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Liceo Técnico-Profesional de Río Bueno:
Con una microempresa al interior del liceo, los alumnos aprenden haciendo

Ubicado en la comuna de Río Bueno, en la Región de Los Ríos, este establecimiento transformó las aulas en un verdadero campo laboral, en donde los estudiantes asisten a clases teóricas, pero a la vez cumplen responsabilidades reales como en cualquier otra empresa.  

por Óscar Riquelme
Diario El Mercurio, lunes 13 de octubre de 2014
http://diario.elmercurio.com/2014/10/13/educacion/_portada/noticias/97250709-5416-4710-B0A7-5660C1F3B687.htm?id={97250709-5416-4710-B0A7-5660C1F3B687}

Poco a poco la sala-taller de mecánica se va llenando con alumnos de tercero medio, quienes ordenadamente ocupan los pupitres que se han dispuesto estratégicamente alrededor de un mesón de fierro que sostiene una pesada caja de cambios. Durante la clase, un estudiante va desarmándola, mientras el profesor escribe en la pizarra.
En la sala de al lado, un grupo de alumnos de 4° medio observa algunos vehículos que recién han ingresado al taller. Las "panas" a reparar hoy son múltiples, van desde realizar afinamientos completos hasta rectificar discos de freno.
Es lo que ocurre en el Liceo Técnico-Profesional de Río Bueno, comuna ubicada a 82 km al sureste de Valdivia, en la Región de Los Ríos. El establecimiento tiene una propuesta educacional que lo ha convertido en una verdadera microempresa prestadora de servicios para la comunidad. "Mi liceo innovador y emprendedor fortalece mis competencias técnicas" es el nombre de su proyecto, el que se viene aplicando desde marzo de 2008.
Sostenido por la Municipalidad de Río Bueno, los buenos resultados de la institución permitieron que desde el año pasado el liceo integre la Red de Escuelas Líderes de Educación en Pobreza, iniciativa que reúne a colegios que entregan enseñanza de calidad en contextos de pobreza y que es impulsada por Fundación Chile, Fundación Educacional Arauco, Fundación Minera Escondida y "El Mercurio".
Experiencia real
El Liceo Técnico-Profesional de Río Bueno educa a 483 estudiantes, de 1° a 4° medio, en cinco diferentes especialidades técnicas: Forestal, Mecánica, Climatización y Refrigeración, Turismo y Administración. La prestación de servicios de sus alumnos es posible gracias a que el liceo cuenta con iniciación de actividades otorgada por el SII en áreas como Producciones Forestales y Agrícolas, Servicio de Mantención y Lubricación de Vehículos, entre otras.
"Prestar servicios a la comunidad es una de las estrategias para fortalecer los aprendizajes de los estudiantes, porque los hacemos vivir experiencias reales, y de esa forma también estamos trabajando todos los contenidos que forman parte del plan de estudio", explica Raquel Zurita, jefa de la Unidad Técnica Pedagógica (UTP).
Gracias a esta iniciativa, el liceo se ha vinculado con la comunidad local a través del servicio que prestan sus estudiantes y profesores, le permite generar ingresos propios y que los alumnos pongan en práctica los conocimientos teóricos adquiridos en las salas de clases. "Si una persona viene con un auto dañado, los estudiantes lo reparan. Si un refrigerador, una cámara de frío o un sistema de aire acondicionado necesita mantención, los estudiantes lo hacen", dice Zurita.
Los servicios también incluyen la venta de árboles nativos -que se cultivan en un vivero ubicado en el colegio-, y el desarrollo de planes de manejo forestal a cargo de los propios estudiantes de la especialidad. "Por todas estas prestaciones el liceo cobra una tarifa acorde con los valores de mercado, recursos que luego se reinvierten en el mismo liceo", dice Celia Rojas, directora del establecimiento.
Manos en la grasa
Con una trayectoria profesional de 25 años, Héctor Castro aceptó en 2008 la propuesta de convertirse en profesor de Mecánica y jefe de taller del liceo. Junto con los estudiantes de 4° medio, recibe los vehículos para su reparación o mantención, según sea el caso. "De mecánica podemos enseñarles muchas cosas, pero también hay que enseñarles a trabajar, a comportarse en el mundo laboral", dice.
