Jóvenes Conciencias Verdes
por Ignacio Valdivieso Elissetche
Diario El Mercurio, VD, sábado 24 de mayo de 2014
Cuatro agrupaciones que nacieron en universidades
hoy están planificando activamente
una capital más conectada, más verde, más justa.
A diferencia de otros equipos profesionales,
la piensan sólo desde las áreas verdes,
anticipándose a un cambio de paradigma
que aun no toma fuerza en Chile:
la naturaleza como elemento inseparable
de la ciudad, para una mejor calidad de vida.
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El 2014 marcó un importante
precedente a nivel mundial:
la población urbana
superó por primera vez a la rural,
según el estudio realizado
por la fundación estadounidense Demographia.
Si el Banco Mundial además
dice que 180 mil personas a diario
emigran del campo a la ciudad,
para el 2030 se espera
que el 60% entre en la categoría
de habitante urbano.
Este preocupante crecimiento
es más común en los países
en desarrollo como Chile,
donde las políticas de vivienda
y la presión inmobiliaria
han hecho desaparecer incluso
las áreas verdes construidas.
Estudio de calidad de vida indican
que vivir próximos a espacios
con abundante vegetación
y sin barreras arquitectónicas
previene los problemas de salud y depresión.
Afortunadamente en nuestro país
se está tomando conciencia
y en el caso de Santiago
han surgido varias iniciativas
de jóvenes profesionales
que reevalúan
el rol de las áreas verdes.
Ellos trabajan
de manera estable y coordinada,
planteando soluciones integrales
que pretenden convertirla
en una ciudad más sustentable.
Mientras estaba muy presente
en el debate público
la creación de nuevas medidas
para reducir el uso del automóvil
docentes de la Escuela de Arquitectura
de la Universidad Católica
realizaron en 2009 un seminario
que revisaba la idea
del arquitecto Mario Pérez de Arce,
de crear un parque integrado
que toma el Mapocho
como columna vertebral
y que conecta la capital
de oriente a poniente.
Estudios legales y urbanísticos,
junto a un catastro hecho
por los propios estudiantes de la escuela,
quienes recorrieron en bicicleta
los 42 kilómetros de la ribera del río,
permitieron que en 2011
la propuesta del proyecto
llamado Mapocho 42K
fuera desarrollada
con un fondo concursable
y al año siguiente
se firmó un convenio
con el Ministerio de Vivienda
y Urbanismo (Minvu)
para hacer obras en Lo Barnechea,
Vitacura, Providencia, Santiago,
Quinta Normal y Cerro Navia,
las que se iniciaron este año.
Lo que se propone
es un corredor público
con extensas ciclovías
y al centro un camino peatonal.
Éste incluye vías arboladas,
áreas de descanso y además
funciona como balcón al río.
Somos un equipo de arquitectos,
paisajistas y diseñadores
que nos encargamos del diseño
y el desarrollo del proyecto.
Su ejecución está en manos
del Minvu y el Serviu,
y siempre ha tenido
una dimensión más colectiva",
cuenta Sandra Iturriaga, directora.
Otra iniciativa que pretende hacer
de la geografía el elemento central
y estructurador de las áreas verdes
es la de Fundación Santiago Cerros Isla.
Desde el año 2010 sus diagnósticos
han reconocido el potencial de los 26 cerros
de la trama urbana de la capital,
los que pretenden recuperar
como parques públicos.
"Santiago tiene 2.500 hectáreas
de áreas verdes consolidadas
y los cerros aportarían otras 4.500.
Algunos son privados, otros públicos,
incluso uno pertenece a un solo dueño.
Nuestros planes prioritarios
se centran en los que
traen más beneficios
en el corto plazo", dice
Etienne Lefranc, director.
Ellos han trabajado con las comunidades
para conocer los usos que le dan
y entender sus necesidades y expectativas.
Han encontrado ejemplos
como el cerro Adasme en San Bernardo,
que es utilizado como campo
de árboles frutales y huertos orgánicos.
"No proponemos intervenirlos por completo.
En ellos proyectamos un paisaje nativo,
pues los suelos semiáridos sólo permiten
especies de poca mantención.
Hay casos como el cerro Chena
que está segregado por la Autopista Central
y para él hemos pensado puentes ecológicos
que lo conecten con el resto de la ciudad",
agrega Dominique Mashini, miembro de la agrupación.
Pero el aumento del verde no es
sinónimo de ciudades más ecológicas.
