La probabilidad del estallido de conflictos entre potencias mayores, está creciendo‏



CRISTIÁN LEYTON, DIARIO LA TERCERA, JUEVES 24 DE ABRIL DE 2014HTTP://VOCES.LATERCERA.COM/2014/04/24/CRISTIAN-LEYTON/SUDAMERICA-Y-EL-FIN-DEL-REPLIEGUE-DEL-REALISMO-POLITICO/
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Sudamérica y el fin del repliegue del realismo político


Ciertamente algo está pasando en el sistema internacional.Observamos desde hace algunos años cómo dos grandes potencias (China y Rusia), miembros del mismo Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, están adoptando un comportamiento similar al del siglo XVIII o XIX. Nada nuevo, podrá decirse. Acostumbrados estábamos con comportamientos similares de potencias occidentales. Hoy, sin embargo, el fenómeno proviene de otras latitudes y la superpotencia hemisférica y mundial, esa del norte del Río Bravo, sólo observa.
Disputas territoriales están tomándose la agenda de seguridad en esas partes del mundo. Cambios en las posturas de defensa “defensivas” dominantes hasta hace algunos años, para adoptar otras más “agresivas”, donde el uso de la fuerza directa no está descartado. Todo indica que  para las potencias mundiales, o algunas de ellas, la lógica de resolver los conflictos por las vías del derecho internacional no es de su interés. Lo nuevo hoy, es que estos conflictos están oponiendo a potencias entre sí, como es el caso China-Japón, Rusia-UE. La ausencia de disimilitudes ideológicas está introduciendo un serio cuestionamiento a la idea según la cual “entre democracias no se hacen la guerra”. En la actualidad, la probabilidad del estallido de conflictos entre potencias mayores, está creciendo.
La disputa de territorios en el mar de China, como son las Islas Spratley, disputadas tanto por la misma China, Taiwán y Vietnam, se suma al conflicto por las Islas Senkaku, nuevamente entre China, Taiwán y ahora Japón. En estos momentos, toda la atención está centrada en el subcontinente eurasiático, donde el “oso ruso” da pasos agigantados hacia la reinstauración de una política de potencia hegemónica regional, directa, clara y decidida.
Una característica central de los conflictos y diferendos que observamos desde nuestro balcón sudamericano, dice relación con las políticas declaratorias amenazantes y posturas bélicas claramente  provocadoras. Todo lo anterior, sumado a un proceso acelerado y progresivo de reforzamiento de sus aparatos militares, expansión de intereses hacia zonas extra regionales a la potencia, así como políticas exteriores de proyección de poder político.
El caso ruso es lejos el más complejo. Por primera vez en décadas, Rusia pone nuevamente en práctica la lógica del desplazamiento unilateral  de fronteras, la anexión de territorios y una tendencia a la reintegración, real y efectiva, de sus poblaciones rusoparlantes dispersas en sus antiguas posesiones imperiales.
Es un ejercicio interesante el observar cómo las fronteras europeas siguen evolucionando. Podemos nítidamente establecer las distancias que separan Europa o Asia, de Sudamérica. Hoy, en este lado del planeta, la resolución de diferendos territoriales se hace de la mano del diálogo y del concurso de instancias jurídicas internacionales, no obstante la existencia de posturas irredentistas y reivindicacionistas que les instrumentalizan hasta la saciedad.
La disuasión defensiva, en Sudamérica, a diferencia de la que acabamos de observar, tiende a imponerse por sobre conductas hegemónicas unilaterales. Las fronteras en nuestra región tienden a no ser dinámicas, además de abrigar en su interior a grupos nacionales mayoritarios y sólo algunos casos, poblaciones de naturaleza trasfronterizas.
Más allá de lo anterior, se constata que el repliegue del realismo político internacional está terminando y un nuevo enfoque está cristalizándose. El realismo ofensivo toma forma, donde la competencia entre las potencias genera inseguridad, el statu quo no existe, y donde la competencia por la hegemonía regional es permanente. A tomar palco que el mundo sigue cambiando.

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