Jorge Nazer: "Un emprendedor no necesita nada. Todo lo demás es chiva"

A mediados de la década pasada conquistó a los retailers para que creyeran en un proyecto para controlar robos. Hoy maneja un diversificado grupo de empresas en Chile y Latinoamérica que asesoran a una decena de industrias en el combate de mermas y pérdidas, entre varios negocios.  

Diario El Mercurio, Economía y Negocios, domingo 16 de marzo de 2014

http://diario.elmercurio.com/2014/03/16/economia_y_negocios/enfoques/noticias/1D26E72D-C212-4466-A699-DF095DAA0C36.htm?id={1D26E72D-C212-4466-A699-DF095DAA0C36}
 

Aunque Grupo Alto comenzó sus operaciones en Puerto Montt, su fundador, Jorge Nazer Rodríguez (41), es santiaguino. Hijo de un corredor de propiedades -el abuelo fue inmigrante palestino, venido de cerca de Belén, que se asentó en Illapel en los años 30-, Nazer nació en el seno de una familia que él describe como de clase media que con esfuerzo lo enviaron a él y a sus dos hermanos a buenos colegios.

Estudió en el Manquehue, pero "era tremendamente inquieto", reconoce. "Tenía buenas notas, pero me portaba pésimo y tenía un déficit atencional severo. Muchas veces me invitaron a 'salir' del colegio", cuenta, por lo que concretó su enseñanza media en el colegio Sagrado Corazón de la Alameda.

Pero en paralelo a los estudios, siempre se las arregló para ganarse la vida sin mesada. A los siete años lavaba autos en su barrio, vendía a sus compañeros las láminas difíciles de los álbumes, y en tercero medio se le ocurrió con un primo y un tío traer las primeras bicicletas mountainbike Trek, hasta que Sparta se trajo la representación.

Siguió con las motos usadas de Japón, negocio para el que incluso llegó a arrendar un espacio donde hoy está Plaza Vespucio. "Las vendíamos todas, hasta que llegó Motorrad, y nos mató el negocio", recuerda.

Nazer no sabía qué estudiar, le costaban las matemáticas, y por consejo paterno estudió Derecho en la Universidad de Los Andes. Pero el bichito de los negocios seguía presente: con su amigo y compañero de colegio Juan Ignacio Piña (ex subsecretario de Justicia) hacían resúmenes de libros de filosofía y los vendían a los alumnos de ingeniería comercial. Después, con otro amigo se les ocurrió arrendar casas en el centro de Santiago para hacer fiestas pagadas -"nos fue increíble", cuenta-, hasta que al salir de la universidad comenzó la búsqueda de un trabajo.

Dice que golpeó varias puertas de conocidos empresarios, del entonces ministro Eduardo Aninat, y de Cristián Larroulet, que en ese entonces estaba a la cabeza de Libertad y Desarrollo. Cuenta Nazer que Larroulet fue la primera persona que le habló de emprendimiento. "Me dijo: 'tú eres un gallo emprendedor, te vas a aburrir sentado en un escritorio'. Me fui indignado", recuerda. Y se incorporó a Grasty Quintana Majlis & Cía.

Eso, hasta que a través del programa Jóvenes al Servicio de Chile optó por un completo cambio de vida, y aunque estaba recién casado y por un tercio de su sueldo de ese momento, se fue a trabajar con el alcalde de Puerto Varas como asesor legal y "haciendo de todo", cuenta.

Se radicó allá, con su señora abrió un jardín infantil y una pequeña oficina de abogados, hasta que la Fundación Jaime Guzmán le ofreció irse a una pasantía a Estados Unidos. Arribó al Manhattan Institute, un think tank vinculado a temas de seguridad y a la ley de tolerancia cero aplicada en Nueva York. Participó de un programa que consistía en una pasantía de 12 semanas en la que se empapó de los planes de intervención urbana en barrios peligrosos.

A su regreso a Chile, y junto a su amigo Juan Ignacio Piña, se le ocurrió presentar un proyecto para el supermercado Lider de Puerto Montt -que ya era cliente de Nazer en su pequeño bufete-, para hacer frente a los robos, en 2003.

Ese fue el origen de su compañía. En un principio iba a llamarse Control Hurto Total (CHT), pero tres días antes de firmar el contrato tuvieron que cambiarle el nombre, porque la marca estaba registrada. Tras una lluvia de ideas, se les ocurrió Acción Legal Total (Alto), y con su plan bajaron en 23% los robos en dicho local del sur. "Ahí cachamos que había un negocio", cuenta Nazer, quien vino a presentarlo a Santiago para que los consideraran en otros locales Lider.

