«Las drogas hackearon el cerebro humano»
Nora Volkow, la mayor especialista en adicciones del mundo
Diario El Mercurio, Revista Ya, martes 27 de enero de 2015
Nora Volkow tenía cuatro o cinco años cuando,
enredada entre las plantas del jardín de su casa natal en Coyoacán,
se sentaba a ver caminar las colonias de hormigas en fila india.
Le parecía fascinante: su mente le decía
que esa caminata de los insectos no era casual,
que tenía razones científicas.
Después, en su adolescencia,
ella y sus tres hermanas pasaron
muchas tardes guiando a los visitantes
por la casona repleta de recuerdos.
Era Ciudad de México
y despuntaban los años sesenta.
La casona era histórica:
aquí habían asesinado en 1940,
a uno de los tres líderes de la revolución rusa.
Nora creció con conciencia de venir
de una familia protagonista de la historia:
el líder asesinado era su bisabuelo León Trotsky.
Desde que observaba hormigas
y a la gente de la calle
-le fascinaba la interacción humana desde niña-
Nora Volkow vio transcurrir medio siglo.
Y hoy, a los 59, convertida en una
de las grandes expertas en el estudio del cerebro
y la mayor especialista en adicciones del mundo,
vuelve a su infancia para explicar
su camino en la investigación.
Y dice:
-Por nuestra historia y la tragedia que mi familia vivió en Coyoacán,
todos aprendimos que todo ser humano es responsable de sí mismo
pero también de la humanidad.
Hacer ciencia es ampliar el conocimiento
y yo me propuse generar avances científicos
no sólo para Estados Unidos,
no sólo para México,
sino para todo el mundo.
El cerebro humano
ha sido mi campo de estudio
y hemos avanzado.
En 2007, Time Magazine la nombró
entre las cien personas más influyentes del mundo.
Ese año su editor Richard Stengel explicó:
«Esta lista la componen personas
cuyas ideas ejemplo, talento y descubrimientos
han transformado el mundo en que vivimos».
Volkow fue también reconocida
ese mismo año por Newsweek;
por Washingtonian Magazine en 2009 y 2011,
y desde el 2000, por U.S. News & World Report.
Y es que esta médico, psiquiatra y neurocientífica
que trabaja en investigación de punta en Estados Unidos
-a donde emigró muy joven en busca de su pasión,
el estudio del cerebro -es hoy la cabeza del
Instituto Nacional de Abuso de Drogas en Bethesda, Maryland,
y reconocida en el mundo de la ciencia
como la mayor especialista mundial en adicciones.
Gracias a sus investigaciones de treinta años
está logrando cambiar los parámetros:
hoy se sabe que los adictos a la marihuana,
cocaína, heroína y otras drogas legales,
como el alcohol y el cigarrillo -así las llama ella-,
no lo son por voluntad: diversas disfunciones
de su cerebro no los dejan apartarse de su adicción.
Se les considera enfermos.
Y, dice Volkow, quien ha dedicado su vida profesional
a estudiar los procesos cerebrales que juegan un rol en la adicción,
es bueno que el mundo comience a mirarlos de otra manera.
Como víctimas, no como viciosos.
-El cerebro humano
es mucho más complejo
que el de los monos y los ratones,
pero esos animales han ayudado
a nuestras investigaciones.
Me he dedicado a entender
la relación entre el cerebro y las adicciones.
Descubrimos que la dopamina,
un neurotransmisor cerebral,
juega un rol esencial.
Si comer un chocolate o aspirar cocaína por primera vez
se sienten como un estímulo placentero,
el cerebro libera dopamina y activa los centros del placer.
Si mañana nos respiten el estímulo,
sólo con mirar el chocolate o la cocaína
-antes de probarlos- sentimos el impulso
y la liberación de la dopamina.
El cerebro, dice la doctora Volkow,
crea automáticamente una memoria
a la liberación de dopamina
ante un estímulo placentero.
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