por Mario Valdovinos
Diario El Mercurio, Revista de Libros
Domingo 7 de septiembre de 2014
La revista Multitud fue el resultado de la decisión de Pablo de Rokha de vivir solo de su titánico trabajo como poeta, al ser despedido como profesor de Estética e Historia del Arte en la Universidad de Chile. Tuvo siete hijos y publicó, trabajosamente, más de treinta libros.
La antología preparada por Daniel Rozas sobre la revista "del pueblo y la alta cultura", como se presentaba, aborda, en la abundante producción ensayística y periodística del escritor, tres senderos: literatura, política, cartas y discursos. En todos ellos incluye un exhaustivo trabajo de notas a pie de página, a propósito de las incontables referencias culturales que empleaba en su escritura el huaso licantenino.
El volumen permite formarse una opinión y una imagen acerca de la poética rokhiana y de la personalidad de su creador, y al mismo tiempo remitirse a los poemas, lo más significativo de su herencia. Los escritos escogidos están atravesados por sus obsesiones: la ideología marxista, las figuras de Alone y Neruda, su escarpada instalación en el canon poético chileno y luego hispanoamericano.
Se sabía víctima de una conspiración de silencio, una suerte de castigo respecto de su figura iracunda, mesiánica, polémica, dogmática y devastadora. De Rokha era un guerrillero, no un francotirador, disparaba y daba la cara; imprecaba y ofrecía su cuerpo; era hipercrítico y fustigador, reprendedor e iconoclasta, pero rara vez autocrítico.
Cultivó como ninguno el arte de la diatriba, exageró la influencia ideológica en su obra. Creyó, con una fe ingenua, en la roja alborada socialista y en el papel del arte y la literatura al servicio de la revolución proletaria. Mientras tanto, componía sus poemas, desde Los Gemidos (1922) y su absorción de las vanguardias, hasta la antología de Editorial Nascimento, Mis grandes poemas(1969) publicada póstumamente.
En su carta al profesor estadounidense H. R. Hays (1943), autor de una antología de poetas hispanoamericanos que lo incluyó, define su estilo, fusión de la filosofía de Heráclito con el materialismo dialéctico de Marx. El resultado fue el Barroco popular americano, o épica social americana. En la "Carta abierta a Alone" (1954) acumula denuestos contra el crítico, llamándolo decadentista, afrancesado, academicista y snob.
En medio de los saetazos, que no tenían respuesta, aparece Neruda, cómo no, arribista, cortesano, oportunista social y literario y emperador del plagio, con quien, supuestamente, Alone era complaciente. En suma, los dos eran corruptores y habían hecho un gran daño a la literatura, no solo chilena.
Pablo de Rokha había escrito: "Yo soy como el fracaso total del mundo", después vino el balazo en su cabeza, "trizándose las sienes como vasos sutiles", como sentenció la Mistral.
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