Gonzalo Barros Almarza en el blog asociado a la columna de Agustín Squellahttp://www.elmercurio.com/blogs/2014/06/20/22851/La-estrategia-conservadora.aspx
Al señor Squella no le gustan los conservadores; viniendo de familia conservadora, jugando a remar contra la corriente en un medio en el que fue diferente, ha permanecido en forma pertinaz en su posición ideológica. Todo un mérito si se quiere…
Al señor Squella no le gustan los conservadores; viniendo de familia conservadora, jugando a remar contra la corriente en un medio en el que fue diferente, ha permanecido en forma pertinaz en su posición ideológica. Todo un mérito si se quiere…
Gonzalo Barros Almarza en el blog asociado a la columna de Agustín Squellahttp://www.elmercurio.com/blogs/2014/06/20/22851/La-estrategia-conservadora.aspx
ResponderEliminarAl señor Squella no le gustan los conservadores; viniendo de familia conservadora, jugando a remar contra la corriente en un medio en el que fue diferente, ha permanecido en forma pertinaz en su posición ideológica. Todo un mérito si se quiere…
No tiene nada de malo, cada cual pensará o creerá lo que pueda o quiera. Lo que viene después es lo curioso, es la auto infatuación de las propias ideas como si fueran verdades única e iluminadas y no son más que pequeñas ideítas, sometidas a un espacio de tiempo diminuto y remoto. Se pueden parecer a la nada. Ante la perspectiva de Dios, tras la construcción de Babel, el hombre se ve pequeño, miserable, patético… Lo curioso del caso es que la construcción de Babel continúa, perdura…
A las opiniones de Squella, y de cualquier otro progre se suma el fenómeno de la moda. Está de moda ser progre, se puede leer algún librito de un evolucionista, otro que hable de las maldades e inmundicias de la Iglesia, otro que deje a los homosexuales como una especie da santones rescatados del olvido y la maldad y, a esto le puede agregar algún sociólgo o filósofo marxista que explique el origen de todos los males son los ricos vs los pobres. Tras esto sentirse geniales y defender toda clase de descriterios y sandeces con aire de superioridad moral e intelectual que es francamente repelente y patético.
¡No hay caso, las modas intelectuales es el disfraz que se ponen los tontos para parecer inteligentes!
Una frasecita cursi por ahí, un slogan rabioso por allá y la sensación de ser geniales apoyado por la masa que compra cualquier pomada barata… Y en el fondo, bien en el fondo, unos pobres y triste pajarones…
Es lo que hay: Pinochet tiene la culpa de todo lo que ha pasado, la Iglesia también y la UDI es la representante oficial del mal. Una vez que nos deshagamos de todos ellos seremos fabulosos, seremos geniales; estaremos entrando al paraíso…
¿O nos aventuramos al fracaso y profetizado de los constructores de Babel?
Los necios se juran radiantes cuando solo son globos inflados con gas de mala ley…