Las filas de asientos de pasajeros son sustituidas por habitaciones, salas de entretenimiento, cocinas y baños de lujo a un precio de entre 80 y 300 millones de dólares.
Diario El Mercurio, jueves 19 de junio de 2014
http://diario.elmercurio.com/2014/06/19/economia_y_negocios/economia_y_negocios/noticias/77DBF751-B100-4E9D-8492-3AB451C9CB04.htm?id={77DBF751-B100-4E9D-8492-3AB451C9CB04}
La época en que los magnates se trasladaban en jets privados, como el Gulfstream 650 de US$ 65 millones, parece estar llegando a su fin. Y no es precisamente por falta de recursos, sino porque les "quedaron chicos".
Los multimillonarios, sobre todo los vinculados con el petróleo en Medio Oriente, están acostumbrados a viajar junto a una gran cantidad de asesores, amigos y familiares, por lo que debían reducir drásticamente sus comitivas para acomodarse al espacio de un jet.
Además, tenían que soportar escalas técnicas cuando los vuelos eran muy largos, debido a la escasa autonomía de estas aeronaves.
Pero por cada persona que tienen una necesidad, hay una empresa tratando de satisfacerla. Y, en este caso, los fabricantes Airbus y Boeing han personalizado sus aviones de fuselaje ancho, para el uso privado.
Los filas de asientos son reemplazadas por sofás, habitaciones dobles, salas de reuniones, baños y cocinas de lujo, incluso, centros de entretenimiento.
Según la revista Wired, los magnates pagan alrededor de US$ 80 millones por un Boeing 737 acondicionado como "mansión", cerca de US$ 280 millones por un Boeing 747-8 (recientemente incorporado al mercado), y hasta US$ 300 millones por un Airbus A380.
Según Wired, Airbus, que desde 2011 es el mayor fabricante de aviones del mundo, lanzó su línea de modelos privados en 1997 y desde entonces ha vendido 170 unidades. Boeing, que entró a este nicho un año antes, ha cumplido 195 de 217 del total de pedidos recibidos.
Los analistas explican que este nicho se ha desarrollado por el aumento de "súper ricos" en Rusia, el Medio Oriente y China, quienes negocian directamente con los fabricantes para que les equipen sus aeronaves a medida de sus gustos.
"Como se puede imaginar, un multimillonario está dispuesto a gastar un 'poco' de dinero para tener una linda casa u oficina, y quiere replicar ese estilo de vida en el aire", contó el director de márketing de la la compañía francesa Airbus, David Velupillai, al Sydney Morning Herald.
Y aclara: "Nuestro mercado se dirige a los multimillonarios, no a los millonarios".
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