Carta al Director
Un muy mal proyecto
Diario El Mercurio
Martes 14 de julio de 2015
Señor Director
Independiente de la posición que se tenga respecto del aborto,
el actual proyecto que presenta el Ejecutivo para despenalizarlo
en tres causales, técnicamente es muy malo, ya que se sustenta
en una interpretación errada de la evidencia existente.
En relación con la mortalidad materna,
el objetivo del proyecto buscaría disminuirla,
permitiendo la interrupción del embarazo
en aquellas mujeres con riesgo vital presente o "futuro".
Es importante señalar
que la mortalidad materna chilena
es una de las más bajas del continente,
aun con una legislación poco permisiva.
Ninguna de las muertes maternas
ocurridas en los últimos años
se habría evitado con esta ley,
pues estas no ocurrieron
por falta de intervención médica,
sino por complicaciones
en el tercer trimestre de embarazo
o asociadas al parto.
Considerar que médicos generales
se hagan cargo de pacientes de alta complejidad,
como plantea la iniciativa legal, es un error técnico grave.
Cualquier situación eventual
puede ser invocada como "riesgo futuro",
expandiendo la realización de abortos.
Así, en esta causal el proyecto
no resuelve ningún problema real
y podría, incluso, aumentar las muertes maternas.
En la segunda causal,
esta iniciativa legal
procura resolver un drama real:
el sufrimiento de una madre frente a un hijo
con una malformación grave.
Es una simplificación pensar
que este proyecto resuelva
de manera integral este drama.
Aunque el diagnóstico
de algunas de estas patologías
puede hacerse precozmente en el embarazo,
eso no corresponde a la realidad nacional,
y la gran mayoría se hace después de las 20 semanas.
A esta edad gestacional, toda madre
ha establecido un vínculo con su hijo,
y el aborto solo ofrece ponerla en la encrucijada
de decidir si su hijo vive o muere,
cuando realmente necesita apoyo,
acompañamiento, cuidados médicos paliativos,
nada de lo cual está planteado.
Cabe señalar que el diagnóstico
de certeza de una malformación fetal
es muy complejo, aun en manos de especialistas;
no obstante, el proyecto plantea
que pueden hacerlo médicos generales.
Nadie en su sano juicio
aceptaría realizarse una cirugía cardíaca
diagnosticada y manejada por un médico general.
¿Por qué el estándar
debe ser menos para el diagnóstico
y manejo de malformaciones fetales?
Respecto de la tercera causal,
el objetivo del proyecto
es que mujeres que han sido violadas
no carguen con el drama de tener al hijo del violador.
Nadie puede ser indiferente a esta tragedia;
sin embargo, el proyecto solo propone poner fin al embarazo,
omitiendo gravemente la denuncia y persecución del delito.
Dado que la mayoría de los embarazos por violación
son provocados por un conocido en el entorno de la víctima,
el actual proyecto propone eliminar al hijo,
pero no previene que la mujer siga en el entorno del abusador.
Además, la interrupción del embarazo a las 12 o 18 semanas
puede tener graves consecuencias físicas y psíquicas para la madre,
pero el proyecto no plantea ningún tipo de prevención para ellas.
Finalmente, este proyecto no resuelve
el problema del aborto clandestino.
Sabemos que la actual legislación
permite claramente actuar
para los casos de riesgo vital
aplicando el buen juicio clínico.
Para las otras dos causales
es evidente la necesidad
de implementar más políticas
de prevención y acompañamiento
que las existentes.
No es aceptable
que se le ofrezca a la sociedad
el aborto como solución,
porque solo generará problemas,
como ha ocurrido
en los países con aborto legal.
Jorge Becker
Subespecialista Medicina Materno Fetal, Hospital Regional de Talca
Sebastián Illanes
Subespecialista Medicina Fetal, Universidad de los Andes
Elard Koch
Epidemiólogo, director MELISA Institute
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