Información se obtuvo con la ayuda de celulares y cámaras trampa:
Área en que habita el gato andino se duplica tras ser avistado en Atacama y Coquimbo
Se trata de una especie difícil de observar. Hasta ahora su registro más austral se había obtenido cerca de San Pedro de Atacama.
Richard García
Área en que habita el gato andino se duplica tras ser avistado en Atacama y Coquimbo
Se trata de una especie difícil de observar. Hasta ahora su registro más austral se había obtenido cerca de San Pedro de Atacama.
Richard García
Diario El Mercurio, miércoles 11 de marzo de 2015
El gato andino ( Leopardus jacobita ) debe ser una de las especies más enigmáticas de Chile. Hasta 2004 apenas se habían fotografiado cuatro ejemplares.
En gran parte la escasez se debía a que el animal era muy codiciado por su piel. Incluso se decía que si un aimara se cruzaba con uno de ellos y no lo mataba, tendría un año de mala suerte.
Afortunadamente en los últimos doce años se ha producido un vuelco en el conocimiento de la especie y hoy incluso existe una red internacional que aboga por su protección.
Las cámaras trampa han permitido conocer mejor su rango de distribución. Al principio, solo se había detectado en la Región de Arica-Parinacota y en el altiplano de Antofagasta, pero en 2012 se obtuvieron los primeros registros en Tarapacá.
La última evidencia científica verificada situaba su posición más austral en la zona de las termas de Puritama, cerca de San Pedro de Atacama, al interior de Antofagasta.
Pero ahora nuevas evidencias más que duplican su área conocida de distribución.
"Llevamos ya largo tiempo trabajando con el gobierno regional en la parte sur de la Región de Coquimbo, capturando pumas para colocarles radiocollares satelitales y poder rastrear sus movimientos. En el marco de este proceso, apoyado por la Wildlife Conservation Network, logramos observar un gato andino en varios videos obtenidos por una cámara trampa", cuenta entusiasmado el biólogo Agustín Iriarte, quien es gerente de Flora y Fauna Chile. El hallazgo fue realizado por los investigadores Cristián Sepúlveda, Guillermo Sanz y Ricardo Pino.
Unos meses antes, un empleado del proyecto minero Caserones había captado otro ejemplar con su celular a unos 120 kilómetros al sureste de Copiapó. "Con eso avanzamos 700 kilómetros más al sur de su punto de distribución más austral. Ahora, con el que encontramos al sur de Coquimbo, lo extendemos a 1.100 kilómetros", enfatiza Iriarte, quien es miembro de la Alianza Gato Andino (AGA).
El video -destaca- es el primer registro científico de su existencia tan al sur. "Siempre estuvo la suposición de que podía estar presente y había gente que decía haberlo visto, pero no había pruebas".
Por eso ahora queda intentar ver si también está presente en la Región de Valparaíso.
¿Podría vivir también en la cordillera frente a Santiago? Al menos el naturalista Rodulfo Philippi describió un gato idéntico en la precordillera de La Dehesa en 1891, pero nunca más ha sido observado otra vez.
El gato andino se parece a un gato doméstico, pero es un tercio más grande y posee una cola gruesa con ocho anillos.
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