para que la estupidez tenga un éxito permanente...
 
...estoy pensando hacer un tratado
sobre la envidia, otro sobre el resentimiento
y otro sobre la cobardía:
Las grandes virtudes nacionales...
 
Alguien dijo, no sé si fue Góngora,
que Chile era la cultura del resentimiento, del rencor.
[En otro lado se grafica el resentimiento
como una persona que ingiere veneno
esperando que el otro, al que resiente, muera...]
 
Hay resentimiento de todo tipo,
intelectual, moral, social, amoroso.
 
Es un país que no se expresa,
siempre te piden "por favor señor, explíquese",
nadie te dice "por favor señor, exprésese".
 
La gente no sabe combatir
porque, en lugar de sangrar,
se gangrena al más mínimo pinchazo.
Y ya es tarde para podar, ahí hay que amputar...
 
La naturaleza de Chile es más fuerte que su historia.
 
Exacto, porque naturaleza sobra,
lo que falta es historia.
Éste es un país enemigo de la memoria,
tiene muy mala memoria, sabemos eso.
 
Chile siempre ha tenido una tendencia enorme
a inventar las reglas del juego antes de inventar el juego...
 
Siempre me ha molestado
la idea de Proyecto País, que se usa mucho.
¿Vamos a cumplir doscientos años de vida independiente
y todavía seguimos en calidad de proyecto?
 
'...lo que bota la ola es lo único que salva, al menos acá...'
 
[Alfredo Jocelyn-Holt escribió
en uno de los tomos de su 'Historia General de Chile'
algo que sintoniza con lo dicho inmediatamente
arriba por Diego Maquieira: 'acá se viene a naufragar...']
 
Vivimos en la contracción de nuestro paisaje,
del Cono Sur, del Embudo Sur.
Y nuestro territorio, es decir Chile,
es el Tubo de Ensayo Sur,
pero hasta ahora
sólo para experimentos económicos...
(también políticos...hagamos memoria)
 
En vez de ser los mejores,
usando bien el término aristocracia,
la gente quiere hacer carrera, quieren escalar.
¡Quieren escalar una cosa que está escalada hace rato!
No, qué aburrido.
 
Se sueña mucho pero se imagina poco...
 
...Hay una frase en uno de los poemas:
"Y la cuchillería que le robamos al Chupo
para que no se viera tan pobretona la mesa"...
 
O sea siempre tratando de recoger
un poco de subsistencia medianamente decente
en un país esencialmente pobre, sin tradición,
sin ningún tipo de riqueza, que lo único que
le queda es la lengua, sin Virreinato siquiera,
pura Capitanía General. Y todo imitando al resto.
Por eso digo que Chile se caracteriza por hacer
una constante apropiación de lo ajeno
y una febril enajenación de lo propio...
 
Además es una cosa terrible,
porque es una mezcla desesperada
para lograr unir una diversidad,
y no fragua nunca. ¡No fragua nunca!
 
Chile, además, se vende con mucha facilidad.
Está siempre a la venta, siempre en subasta,
es un país que adora los remates,
los martilleros abundan mucho
tanto como los juristas y las inmobiliarias.
 
Entonces es un país que nunca puede surgir
porque cuando llega a un apogeo,
por su propia inseguridad
saca todas sus cosas a remate.
 
Y ahí aparecen los roedores elegantes,
los fenicios locales disfrazados de coleccionistas,
que se llevan lo mejor que encuentran
para venderlo afuera a precios desorbitantes, vergonzosos.
 
Ese es el drama: que nuestras mejores cosas
valen más allá que acá. Vivimos esa precariedad.
 
No hay tradición, no hay sentido de conservación.
Hay tres o cuatro libros, naciendo y muriéndose todo el tiempo.
 
Siempre Chile es de una superficialidad increíble.
 
...y elegimos lo más superfluo.
 
Tal vez antes estábamos mejor orientados
hacia Europa, pero ahora,
como es Estados Unidos el que comanda,
nuestros modelos son los supermercados,
los multicines, los resorts, los chicago boys,
el spa, los think tanks, los focus groups
y el people meter...
 