Hasta el año 2011, el aula de Mecánica estaba dentro del establecimiento, pero a partir de 2012 decidieron incorporar una sala dentro del taller para que los estudiantes experimenten un taller real y evitar trasladar las piezas mecánicas que sirven de guía en las clases. "Sabemos que la teoría es necesaria y hay que pasarla, lo que hicimos en 3° medio. En cuarto medio, los chicos tocan las piezas, se engrasan las manos y comienzan a manipularlas", cuenta Castro.
Una experiencia que apoya Yordy Quichel, estudiante de Refrigeración y Climatización. "Aquí nosotros hacemos las mantenciones a la cámaras frigoríficas, además de revisar los paneles del sistema eléctrico. Me gusta hacer esto porque así uno tiene mayor conocimiento después, cuando sale a trabajar".
Juan Unión, jefe de producción del liceo, es el encargado de la administración y de hacer productivos los talleres. "La respuesta de los estudiantes ha sido excelente y valoran mucho esto. Cuando han hecho la práctica laboral, hemos recibido muchas respuestas positivas de los talleres donde han trabajado. Es que en el liceo tienen la misma tecnología y ya han tratado con clientes, por lo que no llegan a un mundo desconocido", explica.
 Equipo funcional
"Al principio, yo era medio reacio al tema de la enseñanza porque tratar con alumnos es complejo, pero teniendo una disciplina y haciéndola llegar a los alumnos, no hay ningún problema. En esta zona tenemos un índice de vulnerabilidad de casi un 90%, por eso para mí es un orgullo ver a los estudiantes que cursaron mi especialidad trabajar en Osorno o que desde allá me pidan estudiantes para que realicen prácticas profesionales. Eso me da satisfacción a mí y al equipo técnico de la especialidad".
Héctor Castro, profesor de Mecánica.
"Esto me parece fantástico porque todo lo aprendido en la sala de clases después lo podemos practicar en un taller real, que tiene un funcionamiento activo, que recibe autos a diario y con diferentes tipos de anomalías. A veces recibimos más de 10 autos en un día y eso nos exige harto. Me gustan las horas de práctica en el taller porque uno aprende más sobre la carrera y es más fácil seguir el estudio en las horas de clases".
Matías Ancañir, estudiante de Mecánica Automotriz.
"Esta propuesta consiste en fortalecer las competencias de los estudiantes que egresan de las distintas especialidades del liceo. Buscamos la mejor manera de sacar provecho a la infraestructura que recibimos, en provecho de nuestros estudiantes, que ellos puedan vivir situaciones reales de aprendizaje".
Raquel Zurita, jefa de la UTP del Liceo Técnico-Profesional de Río Bueno.
Claves del liderazgo
Adaptación al cambio
La moderna infraestructura de este recinto, como los talleres de Mecánica Automotriz y Refrigeración, además de los viveros forestales, son aprovechados íntegramente por el cuerpo docente, que se adaptó al cambio que esto involucraba y vio en ellos una buena posibilidad para integrar la teoría que enseñan en las salas de clase a una práctica mucho más directa, que permite que los estudiantes asimilen de una forma más concreta los contenidos.
Vinculación con el medio y profesionalismo
El liceo entrega sus servicios esencialmente a la comunidad de Río Bueno. Esto ha permitido una vinculación mucho más directa entre los estudiantes y la comunidad local, lo que servirá para generar nuevos proyectos. Además, el profesionalismo de los estudiantes es valorado por los clientes que llegan hasta el liceo a solicitar algún servicio.
Respuesta del alumnado
Cada estudiante cuida y protege el equipamiento del liceo, dado que entienden que en base a lo que allí tienen podrán seguir aprendiendo en el futuro. Esto es valorado por el cuerpo docente, que supervisa a diario las actividades prácticas.

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