Preocupación por el "modelo Charlie"

Joaquín responde a Daniel a propósito de Charlie‏

Señor Director:

Agradezco a Daniel Matamala el interés que ha mostrado en mi columna del domingo pasado. Veo que estamos discutiendo en paralelo, pero intentaré mostrarle el motivo de mi preocupación.

Existen más de mil millones de musulmanes en el mundo. Mi inquietud es: ¿cómo vamos a relacionarnos con ellos, atendido que sus códigos culturales son tan diferentes de los nuestros? Varios millones de europeos, incluidos los líderes políticos de muchos países, han marchado bajo el lema "Yo soy Charlie". Quizá no advierten que, al desfilar con esa consigna, envían un mensaje a esa otra parte de la humanidad: "Para nosotros, Charlie Hebdo representa un modelo a través del cual nos relacionaremos con ustedes". Si querían decir otra cosa ("abajo el terrorismo" o "viva la libertad de expresión"), eligieron un lema desafortunado. No me parece una estrategia muy inteligente ni apta para el fomento de la paz.

A don Daniel le preocupa el asesinato de 12 europeos y el hecho de que alguien pueda limitar el uso del sarcasmo como arma de crítica política. Es una preocupación válida, pero pienso que también debe quitarnos el sueño que, en esos mismos días, hayan sido asesinadas unas dos mil personas en Nigeria por Boko Haram y nadie marche por ellas. Pareciera que la muerte de esos "negritos" es irrelevante, ya que no afecta nuestra forma de vida. Algo anda mal cuando miramos el mundo de una manera tan etnocéntrica.

Además, una parte significativa de los musulmanes vive en Francia (más de 3,5 millones), Alemania (3,2 millones) y otros países europeos. Ellos no son expresión de un gran poder que imagina don Daniel (respecto del cual la sátira resulta muy sana), sino los más pobres de entre los pobres. Decirles a ellos "Yo soy Charlie" no me parece solo una falta de inteligencia política, sino de justicia.

Soy consciente de que en su carta dice muchas otras cosas, todas muy interesantes, pero es importante destacar que el "modelo Charlie" es poco apto para relacionarnos con los demás, especialmente con las minorías. Estimo que alguien debe manifestar esa preocupación, aunque eso signifique que lo consideren un cobarde.

Joaquín García-Huidobro