Estado social



Los primeros días de la nueva administración de la Presidenta Bachelet han sido mucho más activos y controversiales que lo anticipado. Ha llamado la atención la remoción de un gran número de funcionarios de alto nivel y el retiro o suspensión de una cantidad de proyectos de ley en trámite en el Congreso, conjuntamente con el anuncio de cierto tipo de lineamientos de varias reformas importantes. Estas acciones sugieren que se desea refundar más que reformar el sistema político, económico y social chileno.
¿Tiene la Nueva Mayoría un sistema alternativo en mente? No lo creo, a pesar de que los diversos grupos que la conforman sí lo tengan. El sistema actual es de una economía social de mercado. Es el tipo de economía que probablemente apoyen los democratacristianos y los socialdemócratas, incluyendo entre los últimos a un buen número de los denominados socialistas renovados. De hecho, fueron estos sectores los que administraron el sistema en Chile entre 1990 y 2010. Hay otros socialistas, y los comunistas, que encuentran que los principios en que se basa nuestra economía son irreconciliables con aquellos que ellos sustentan. Desean, como dijo uno de ellos en forma tan gráfica, destruir con una retroexcavadora los cimientos del modelo neoliberal.
No obstante los últimos, lo que ha estado apareciendo más en las declaraciones y en algunos escritos de personeros de la Nueva Mayoría como el objetivo del conglomerado de centroizquierda es el de un Estado Social. ¿Qué es eso? Se trata de un conjunto de principios que surgieron en la época del Estado Prusiano y de la cuestión social en Europa a fines del siglo XIX. Fueron articulados por Lorenz von Stein y aplicados, entre otros, por Otto von Bismark. El Estado Social es uno de derecho democrático, pluralista, que con la finalidad de asegurar un estándar mínimo de vida, reconoce ciertos derechos sociales que tienden a ser universales y gratuitos. Además, ejerce ciertas acciones fiscales redistributivas. Si bien aboga por salud y educación pública, naturalmente ello no implica que necesariamente tenga que ser ofrecida por ese sector. Estos principios del Estado Social -equidistantes entre los planteamientos de los socialistas y de los liberales- dieron origen después de la Segunda Guerra Mundial al sistema socioeconómico y político conocido como la economía social de mercado, algo parecido a nuestra actual economía.
El Estado Social, que no es lo mismo que el Estado Benefactor, pretende regular al capitalismo para que los beneficios de la actividad económica privada se extiendan a todos en relación al esfuerzo personal, pero evitando extremos de privación e injusticia. Ello indudablemente produce tensiones entre libertad e igualdad, que se deben resolver dentro del contexto del ordenamiento jurídico existente. Eso puede derivar en socialismo, como también puede que no, como sucedió en Alemania. En el último caso, su evolución fue hacia un tipo de economía que tantos frutos nos ha dado. ¿Qué es lo que querrá la gran mayoría de los chilenos?¿Perfeccionar el actual sistema o incurrir en los costos de una refundación que no sabemos hacia dónde nos puede conducir?

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