Participaron en una licitación para 50 locales, y ganaron, y de ahí vinieron más retailers : Falabella, Ripley e Hites, entre varios. Y tras ello, la expansión internacional. Luego de su fundación, el 16 de junio de 2005, saltaron a Colombia (2008), México (2011) -un mercado gigante, en que solo el plan piloto involucró a 200 locales Walmex-, y ahora recién, hace dos semanas, a España. Allí abrieron una oficina, y están en las tratativas para sumar clientes. ¿El próximo objetivo?: Estados Unidos. "El plan es entrar en 2015 o 2016", dice Nazer.

¿En qué consiste el modelo de negocios de Alto? Generar un ambiente de control en las empresas contra robos, hurtos, pérdidas y malas prácticas. Incluye persecución penal efectiva y no dejar causas botadas. De hecho, Alto es uno de los mayores "usuarios" del sistema procesal penal. Maneja unas 40 mil causas al año solo en Chile. También el uso de softwares que permiten mapear y generar una gigantesca base de datos, para conocer el modus operandi de los delincuentes y aplicar medidas ad hoc por local. El tercer punto es la comunicación para disuadir.

Diversificación

Alto se diversificó, y hoy es un grupo de empresas, matriz y filiales, con las que asesora a una decena de industrias en diferentes ámbitos.

Inmune se dedica al control de las licencias médicas fraudulentas, y está presente en Chile y Colombia.

Georesearch atiende a empresas que requieren de servicios de geolocalización para detectar mermas (como robos de agua o luz) o definir la ubicación más óptima de locales comerciales. Está en Chile, y evalúa expandirse a México.

Silta se dedica a administrar reclamos de clientes, y opera en Chile y Colombia.

Alto Evasión opera en el transporte público y tiene como cliente a Alsacia. La crearon para trabajar a propósito de los cambios de contrato del Transantiago, en que se traspasó a los operadores el control de la evasión. Nazer cuenta que han logrado reducir la evasión desde 30,6% a 27,5%. El compromiso es en 27 meses bajarla en cinco puntos, por lo que los tres puntos ya logrados los dejan satisfechos.

Al margen de estas empresas, en Alto desarrollaron un departamento de Innovación y Desarrollo para fomentar nuevos emprendimientos.

Nazer está consciente de que su modelo de negocios es "autodestructivo". Mientras mejor lo hagan, menos lo necesitarán, por lo que se ha autoimpuesto la obligación de estar siempre explorando y generando nuevas ideas, y que todos los años un nuevo desarrollo que se valide represente el 15% de las ventas. No siempre han tenido éxito, pues ha habido compañías que no funcionaron (Alto Seguros).

Para el 2014 tienen trazado el sexto desarrollo: Alto View, una filial que partió en México, con 300 locales Walmex, y que se dedica a identificar procesos críticos en las empresas para reducir pérdidas. Por ejemplo, al momento de entrada y salida de personas o la gestión del dinero y recaudación. Este año lo implementarán en los otros mercados donde la firma participa. A nivel de estudio, están viendo el mercado de las autopistas y cajeros automáticos.

El crecimiento geográfico y por industrias llevó a Alto a tomar en cuenta un cambio en el gobierno corporativo. Hoy tiene un directorio, donde participan Gerardo Sepúlveda, Domingo Cruzat, Rodrigo Cuchacovich, Iván Díaz Molina, el propio Nazer y su padre. El gerente general es Jorge Encina. La propiedad de Alto es 100% de Jorge Nazer, pues Piña, que tenía el 30%, vendió su participación cuando se fue a trabajar al pasado gobierno.

A Nazer también lo invitaron, y fue director nacional de Seguridad Pública. Trabajó en el gobierno entre marzo y noviembre de 2010, pero se desencantó. "No tengo las habilidades ni el cuero de chancho necesario. Hay que estar dispuesto a que te den por todos lados y a pegarle a todo el mundo. Fui súper naif , porque pensé que iba a ser como volver a la municipalidad", dice.

Y retomó su vida en el mundo privado.

"Un emprendedor no necesita nada. Todo lo demás es chiva. Me revienta cuando el empresariado pide una ayuda. El emprendedor, el problema que le pongan debe ser capaz de resolverlo", dice.