El ego imaginario

El ego imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeado de enemigos imaginarios
a la orilla de logros imaginario

E¡nfermo de orgullo imaginario
en las paredes penden premios imaginarios
patéticos galvanos imaginarios
que representan fracasos rotundamente imaginarios
ocurridos en otras vidas imaginarias
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes tardes imaginarias
sube las podios imaginarios
y se asoma triunfante al balcón imaginario
a saludar a la muchedumbre imaginaria
que se encarama por los cerros imaginarios
para vitorearlo con un fervor imaginario

1 comentario:

  1. El ego imaginario

    vive en una mansión imaginaria

    rodeada de enemigos imaginarios

    a la orilla de logros imaginarios.



    Enfermo de orgullo imaginario

    de las paredes penden premios imaginarios

    patéticos galvanos imaginarios

    que representan éxitos imaginarios

    ocurridos en otras vidas imaginarias

    en lugares y tiempos imaginarios



    Todas las tardes, tardes imaginarias

    sube a las podios imaginarios

    y se asoma triunfante al balcón imaginario

    a saludar a la muchedumbre imaginaria

    que se encarama por los cerros imaginarios

    para vitorearlo con un fervor imaginario



    Sin embargo en las noches

    vuelven los espectros imaginarios

    aquellos que le hacen sombra

    y que vienen por el camino imaginario

    entonando arengas amenazantes

    exigiendo la muerte del ego imaginario



    Y en las noches de luna imaginaria

    sueña con la mujer imaginaria

    que le brindó su amor imaginario

    vuelve a sentir ese mismo dolor

    ese mismo placer imaginario

    y vuelve a palpitar

    el magullado corazón

    de su triste ego imaginario.

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