Se sabe que los parques permiten
espacios de interacción y recreación,
un tema social relevante,
pero para que ellos contribuyan
a descontaminar el agua y el aire,
se necesitan estudios científicos.
A eso se dedica Corredores Verdes,
organización que nació en los patios
de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo
de la Universidad de Chile.
Han evaluado desde el potencial ambiental
de todos los cursos de agua urbanos
hasta los factores físicos y biológicos
que explican cómo se mueven
las aves en la ciudad.
Desde 2008 trabajan con fondos públicos
de investigación en el Laboratorio
de Medioambiente de la universidad,
desde donde asesoran a otras organizaciones.
Compartimos la idea de que en las ciudades
debe existir un sistema interconectado
de espacios verdes y nuestro enfoque
es pensarlos como ecosistemas.
También proyectamos la creación
de infraestructura verde
-dice el geógrafo Alexis Vásquez,
cabeza del organismo.
Se puede decir que Santiago replica
su injusta segregación social y económica
en el ámbito del capital verde.
Si la Organización Mundial de la Salud (OMS)
recomienda un estándar mínimo
de 9 mˆ2 por habitante;
comunas como Vitacura o Providencia
llegan a 21,9 y 14,3, respectivamente,
mientras que Pudahuel o El Bosque
no supera el 1,9 mˆ2 por persona.
Esta realidad es la que motiva
a Fundación Mi Parque a convertir
esos espacios públicos abandonados
y por lo general convertidos
en zonas de delicuencia y drogadicción,
en lugares de encuentro dignos para sus vecinos.
- Los gobiernos han puesto su foco en la vivienda,
pero las personas no sólo viven en un departamento
sino en barrios con servicios y equipamiento.
Creemos que trabajar sobre las áreas verdes
aporta a la calidad de vida de los sectores
más vulnerables y que es necesario asegurar
que todos los municipios cuenten
con los recursos para ello -explica
Ignacio Lira, director ejecutivo de Mi Parque.
Todas estas visiones
se anticipan a la tendencia mundial
de planificar ciudades más descongestionadas,
limpias y menos individualistas.
Aún nos falta mucho para lograr lo que las urbes
como Portland, Seúl o Madrid han conseguido;
que grandes autopistas sean reemplazadas
por parques públicos.
Pero Mapocho 42K, Santiago Cerros Isla,
Corredores Verdes y Mi Parque siguen trabajando.
Incluso el lunes pasado los dos primeros
se reunieron con el Gobierno Regional Metropolitano
donde presentaron a las autoridades
un plan estratégico conjunto.
Unir fuerzas es su principal desafío
para levantar estas ideas
que más que necesarias
son indispensables.
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[Textos asociado a las imágenes
que se pueden observar yendo a la página
respectiva indicada al comienzo.]
El Renca es uno de os 26 cerros
que la Fundación Cerros Isla
pretende convertir en área verde pública.
Santiago Cerros Isla está liderado
por seis jóvenes arquitectos,
egresados de la Universidad Católica.
Son voluntarios y trabajan en conjunto
con la fundación de estudios sustentables Ecomabi.
El Cerro Dieciocho está entre los estudiados.
El equipo de Corredores Verdes
trabaja desde la Facultad de Arquitectura
y Urbanismo - FAU de la Universidad de Chile.
Son profesionales de las áreas de geografía,
ingenierías renovables, arquitectura y biología.
El arquitecto Felipe López se asoció
a Corredores Verdes para desarrollar
su proyecto de título: una transformación
del canal San Carlos como corredor verde.
El proyecto busca cambiar
las paredes impermeables
del Canal San Carlos
que permiten que el agua se filtre
y riegue las especies vegetales.
Hace dos semanas Fundación Mi Parque
construyó su proyecto número 150.
Hoy cuentan con 6513 voluntarios
y han beneficiado a más de 215 mil personas.
Mapocho 42K contempla un corredor con ciclovías
de 3 metros y un paseo peatonal paralelo al río.
El diseño es el mismo para las distintas comunas.
El equipo de arquitectos Mapocho 42K + Vías Verdes:
Juan Ignacio Baixas, Francisco Quintana, Paulina Ibieta,
Francisco Croxatto y Sandra Iturriaga (directora).
Mapocho 42K
Fundación Cerros Isla
Corredores Verdes
Fundación Mi Parque
...
Soñemos con un Santiago
con parques en sus cerros...
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