Y en arquitectura, los edificios de veinte pisos
que nos convierten en los rascas del cielo.
 
Ni siquiera nos interesa la maravilla
que puede ser la redacción
de la Constitución de Jefferson y Adams.
 
En alguna oportunidad dijiste que Chile,
incluyendo la Isla de Pascua,
se ha transformado en un gran recinto penal.
 
Claro, porque es un país en pena.
Le penan sus muertos, sus amores no resueltos,
sus exiliados, sus desaparecidos.
 
Un país que pese a su encanto y a su humor,
tiene una tristeza, conlleva una tristeza muy profunda.
 
Tal vez porque en un territorio tan estrecho,
con sólo 200 kilómetros de ancho, para moverse,
lleno de cerros matones y quebradas continuas,
no es fácil hacer fluir la alegría. Entonces está apagado.
 
Es muy chileno el dicho "pa' dentro", "me quedé pa' dentro".
Es un país para adentro, no para afuera.
Pero eso siempre he hablado de la idiosingracia chilena.
 
Estamos en una especie de Cueva de Bajamira
(en vez de Altamira)...una cueva en donde
pintamos todo tipo de cosas que no significan nada,
algunos graffitis incluidos,...
vivimos, además, en una especie de incesto perpetuo...
 
La esterilidad del encierro, la no apertura,
la estupidez, el culto a la fealdad,
el engendro de lo mal hecho,
lo monstruoso, lo deforme,...
 
Ésas son las sensaciones...y además...
está en el fondo lo inaceptable,
lo muy difícil de aceptar.
 
No hay de dónde agarrarse.
 
Además hay un complejo de inferioridad muy alto,
una falta de identidad enorme. No hay nada,
ni siquiera una identidad mapuche
que fue tan fuerte en algún momento.
 
Todo está mezclado con incesto -en vez de mestizaje-,
estupidez, prejuicios, ignorancia, aislamiento.
O sea, un manicomio.
Chile es una especie de manicomio descapotable...
 
Latinoamérica es históricamente
el patio de atrás de Europa no más.
El jardín, el manicomio,
el retiro, los restos de Europa.
 
Todo lo que sobra en Europa
se tira para acá a ver si crece.
 
Este continente es de inmigrantes.
No hay que olvidarse de lo que dijo Borges,
que todos éramos unos romanos exiliados.
 
Entonces la identidad no la hemos logrado nunca.
 
Me deja perplejo. Así como no entiendo
cuando se habla de la dignidad,
tampoco entiendo la identidad.
 
Quizá por eso se dice que Chile
nunca fue un territorio marcado.
 
Nunca, ni meado siquiera.
 
Nadie se pegó la meada aquí,
ni Pizarro, ni siquiera Diego de Almagro.
Pedro de Valdivia se pegó una meada
en el Santa Lucía, pero eso no alcanzó
para ser Alejandría, Bizancio, Carlos V, nada.
Siempre fuimos Capitanía General.
 
 
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'Give me a break'
Conversaciones con Diego Maquieira
Patricio Hidalgo y Daniel Hopenhayn
Editorial Universitaria (Santiago de Chile, 2008)
....
 
'La poesía es la celebración de un acto fallido de las cosas...'
 
'La poesía da la respuesta a las preguntas que no nos hacemos...'
 
[La primera línea es de John Ashbery, la segunda, de Roberto Matta.]
 
y algo más...
 
'Para ver con los dedos todo lo que la luz esconde...'
(De un libro para ciegos que proyectó Matta)
 
'Hay que leonardar, porque quien no leonarda, no vinci...' (otra de Matta)
 
José Miguel Ibáñez Langlois de Diego Maquieira:
'Un adolescente tardío en crisis de rebeldía...'
 
Diego Maquieira de José Miguel Ibáñez Langlois:
'Un maduro prematuro en crisis de trascendencia...'
 
Todo esto, aparece en el extraordinario libro
'Give me a break' - Conversaciones con Diego Maquieira
de Patricio Hidalgo y Daniel Hopenhayn
Editorial Universitaria (Santiago de Chile, 2008)

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